Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra
:: Magdalena Medio, Colombia ::
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En solidaridad con la ACVC
Colectivo Brecha / Sábado 12 de abril de 2008 / Português
 

La Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra (ACVC) es una organización que tiene como propósito la defensa de su territorio y de los derechos humanos de las comunidades en esta región del Magdalena Medio. Esta organización ha manifestado y denunciado en numerosas ocasiones la continua persecución política y el acoso judicial que el Estado mantiene contra sus líderes e integrantes.

El caso de persecución y hostigamiento contra la ACVC es sólo uno de los tantos ejemplos de los peligros a los que se enfrentan las organizaciones e individuos defensoras y defensores de los Derechos Humanos en este país, ya que el Gobierno Nacional no solo no brinda las garantías necesarias para que los defensores de derechos humanos cumplan con su labor, sino también éste es un actor importante en la continua persecución y violación a los derechos de estas personas.

Esta organización campesina mediante el trabajo comunitario, en Juntas de Acción Comunal, cooperativas y comités desarrolla su labor en cinco municipios localizados en el Magdalena Medio, donde se conformó la Zona de Reserva Campesina, actualmente suspendida por el gobierno Uribe. Esta asociación nació del movimiento campesino que se movilizó en 1996 a causa de la crisis humanitaria, exigiendo al gobierno inversión social y respeto por los Derechos Humanos en esta región.

El trabajo organizativo en el Magdalena Medio ha hecho que la ACVC deba enfrentarse a poderosos enemigos, los cuales son conformados por la alianza de élites económicas regionales, terratenientes, paramilitares, empresas multinacionales y sectores políticos interesados en perpetuar su dominio en esta rica zona del país, excluyendo al campesinado de la posibilidad de disfrutar de dichas riquezas.

Al ser la ACVC y sus miembros considerados como obstáculos a los intereses de perpetuación política y económica, se ha desencadenado un continuo persecución, el cual no es reciente pero tiene un nuevo campo de acción: el judicial.

El 29 de septiembre de 2007 fueron encarcelados Andrés Gil, Óscar Duque, Mario Martínez y Evaristo Mena, dirigentes de la ACVC. Esto como un nuevo intento de desarticular la organización y entorpecer su lucha hacia la búsqueda del respeto de los Derechos Humanos y condiciones de vida digna del campesinado. Este hostigamiento, hoy por la vía judicial, se suma a los asesinatos, amenazas, detenciones arbitrarias, desplazamientos, desapariciones, torturas, quema de viviendas, bloqueos alimentarios y sanitarios, de los que ha sido victima el campesinado del Magdalena Medio y la ACVC, por parte del Estado, el paramilitarismo y las élites regionales. Estas agresiones han sido denunciadas en múltiples escenarios tanto nacionales como internacionales, a tal punto que la ACVC goza de medidas cautelares asignadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Posteriormente, el pasado 19 de febrero, fueron detenidos Miguel González Huepa y Ramiro Ortega, dirigentes de la ACVC, en zona rural del municipio de Remedios (Antioquia), sumando así actualmente seis dirigentes campesinos que están en la cárcel, retenidos bajo acusaciones que son el producto del constante señalamiento y los montajes contra la organización campesina.

Pero la constante persecución por parte del ejército nacional no termina con la retención de estos seis líderes de la ACVC, sino que a las detenciones se adicionan los asesinatos de campesinos, quienes al ser ejecutados extrajudicialmente, son presentados como guerrilleros. Tal es el caso de Miguel Ángel González Gutiérrez, quien fue asesinado por efectivos del batallón Calibío el domingo 27 de enero, hacia las 5:00 pm cuando salía de su finca hacia el caserío de Puerto Nuevo Ité (municipio de Remedios, en el nordeste antioqueño). Miguel Ángel González Gutiérrez es hijo del líder campesino actualmente encarcelado Miguel González Huepa.

Como Colectivo Estudiantil conocedor de la problemática de la región, de la labor realizada por la ACVC y por los líderes detenidos, expresamos nuestra solidaridad con la Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra en su labor organizativa, de defensa de los Derechos Humanos, y del acceso a la tierra del campesinado; denunciamos la persecución sistemática contra esta organización y el montaje judicial del que viene siendo victima y sobre el cual se fundamenta la detención de sus integrantes y las ordenes de captura expedidas contra 18 de sus líderes.

Repudiamos el hecho que las personas que buscan un bienestar para los campesinos sean acusados de criminales, por esto exigimos la libertad de Andrés, Óscar, Mario, Evaristo, ramiro y Miguel, así como el desmonte del artificio judicial con el que ahora el Estado colombiano busca acabar con la ACVC y las propuestas de vida digna y desarrollo que ésta ha traído para el campesinado de la región durante más de diez años.