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De nuevo la empresa palmera Aportes San Isidro agrede a los campesinos de Las Pavas
Intento de asesinato contra campesino reclamante de tierras en Las Pavas
 

A pocos días de la firma en La Habana de un acuerdo parcial sobre el tema de la tierra. un nuevo hecho violento pone en evidencia que las víctimas no cuentan con garantías de retorno, pues la restitución de derechos toca directamente los intereses de quienes se han beneficiado del despojo en Colombia.

En la tarde de ayer, 30 de mayo, trabajadores de la empresa Aportes San Isidro S.A.S. golpearon brutalmente e hirieron con machete a Tito Alvear, un joven campesino de 27 años, mientras caminaba solo en cercanías al predio que reclaman más de 100 familias desplazadas en el sur de Bolívar. Según la víctima, después de hacerle un disparo a corta distancia que por fortuna no lo impactó, mientras lo golpeaban y herían le decían que le advirtiera a Misael Payares, Representante Legal de ASOCAB, que “esto iban a hacer con todos los campesinos de ASOCAB que permanecieran en los terrenos de La Hacienda Las Pavas”.

El hecho se registra dos días después de que la comunidad denunciara ante la Fiscalía General otro ataque con arma de fuego contra un tractor que transportaba más de cuarenta hombres y mujeres que se dirigían a trabajar en una plantación colectiva de maíz en Las Pavas. Ver video del ataque

La comunidad, que el pasado 4 de abril de 2011 retornó al predio del que fue desplazada en varias ocasiones, y que hoy en día es ocupado por la empresa palmicultora; se encuentra desde el viernes pasado en “minga permanente”, es decir, trabajando colectivamente en la siembra de maíz.

No es la primera vez que trabajadores de la empresa, de propiedad de José Macías y con sede en Barranquilla, agreden estas familias campesinas, a pesar de que existen decisiones de altos estamentos oficiales como la Corte Constitucional y el INCODER que ordenan la protección del derecho de posesión de la asociación campesina ASOCAB sobre la hacienda y la extinción de dominio (expropiación) del predio a Aportes San Isidro.

La comunidad y las organizaciones nacionales e internacionales que la acompañan han venido denunciando desde el momento mismo del retorno en el 2011 las constantes amenazas y agresiones contra las familias campesinas y sus bienes, como la destrucción y envenenamiento de cultivos y animales, acciones que en palabras de Misael Payares, líder de la comunidad “no se hacen ni en la guerra”. En repetidas ocasiones ha denunciado además que entre el cuerpo de seguridad de Aportes San Isidro, se encuentran varios hombres que pertenecieron a grupos paramilitares, algunos desmovilizados y otros que nunca lo hicieron.

“Así no se logra la paz” comentó otro de los campesinos afectados después de que en abril de este año encontrara su plantación de banano cortada y envenenada. “Esta gente llegó, invadió nuestros territorios, nos quitaron la tierra, la posibilidad de seguir viviendo en esta tierra, y hoy están acabando con lo último que nos queda, que es la semilla, que nos da la posibilidad, a nosotros y a nuestros hijos, de sobrevivir en ella”.