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Hablan los que sí creen que existe “el tal paro agrario”
Camilo Hurtado / Martes 27 de agosto de 2013
 

Décadas de olvido reflejadas en ocho días de paro agrario. La cuenta sigue. El drama campesino le pasó la cuenta de cobro al Estado colombiano por una simple pero clara consigna: la defensa del productor nacional y su dignificación laboral.

“Cacerolazos” en Boyacá, multitudinarias caminatas en apoyo al campesinado en 19 de los 32 departamentos y un ataque sistémico a la deslegitimación de la protesta social ejercida por distintos sectores, es un diagnóstico de la situación.

Las cifras de pobreza rural son contundentes. De acuerdo con un estudio presentado por la Universidad de Los Andes cerca del 46.8% de la población que se encuentra en el campo vive en la miseria, mientras que en las ciudades la cifra llega al 28.4%. El centro educativo asegura que sólo el 41 % de los campesinos tienen acceso a la tierra.

Según cifras entregadas por la Mesa de Interlocución Agraria (MIA), 300 mil campesinos hacen eco de las expresiones de millones de productores afectados por los Tratados de Libre Comercio y la falta de subsidios. “Quebrados” y “tristes” por sus cosechas de papa y fríjol perdidos, por los litros de leche derramados, entre otros productos agropecuarios, los damnificados se niegan a aceptar la propuesta de negociación parcializada del gobierno.

Resolver la crisis agropecuaria, el acceso a la tierra, el derecho a la territorialidad campesina, la solución a la problemática de la minería, el derecho a que los campesinos sean reconocidos como sujetos políticos y una política de inversión social en vías, salud, educación y saneamiento básico, son los puntos que reclaman a gritos los afectados.

KienyKe.com consultó a los líderes campesinos e indígenas que coordinan las movilizaciones en los departamentos de Boyacá, Putumayo y Meta.
Retratan la realidad de las zonas que para ellos, han sido olvidadas. Le hacen un llamado de atención al gobierno para que de manera urgente les apruebe un plan de renovación agropecuario y atacan a directamente a la fuerza pública que ya habría asesinado a tres representantes.
Paro Nacional, Colombia, Kienyke

“Hay crisis de abastecimiento alimentario en Boyacá”

A luz Dary Molinal, presidenta de la Asociación de Pequeños y Medianos Productores del departamento de Boyacá, no le impresionan las declaraciones del presidente Juan Manuel Santos en las que minimiza la protesta de miles de campesinos. Cuenta como el mandatario “desconoce” la lucha del campesinado boyacense y hace una clase de pronunciamientos que no son acordes a la lucha por la reivindicación agraria.

La líder cuenta que con ocho días de paro general, la crisis de desabastecimiento de alimentos es pronunciada teniendo en cuenta que en el centro de comercialización del sur de Boyacá el comercio está cerrado. “Estamos sufriendo terriblemente por la represión de la fuerza pública lo que conlleva a que no podamos concertar con los que ejecutan los cierres para quitar los bloqueos”.

Molinal denunció abuso de la fuerza por parte de la policía y atención precaria en el servicio médico argumentando que a raíz del “cacerolazo” que se dio el pasado domingo la policía habría lanzado gases lacrimógenos en el caso urbano de Tunja, “atropellando” la movilización cívica en apoyo a la movilización campesina.

Molinal dice que cerca de 5.000 ciudadanos han apoyado el paro, concentrándose principalmente en la vereda Chorro Blanco, en cercanías a Tunja. La propuesta de instalar una mesa de negociación nacional, tal y como lo anunció el presidente Santos, en la que se aborden los seis puntos contenidos en un pliego de peticiones, es la solución que proponen desde este punto de Colombia.

“Grandes pérdidas a nivel de comercialización y producción. El paro ha afectado a cerca de 1.100 familias del sector agropecuario que están en una crisis pronunciada a falta de respuestas”, informó Molinal quien concluyó que la comunidad misma le está diciendo al presidente que haga un acuerdo nacional que cambie la realidad que sufre el agro colombiano.

“En el Putumayo el problema es la coca”

El líder campesino Yule Anzueta, especializado en temas cocaleros, considera en primera instancia que el gobierno nacional dio un mal ejemplo el pasado fin de semana al no reconocer que en 24 departamentos hay manifestaciones reales por la reivindicación de los derechos sociales. Vías bloqueadas y desabastecimiento de alimentos son solo dos factores que contribuyen al desespero diario del habitante que se encuentra en el suroeste del país.

Anzueta cuenta que son 4.500 trabajadores los que desde el pasado 19 de agosto se encuentran en distintos puntos de concentración. Para él la problemática en este departamento no es ajena a la nacional ya que está ligada directamente al problema del agro.

“Aquí los campesinos viven de los cultivos de coca. Con las políticas implementadas por el gobierno en los últimos años, cientos de familias se han visto afectadas ya que el gobierno ha sustentado su ayuda en una sustitución gradual de los cultivos ilícitos (…) si no se solucionan las políticas de los TLC, de nada nos sirve entrar en una economía lícita sin resolver la situación económica”.

Otro de los problemas que evidenció el representante Anzueta tiene que ver con los combustibles ya que siendo un departamento que produce 50 mil barriles de petróleo al día se está pagando la gasolina más cara de continente. Mientras en Mocoa se cancela a $8.500 el galón de gasolina, el vocero rural argumenta que pasando la frontera del Ecuador el costo es de tan solo $2.500 pesos.

A estas dos problemáticas se suma el desabastecimiento de alimentos que podría dejar al departamento en una crisis prolongada si en ocho días no hay una rápida solución. “No somos fuertes en la producción. Generalmente nos traen alimentos del Nariño y Neiva por lo que podríamos estar en serios problemas de no resolverse el paro agrario”.

Anzueta dice que las cifras económicas no son exactas en referencia a la afectación departamental. Pero según se lo han comunicado las autoridades, la producción petrolera estaría paralizada en un 70% al igual que las mercancías desde y hacia Ecuador que están afectadas por cuenta de los bloqueos.

“El sector campesino y agrario está reclamando derechos y le dice al gobierno que la solución es acordar. Si están pensando en la paz de los colombianos pues que realmente se sienten y busquen una solución y no arremetan con la fuerza pública para eliminar las protestas”.

En el meta no hay bloqueos, pero sí descontento

“Nosotros decimos que las declaraciones del presidente en las que no quiere prestarle atención al campesino es cínica. Tenemos 19 departamentos en este proceso. En este momento hay 300 mil personas a nivel nacional manifestándose. No nos parece que esa sea la forma de contestarle al campesino colombiano”.

Con estas palabras el líder indígena del Meta, Jorge Rivera, asegura que el gobierno ha sido intransigente en la manera de resolver las necesidades campesinas.

El dirigente gremial afirma que en ochos días de paro agrario se han fortalecido las organizaciones y hay varios sectores que se están sumando. “Hoy están concentrados el Guaviare y el Meta tomando acciones conjuntas. El balance es positivo. Tuvimos unas reuniones en Villavicencio, y se le hizo una propuesta a los viceministros”, dice Rivera que también cuenta cómo en Villavicencio hay más de 5.000 personas concentradas exigiendo no un subsidio, por el contrario, una política integral que les ayude a no “ganarse” menos del mínimo.

En este departamento no se han presentado mayores inconvenientes de orden público ya que los “indignados” han decidido apoyar el pliego de peticiones que sus líderes enviaron al gobierno. Al no haber bloqueos, el sector no cuenta con un mercado de alimentos desabastecido. El panorama puede cambiar.

“Somos consientes de que si nosotros no hacemos acciones no nos escuchan. Consientes también del riesgo que tenemos y de la represión del Estado como tal por el ejercicio de reclamar algo justo. Somos consientes que si bloqueamos vías estaremos muriendo en el intento, pero por lo menos seremos escuchados”, informa Jorge Rivera quien recalca que la vía Bogotá-Villavicencio estaría siendo bloqueada en los próximos días de fracasar el intento de negociación propuesto por Santos.

Otros miembros de la comunidad del Llano dicen que en el Meta se ha producido una clara violación a los derechos humanos por parte de la fuerza pública. Cuentan que hay dos personas gravemente heridas, la población más afectada se encuentra en Llano Lino. “Los del ESMAD nos tienen sitiados, la represión es muy grave (…) no es justo que bombardeen a nuestro pueblos con gases lacrimógenos desde un helicóptero”, anota uno de los agricultores de la zona.

Los combustibles, los productos agrícolas como la papa, la cebolla y las verduras ya se están viendo afectados en el departamento.

“Yo me enteré de una serie de compromisos que no se cumplieron. Y pido disculpas”: Santos

Con fuertes críticas por sus inoportunas declaraciones sobre la magnitud de la protesta campesina, el presidente Juan Manuel Santos canceló su participación en la inauguración de la primera planta embotelladora de la multinacional Coca-Cola Femsa para dirigirse hacia Boyacá.

Allí, el mandatario recalcó que Boyacá es una de las zonas que está recibiendo inversión en todos los frentes. Más de $7 billones de pesos en transportes, hospitales y acueductos entre otros.

Luego de su reunión con los voceros campesinos, Santos aceptó la propuesta de reunirse con representantes de Boyacá, Cundinamarca y Nariño. Esta mesa se reunirá a partir de la una de la tarde del 27 de agosto con el objetivo de tener una solución “rápida”.

“Se hablarán temas que tienen que ver con el costo de los insumos, fertilizantes, con las importaciones desleales, temas de los créditos. Sabemos que hay problema de muchos campesinos que están ahogados. Soy consciente de la crisis que esta viviendo el sector agropecuario en general. Estamos decididos a afrontar esos problemas y a trabajar de la mano de los campesinos para que los ellos puedan tener un ingreso digno”, dijo el presidente que a su vez pidió perdón por el incumplimiento de unos acuerdos a los que había llegado el Ministerio de Agricultura con los papicultores.

“Yo me enteré en estos días de una serie de compromisos que se habían hecho con el sector papicultor en Boyacá, que no se cumplieron. Yo le dije al Minagricultura que eso era inaceptable. Le pido disculpas y les dije que eso no volvería a suceder”.

El compromiso del que habla el jefe de Estado tiene que ver con un acuerdo de $40.000 millones que iban a ser destinados para los campesinos. Para el ministro de Agricultura, Francisco Estupiñán, no se pudo llegar a un acuerdo de implementación y tan solo hasta el día de ayer se le informó a Juan Manuel Santos que se “molestó muchísimo”.

Según el DANE entre enero y junio de este año los productos importados sumaron los US$3.090 millones de dólares. Analistas consideran que son cerca de 10 millones de toneladas sin incluir los procesados, lo cual representa el 11 % a nivel nacional. Con este panorama y con el argumento de los afectados ” el tal paro agrario” sí existe y tiene a miles de personas en un descontento justificado.

@cahurtadokyk