Asociación Campesina del Catatumbo
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Teorama, Catatumbo
Agresiones al campesinado por parte de la fuerza pública en el Catatumbo
Situación crítica en el corregimiento El Aserrío y la vereda La Cristalina del municipio de Teorama, ante la militarización y la violación sistemática de los derechos humanos
Asociación Campesina del Catatumbo - Ascamcat / Viernes 1ro de marzo de 2013
 

La Asociación Campesina del Catatumbo, en su larga lucha en defensa de los derechos humanos, reitera su preocupación por los graves hechos sucedidos desde el día domingo 24 de febrero en el casco urbano del corregimiento del Aserrío, municipio de Teorama, Norte de Santander. En este sentido nos dirigimos al pueblo colombiano para denunciar:

En el marco de la operación que la fuerza pública desarrolla el corregimiento, y ante los abusos en el marco de los allanamientos de algunas casas en el Aserrío, la comunidad está recogiendo numerosas denuncias y quejas.

Miembros de la FTC Vulcano, junto con agentes de la SIJIN, DIJIN, CTI, grupo Delta y Policía Nacional permanecen el Corregimiento y en las veredas próximas al casco urbano del Aserrío con objetivos y dimensiones que desconocemos.

Esta presencia está generando gran malestar y zozobra en la población campesina que se esta viendo sometida a diferentes atropellos y arrastrada al desplazamiento forzado.

La comunidad, ante esta situación, se ha enfrentado a la fuerza pública. Durante los hechos varios campesinos manifiestan haber sido intimidados y amenazados con las armas por parte de los soldados y policías.

Posteriormente, cuando los manifestantes llegaban al puente colgante existente en las proximidades del casco urbano, miembros de la fuerza pública dispararon al aire e intimidan a los campesinos diciéndoles textualmente que “si cruzan les echamos bala”.

De la misma manera dos sujetos encapuchados que hacen presencia junto a la fuerza pública y que no llevan ningún tipo de distintivo en el uniforme, están realizando graves señalamientos a la población, acusando a los habitantes de guerrilleros y auxiliadores de la guerrilla.

Asimismo, se han tomado medidas que afectan gravemente los derechos humanos y que atentan contra la permanencia en el territorio del campesinado:

La fuerza pública está realizando restricciones alimentarias y está impidiendo, de manera ilegal el ingreso al corregimiento de cilindros de gas, lo cual limita la preparación de los alimentos para los campesinos. Esta situación podría desencadenar una crisis humanitaria en los próximos días.

Por otra parte, se restringió la salida y entrada de la población al corregimiento después de las 6 de la tarde, atentando así contra el derecho a la movilidad de los y las campesinas.

Desde el mismo domingo se han presentado empadronamientos forzados, en los retenes militares, en el sitio conocido como Filito de Oro.

Desde hace aproximadamente 20 días en la vereda de San Miguelito se producen ametrallamientos en las noches sin que haya constancia de enfrentamientos con la insurgencia ni con ningún otro actor armado ilegal.

Por otra parte, en la vereda La Cristalina, concretamente en la finca donde se encuentra nuestro proyecto de búfalos financiado por la Unión Europea, han hecho presencia unos 200 soldados de la FTC Vulcano desde el mismo domingo día 24 de Febrero, que impiden a los campesinos realizar las tareas propias de la finca como el ordeñado de las búfalas.

En la misma vereda La Cristalina, miembros de la FTC Vulcano ingresaron en la escuela y se están ubicando desde hace un par de días en ese lugar, violando así el Derecho Internacional Humanitario.

Exigimos al estado colombiano y a la fuerza pública cesar en la criminalización y estigmatización del campesinado del Catatumbo. Exigimos, de igual manera, que la Fuerza Pública se ajuste a la legalidad en su accionar y abandone las prácticas abusivas que atentan contra los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario.

Solicitamos a la comunidad internacional que muestre su preocupación ante el estado colombiano, por los graves hechos que se vienen produciendo en el Catatumbo.