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Paro agrario, la batalla del Caquetá
Más de 10 mil campesinos caqueteños se alistan a dar una histórica batalla contra el neoliberalismo en la ciudad de Florencia, donde se han concentrado con su pliego de peticiones y sus organizaciones revolucionarias. Solidaridad con los labriegos de la amazonia colombiana
Horacio Duque Giraldo / Martes 27 de agosto de 2013
 

El paro nacional agrario, que no ve el "ciego" de Juan Manuel Santos, sigue su marcha incontenible. Es como un fantasma que recorre a Colombia. Viaja por todos los lugares y campos del mundo popular. Es una estructura nómada que se desplaza con sus militantes y pliegos de reivindicaciones más sentidas y acuciantes. Es un tornado que desordena con mucha eficacia la infraestructura política del Estado oligárquico.

En el departamento del Caquetá está unos de sus principales escenarios. Esta región, con 16 municipios, antiguo territorio de pueblos indígenas andaquies, koreguajes, tamas, carijonas y huitotos, donde viven más de 500 mil colombianos, muchos de ellos colonos, es igualmente un punto de movilización campesina, en el marco del paro nacional agrario que sacude a la nación por estos días.

A Florencia, la capital departamental, ya han llegado más de 10 mil campesinos procedentes de todas las poblaciones y veredas. Los labriegos vienen de San Vicente del Caguán, de la Cristalina, de Campo Hermoso, de la Tunia, de Los Pozos, de La Sombra, de San Juan de Lozada, de Cartagena del Chairá, del Paujil, de Puerto Carmona, del Doncello, de Puerto Rico, de Milán, de Solita, de Belén, de Solano, de Caquetania, de Remolinos, de Montañitas, de San José del Fragua y de los corregimientos cercanos. Están ubicados en la vereda de San Luis y en otros puntos vitales de la ciudad.

Su pliego de solicitudes se refiere a la necesidad de proteger la producción lechera frente a los Tratados de Libre Comercio neoliberales firmados por el gobierno con los gringos y la Unión Europea, que lesionan de manera demoledora a la economía campesina.

Para hacer sentir sus demandas los labriegos ya han organizado y ejecutan el bloqueo de carreteras y vías para que los funcionarios públicos procedan a estructurar las mesas de negociación y acuerdos que den solución a los problemas causantes de la crisis socio-política que se vive.

Pero la respuesta estatal es bastante negativa y ya hay ordenes para que la policía el ejército y el tenebroso ESMAD procedan contra los humildes e inermes ciudadanos. El anuncio es el de una batalla muy fuerte entre la masa agraria y el aparato represivo del gobierno de Santos.

Hay que organizar la solidaridad y el apoyo desde todos los lugares.

Nota 1. Sonoro cacerolazo el que le están ofreciendo los boyacenses al señor Santos en Tunja a raíz de su demagógica y cínica visita a esta zona del país.

Nota 2. Sonoro cacerolazo nacional el que se anuncia contra Santos en apoyo del paro nacional agrario.

Nota 3. Fuimos en la mañana a los Juzgados de Paloquemao, a ofrecer nuestra solidaridad absoluta a Huber Ballesteros, capturado por la policía judicial y con imputaciones por financiación al terrorismo, concierto para delinquir, narcotráfico, secuestro y rebelión asociada con las Farc. Todo un montaje de la Sijin para amedrentar a los huelguistas. Nuestro apoyo es total para este dirigente campesino, no obstante la inconsecuente conducta de ciertos autodenominados líderes y lideresas agrarios, dueños de una verborrea insoportable y de una ignorancia absoluta que los hace repetir como loros amaestrados unas frases estúpidas y dogmáticas que desorientan la masa campesina y proletaria. Son falsos revolucionarios.