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En el Huila, “el tal paro campesino no existe”, dice Santos
Santos es un campeón del autismo. Es ciego y vive en la luna. Sigue sin ver el potente paro agrario nacional que en el departamento del Huila tiene múltiples expresiones en bloqueos de carreteras y manifestaciones campesinas a todo lo largo del territorio de dicha región. Ha sido de tal potencia el paro nacional campesino que dejó grogui y atontado al señor Santos y a la inepta clase dirigente de este país.
Horacio Duque Giraldo / Martes 3 de septiembre de 2013
 

No acertaron en una sola. Un día Santos dijo que el paro no era lo que habían anunciado con bombos y platillos; al día siguiente, muy orondo, proclamó que “el tal paro campesino” no existía; después de esa metida de patas que enardeció a los boyacenses se fue a Tunja a llenar de elogios a los huelguistas; pero el 30 de agosto ordenó sacar a las calles cerca de 50 mil soldados para atemorizar a los rebeldes que eran manipulados por los terroristas de las FARC, una ínfima minoría derrotada por la historia.

Más recientemente ha proclamado la firma de una gran pacto agrario para redimir a los campesinos olvidados y excluidos; y la última, que la tormenta ya cesó porque todos los problemas se han resuelto a satisfacción de la mayorías.

Todo un mar de contradicciones e incoherencias que desnudan la frágil composición psicoanalítica del jefe de gobierno y la inestabilidad de su personalidad. Para que sepamos a qué atenernos con este caballero experto en la cabriola politiquera.

Pero resulta que el paro nacional agrario no es una masa uniforme ni goza de homogeneidad, como nos lo quiere hacer ver la discursividad oficial y el torrente de los agentes emisores de interpretación distorsionada.

El paro agrario en su estructura molecular es diverso y heterogéneo. En dicha fenomenología social hay de todo como en botica. Hay millones de campesinos pobres que sobreviven en las áreas de colonización en condiciones paupérrimas, desconocidos por el Estado y por el resto de sociedad. Y Hay pequeños y medianos propietarios arruinados por los tratados de libre comercio y el modelo neoliberal.

También hay diferentes sujetos y subjetividades. Distintas organizaciones y corporaciones gremiales.

Es la circunstancia que permite afirmar que el proclamado fin del paro agrario es una falacia y un artilugio de la manipulación mediática de la máquina noticiosa.

Veamos el caso del departamento de Huila. Allí el paro esta en todo su vigor. Allí “el tal paro” sí existe, está vivito y coleando.

Me limito a registrar cada uno de los puntos de la movilización.

En la vía Neiva-Campoalegre, en el cruce de la Sardinata que comunica con el municipio de Rivera, 500 campesinos y arroceros bloquean la carretera.

En la vía que comunica a Neiva con el corregimiento de Vegalarga, en el sector del Reservorio, 1.300 campesinos de las veredas cercanas como San Antonio y Ceibas hacen continuas manifestaciones y plantones.

500 labriegos ubicados en el sector de Chontaduro, vía Neiva-Palermo, mantienen incomunicado este último municipio por el cierre de la carretera.

En el cruce de Cucará, vía que conduce a los municipios de Tello y Baraya, 1.600 labriegos de la zona rural de estos dos municipios permanecen bloqueando las vías.

Permanece bloqueada la intersección vial que de Neiva conduce al municipio de Yaguara, por un grupo de 600 huelguistas.

Por lo menos tres mil campesinos provenientes de la zona rural de Algeciras, El Pato, Santana Ramos y demás poblaciones del norte del Caquetá permanecen sobre la vía nacional ocupando cerca de dos kilómetros de carretera desde el sector de La Vega, hasta el Sena La Angostura. Este es uno de los puntos de concentración de campesinos más grande y el más crítico en el departamento, donde se han dado duros choques con el Esmad y elementos del Ejército.

En el parque principal del municipio del Hobo permanecen concentrados cerca de 300 pescadores de la zona junto a sus canoas.

En el tramo Hobo-Gigante se presentan dos bloqueos viales. El primero de ellos ubicado a tres kilómetros del casco urbano de Hobo, donde unos 200 campesinos ha cerrado el paso.

El segundo taponamiento se registra tres kilómetros más adelante sobre el puente de la quebrada El Pescador, donde permanecen cerca de 900 cafeteros y trabajadores rurales.

El municipio de Gigante está completamente incomunicado, con dos bloqueos, con vías de acceso al sur y al norte, que realizan mil campesinos. En el sector de los Búcaros, un grupo de productores de café y agricultores impide el tránsito de toda clase de automotores. De igual manera, en la salida al Sur, un segundo grupo de manifestantes bloquea la carretera.

En Garzón, capital diocesana, 1.800 campesinos mantienen dos bloqueos estratégicamente ubicados en las vías de acceso al municipio. Uno en el sitio conocido como Jagualito, entrada norte de la ciudad. Asimismo a tres kilómetros del casco urbano, en el sector de Las Damas, en la vía que comunica con Altamira.

Cerca de 800 campesinos se concentran en el sitio conocido como El Puente, en la intersección vial que conduce al municipio de Guadalupe, en la vía que comunica las localidades de Altamira y Suaza, donde se registran bloqueos intermitentes.

Labriegos de los municipios de Suaza y Acevedo bloquean la vía que del Huila comunica con el departamento del Caquetá. Dos mil campesinos permanecen sobre la vía en el sector de El Avispero.

Una pequeña concentración campesina de cerca de 300 personas se adelanta en el sector de Aguadulce.

A tres kilómetros del casco urbano de Timaná, a la altura de la vereda Las Mercedes, 400 labriegos están realizando un plantón pacíficamente.

En el tramo vial que comunica a San Agustín con el Valle de Laboyos se registran dos concentraciones campesinas y un cierre vial. Al menos 600 personas, entre transportadores, cafeteros y agricultores, mantienen cerrada la vía a la altura del cruce de Sombrerillos. Por su parte cerca de 300 manifestantes en el sector de la vereda Criollo.

Las dos carreteras que comunican el municipio de La Plata con el departamento del Cauca permanecen totalmente inhabilitadas a causa de la huelga agraria. Comunidades indígenas y agricultores permanecen sobre la vía que del municipio de La Plata comunica con Inzá (Cauca), a la altura de la vereda Getzen. Así mismo, la vía alterna, La Plata-Belén-Popayán, permanece cerrada a la altura del sitio conocido como la Piedra.

800 campesinos mantienen incomunicado el municipio de La Plata con Garzón, en dos puntos: el primero ubicado en el sector conocido como la Gurupera y el segundo ubicado dos kilómetros más adelante, bloqueando todo tipo de comunicación.

Otra concentración de la que participan unos 500 campesinos se ubica a un lado de la vía que comunica los municipios de Tesalia y Paicol, en el sector del puente Los Ángeles.

Ante estos hechos contundentes sobra tanta verborrea oficial.

El paro agrario nacional es una realidad palpitante de la lucha revolucionaria de nuestros campesinos.

Nota 1. Hay ciertas perlas que están en plan de cacería de votos entre los campesinos para que apoyen los candidatos liberales de una dinastía recién conformada que abandonó la “disidencia” patriótica para retornar, de la mano del samperismo y el gavirismo neoliberal, a las denostadas toldas rojas del clientelismo turbolopista. Son las oportunistas que no entienden los vientos de la historia a pesar de figurar con cierta rebeldía en tiempos recientes. Es lo que puede la mano larga burocrática de Enrique Santos, el hermano del jefe de la Casa de Nariño.