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Opinión
Santos pasará a la historia como el hombre de los "falsos positivos" y la entrega de mar
Horacio Duque Giraldo / Jueves 14 de febrero de 2013
 

El señor Santos está en plena campaña política para hacerse reelegir por otros cuatro años más en la Casa de Nariño. Se pavonea y saca pecho por diferentes lugares, repartiendo viviendas que son tugurios y lugares de hacinamiento de cientos de familias en condiciones de pobreza infame.

En sus discursos se vanagloria proclamándose el hombre de la paz, lo social y las fronteras. Lo dijo hoy en el departamento de Nariño, fronterizo del Ecuador.

Pero los colombianos tenemos memorias y nada se nos olvida de este siniestro personaje y su trayectoria politiquera de acomodos a todos los gobiernos, desde el neoliberal de Cesar Gaviria hasta el neofascista de Uribe Vélez.

Santos pasará la historia por varios episodios trágicos y traumáticos para la nación.

Miremos cada uno de estos.

Es, junto con Uribe Vélez, el artífice de los "falsos positivos". Como Ministro de Defensa impartió las órdenes utilizadas por oficiales asesinos para eliminar miles de jóvenes de las barriadas populares y campesinos, para después cobrar las infames recompensas financiadas con dineros del Plan Colombia. Estos asesinatos a sangre fría, incluso de jóvenes con problemas mentales como los de Soacha, han sido una verdadera pesadilla para centenares de madres que han sido objeto de persecución por los militares responsables para quienes se hizo aprobar, por el actual Ministro de Defensa y su cúpula militar, un fuero militar para la impunidad que ha permitido exonerar y poner en libertad a centenares de criminales merecedores de condenas ejemplares.

Es el autor y ejecutor de la agresión al territorio del Ecuador para asesinar en la frontera del Putumayo, al Comandante revolucionario de las Farc, Raúl Reyes y sus compañeros de lucha, varias mujeres entre ellas. Dicha operación la justificó con la doctrina fascista de G. Bush de la acción unilateral contra el "terrorismo", desconociendo los protocolos del derecho internacional humanitario y los derechos humanos. Santos tiene un proceso penal en curso en Ecuador por la vulneración de la soberanía ecuatoriana y por el asesinato de varios ciudadanos del vecino país.

Por cuenta de su mal gobierno y diplomacia, un fallo del Tribunal de Justicia Internacional, le entregó la soberanía sobre 100 mil kilómetros de mar Caribe a la República Sandinista de Nicaragua. Santos es el Marroquín del siglo XXI, que entregó a Panamá en 1902. Por eso será recordado este mediocre personaje de la política bipartidista de la oligarquía dominante.

Otro hecho por el que pasará a la historia este banal caudillo de la gerencia neoliberal será el de las cárceles y los cientos de inocentes sometidos al peor régimen de esclavitud y oprobio. Más de 9500 presos políticos padecen la corrupción y el sistema inhumano de una guardia inmoral y degradada que se enriquece con el despojo de los seres humanos arrumados en las prisiones y pocilgas del sistema carcelario y penitenciario nacional.

Su herencia social es la profundización de la pobreza, la miseria, el desempleo, las privatizaciones, la crisis de la salud, la de la educación, el clientelismo y la corrupción rampante en todos los niveles del Estado. La reforma tributaria de su autoría fue el mejor regalo a los multimillonarios y el azote de los pobres y las clases medias profesionales.

Su entrega de los recursos naturales a las multinacionales del capital imperialista, con la Locomotora minera, también quedará en el recuerdo de la nación como otro hecho más de indignidad y sometimiento a los conglomerados financieros del planeta.

La paz que nos quiere dejar es la paz de los sepulcros, del aniquilamiento de la insurgencia campesina revolucionaria y del imaginario triunfo militar sobre la larga lucha de los campesinos y el pueblo por la democracia y el socialismo.

Santos y su "prosperidad democrática" pasarán a la historia como una farsa.

Hace rato que su reelección fracasó.

¡Mamola, como diría el inmolado Jorge Eliecer Gaitán, en cuyo homenaje realizaremos una gigantesca marcha en Bogotá el próximo 9 de abril!