Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Inminente paro nacional cafetero en Colombia
Nelson Lombana Silva / Jueves 17 de enero de 2013
 

Ante la incapacidad de la Federación Colombiana de Caficultores y el gobierno nacional de conjurar la grave crisis de este ramo en Colombia, los pequeños y medianos caficultores no han tenido otra alternativa que organizar un paro nacional indefinido, el cual comenzaría el 25 de febrero.

En las diversas zonas cafeteras se viene trabajando a toda máquina para que la movilización sea total y contundente y se consiga los objetivos que se persiguen. Según el concejal del municipio de Líbano, Tolima, Esneider Prieto, son cinco puntos fundamentales de lucha que hacen parte de la plataforma reivindicativa que los caficultores vienen impulsando. Ellos son: 1. Costo justo y estable de la carga de café; 2. Condonación o renegociación de las deudas pendientes de los caficultores con las entidades crediticias; 3. Rechazo al alto costo de los insumos; 4. Solicitar una reforma estructural de la federación nacional de cafeteros y 5. Rechazar categóricamente la locomotora minero – energética.

Por su parte, Luis Ángel Alonso Díaz, líder comunitario del norte del departamento del Tolima, señaló sobre el particular: “Efectivamente, para el día 25 de febrero se va a realizar un paro a nivel nacional cafetero. ¿Por qué razón? Porque sabemos que los costos del café son muy baratos, fuera de eso los insumos están muy costosos. No se justifica cultivar el café para darlo bien barato”.

Según el líder comunitario, los caficultores se ven precisados a tomar esta determinación porque el presidente de la república, Juan Manuel Santos Calderón no le quiere prestar atención a los campesinos. “Los más atropellados en Colombia en los actuales momentos son los campesinos, por lo tanto, se ven precisados a tomar las vías de hecho”, señaló.

Igualmente, Luis Ángel, señaló las graves consecuencias ambientales que viene generando en la zona paramuna y cafetera la megaminería. “La exploración y explotación de la minería en el municipio de Líbano viene dejando seco el municipio, varias quebradas se vienen secando también como consecuencia del intenso verano, los cultivos se están muriendo y la crisis ambiental, económica y social crece en esta parte del departamento”.

“Creo que cambiar la cultura de la caficultura por la megaminería es muy difícil en el municipio de Líbano”, agregó el dirigente comunitario.

Agregó: “Hay veredas que ya prácticamente han quedado sin agua como lo podemos ver en el corregimiento de Tierradentro. Esperamos que el gobierno nacional, así como le abrió campo a la megaminería sin mirar las fuentes hídricas, sin tener en cuenta la opinión de los campesinos, debe responsabilizarse del daño que viene haciendo la minería irresponsable en todo este sector del departamento del Tolima”.

Luis Ángel Alonso Díaz, sobre la lucha por la democratización de la Federación Nacional de Cafeteros, indicó: “Ojalá que el gobierno se siente con los caficultores y se transforme la federación con personas responsables, honestas y emprendedoras. Ojalá, el gobierno le ponga seriedad y sobre todo: honestidad”.

Por su parte, Luis Fernando Ariza, dirigente municipal y comunitario de Anzoátegui, se declaró preocupado por la grave crisis que vienen padeciendo los pequeños y medianos caficultores, sobre todo el bajo precio del grano y el alto costo de los insumos. Dijo, igualmente, que las pequeñas ayudas de la federación se vienen perdiendo por falta de información oportuna. “El campesino no sabe que existen y las deja perder”, señaló Ariza.

El ambiente de lucha y resistencia popular se viene incrementando en el Tolima al comenzar el 2013. Por estos días se realizó una fuerte protesta popular en el municipio de Guamo por la falta de agua, se anuncia que igual cosa sucederá en Ortega. De otra parte, en el municipio de Cajamarca 200 familias, alrededor de 700 personas se tomaron un lote al no poder cancelar los arriendos por los elevados costos, construyendo improvisadas chozas. La medida extrema de los habitantes se debe a la presencia de los megaproyectos, especialmente la presencia de la transnacional Anglo Gold Ashanti. Todos ellos dispararon dramáticamente los precios de todo. Una pieza de arriendo que costaba $50 mil pesos, ahora cuesta $300 mil pesos; según los habitantes resulta más económico mercar en Ibagué o Armenia que en Cajamarca. Mientras esto sucede los gobernantes guardan absoluto silencio.