En Ariari, Meta
Asesinato de Edgar Palacios en medio de control policial y militar

por Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
Bogotá, 20 de julio de 2005

"Añaden iniquidad a iniquidad, que no sean declarados justos"
Salmo 69, 28

Durante nueve días, desde el 10 hasta el 18 de julio, policías contraguerrilla hicieron presencia en el casco urbano de Medellín del Ariari, mientras algunos "civiles" armados de la estrategia paramilitar permanecieron en el lugar, reteniendo al campesino Edgar Palacio, a quien posteriormente asesinaron, sacándolo del corregimiento en medio de los controles policiales y luego los militares. Los paramilitares jugaron fútbol con la Policía, luego de realizar un censo de población y solicitarles a los pobladores denunciar las estructuras paramilitares.

Al iniciar la presente semana, las unidades policiales se retiraron de Medellín del Ariari, pero se fortaleció la presencia parainstitucional que nunca desapareció del poblado mientras las autoridades policiales allí estuvieron.

Durante la semana, el poblador Félix Gutiérrez fue detenido sin orden judicial y trasladado durante 12 horas al Batallón 21 Vargas.

La tolerancia, la complicidad, la unidad de acción ha sido evidente, la presencia institucional fue un simulacro. Tanto como el cese de hostilidades, como la desmovilización, como la ley de "justicia y paz", que los hará hombres nobles, víctimas y a poco santos

Hechos en detalle

- Domingo 10 de julio, a las 10:00 am, "civiles" armados de la estrategia paramilitar se llevaron por la fuerza al señor Edgar Palacios del casco urbano del municipio de El Castillo. Los paramilitares lo subieron a un vehículo de servicio público y lo llevaron hasta el casco urbano de Medellín del Ariari donde lo ocultaron en una vivienda.

A las 8:00 pm los paramilitares sacaron a Edgar Palacios del casco urbano de Medellín del Ariari, lo subieron a una camioneta tipo estacas que se dirigió hacia el puente sobre el río Cumaral.

Desde el atardecer, la Policía Nacional estableció varios retenes dentro del perímetro urbano de Medellín del Ariari, solicitando documentos a los pobladores. Otros se apostaron en el coliseo, en una de las esquinas del corregimiento y en una casa vacía a la salida del pueblo, mientras los "civiles" armados de la estrategia paramilitar continuaron movilizándose a la vista de todas las autoridades.

Las unidades policiales contraguerrilla iniciaron un censo casa por casa, registrando nombres, documentos de identidad, preguntando los nombres de personas que los frecuentan. En ningún momento las autoridades realizaron acción alguna contra de los "civiles" armados de la estrategia militar encubierta quienes permanecieron en Medellín del Ariari.

Entre tanto, las Fuerzas Militares se ubicaron desde las 10:00 am hasta cerca de las 9:00 pm en la carretera que conduce de Medellín del Ariari al casco urbano del municipio de El Castillo, en el caserío Malavar, por donde los paramilitares pasaron con el campesino Edgar Palacios.

- Lunes 11 de julio el cuerpo sin vida de Edgar Palacios fue encontrado en el solar de una vivienda al lado izquierdo del puente sobre el río Cumaral, ubicado a cinco minutos del casco urbano del corregimiento de Medellín del Ariari.

Este mismo día, en horas de la mañana, en el casco urbano de Medellín del Ariari, las unidades policiales convocaron a una reunión en la que manifestaron que venían a protegerlos, que era necesario que la comunidad denunciara a los paramilitares. Aunque varios paramilitares salieron del poblado, otro grupo de ellos permaneció, entre ellos los que ejercen el control sobre las actividades comerciales y entre ellas la de la coca.

Dos días después, el miércoles 13 de julio, a las 9:00 pm, los paramilitares, entre ellos uno llamado Onésimo, apodado el 'Paisa', jugaban fútbol con las unidades policiales acantonadas en Medellín del Ariari.

Este mismo miércoles, 6.30 am, un hombre vestido de camuflado fue hallado asesinado a unos 500 metros del sitio conocido como Tres Esquinas, a 15 minutos del casco urbano de Medellín del Ariari. Los afectivos regulares que se encontraban en el lugar de los restos se burlaron permanentemente de las víctimas. Los pobladores de la región desconocen la identidad del asesinado.

- Lunes 11 de julio, en el caserío de Malavar, a cinco minutos de Medellín, hacia las 10:30 pm, unidades militares del Batallón 21 Vargas llegaron a la casa del poblador Félix Gutiérrez González. Luego de encañonarlo y esposarlo, sin presentar ninguna orden judicial de detención, se lo llevaron a la sede del Batallón 21 Vargas en el municipio de Granada, en donde permaneció durante 12 horas.

De allí el campesino fue trasladado a la cárcel de Granada.

Al campesino, un activo creyente de la Iglesia Católica, le quitaron su Biblia, que quería llevar consigo.

Martes 12 de julio, mientras la familia visitó a Félix, un soldado les expresó: "Cuídense de esos extraños que van por allá a nombre de la Iglesia, ellos pueden ser los responsables de la caída de su marido".

El militar al parecer se refirió a las actividades pastorales que se desarrollaron con motivo de la tradicional Fiesta de la Virgen del Carmen.

- Lunes 18 de julio, las unidades policiales que permanecieron por espacio de nueve días en el casco urbano se retiraron en horas de la noche, mientras las estructuras de "civiles" armados de la estrategia paramilitar permanecieron en el lugar y se fortalecieron desde el siguiente día.

Líneas de interpretación

Nada hace creíble que no existen vínculos entre la institucionalidad y las mal llamadas autodefensas. Por eso, es mejor hablar de parainstitucionalidad. Un nuevo crimen, un nuevo asesinato a la vista de todas las autoridades. La ceguera institucional no corresponde con la visión ciudadana. No hay autoridad, hay distorsión de la autoridad, hay erosión, y esa destrucción genera el silencio, el terror, pues hablar mata, callar salva.

Un nuevo crimen en el simulacro de la desmovilización paramilitar, en el juego discursivo del cese de hostilidades. Controles absolutos, sin tacha moral, sin reparo unidad de acción, hasta es posible jugar el fútbol. Ya nada escandaliza, nada se disimula, pues todo el mundo sabe que es verdad, qué es así, qué es la nueva ley.

Al lado del crimen burdo y sin recato de conciencia, la judicialización, el otro mecanismo de la seguridad de los criminales, no de las víctimas.

No cabe duda, el Estado es de Hecho, el Estado de Derecho es una expresión en los documentos de Derecho. La ley de "justicia y paz", la consagración de la iniquidad, como lo bello, lo justo, lo sensato.

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