Comunidad de Puerto Matilde (Antioquia) pide ser excluida de la confrontación armada

El Ejército Nacional continúa violando el derecho internacional humanitario en la vereda de Puerto Matilde. Con testimonio de un campesino en audio mp3.

por International Peace Observatory y Agencia Prensa Rural
28 de mayo de 2006

La vereda Puerto Matilde, en jurisdicción del municipio de Yondó (Antioquia), es una aldea comunitaria ubicada en la parte media del Valle del Río Cimitarra, que constituye un plan piloto de sustitución de cultivos de uso ilícito. Allí se desarrollan un proyecto de ganadería campesina con búfalos y un plan de vivienda, gestionados e implementados por la junta de acción comunal y la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra.

Desde mayo del año 2005, esta comunidad del Magdalena Medio ha sido expuesta al riesgo de padecer los rigores del conflicto armado, pues tropas del Ejército Nacional hicieron presencia constante durante más de ocho meses en el caserío. Así mismo, se ha denunciado que los soldados se ubican en la escuela y las viviendas de la población, infringiendo el derecho internacional humanitario, al poner en riesgo la vida y los bienes de los campesinos que allí habitan.

A pesar de las peticiones hechas por la comunidad, los militares continúan ocupando los caseríos. El pasado 19 de mayo, en la vereda Jabonal, al borde del río Cimitarra y frente a Puerto Matilde, en horas de la tarde se presentó una balacera en la escuela, justo minutos después que los niños salieran de clase. La profesora aún continuaba en el centro educativo, afortunadamente no fue víctima de los disparos, pero hoy en día se encuentra traumatizada y desea irse de la región.

Y el día 21 de mayo, en el caserío de Puerto Matilde, momentos después de arribar el ejército, se presentó una nueva balacera, producto de un supuesto hostigamiento de la guerrilla, a pesar de que ningún campesino haya visto a los insurgentes. Este hecho se presentó en el momento mismo en que la comunidad asistía a un taller preparatorio de la primera asamblea de la Asociación Regional de Víctimas. Por esta razón, los 30 hombres, mujeres y niños, y las talleristas que orientaban la actividad, y que estaban en la casa comunal, tuvieron que resguardarse para no ser blanco de una de las balas que disparaban los soldados a un blanco no muy claro.

Por estas razones, la comunidad exige que los combatientes no se ubiquen en viviendas, escuelas, casas comunales, puestos de salud y demás bienes civiles. Los campesinos piden que se les excluya de la confrontación armada. Así lo han hecho saber y así lo seguirán haciendo, para poder continuar con sus proyectos comunitarios.

Testimonio de campesino en mp3