Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Declaración política de la Cumbre Agrominera de Antioquia
 

El lunes 23 de septiembre del 2013, en el municipio de Barbosa, Antioquia, nos encontramos reunidos las comunidades campesinas, mineras, indígenas y organizaciones sociales, políticas y populares urbanas, en la primera cumbre departamental.

Esta Cumbre, se enmarca en el contexto del Paro Nacional Agrario y Popular, en respaldo a la Mesa Nacional, Agraria y Popular de Interlocución y Acuerdo, MIA.

La Cumbre recoge el Acta de Acuerdo de Popayán del pasado 7 de septiembre, donde los voceros de la MIA nacional acordaron desbloquear las vías, y de parte del gobierno, nombrar una comisión de alto nivel para iniciar las Mesas de Interlocución regional, así como una Comisión de Garantes de los acuerdos.

Contrario a lo que difunden los grandes medios de comunicación y el alto gobierno, el Paro Nacional continúa y en ese sentido, nos declaramos en movilización permanente, en espera de un avance positivo en los diálogos conducentes a resolver el Pliego Nacional de seis puntos.

Para las comunidades presentes en la Cumbre es claro que la crisis del agro se agudiza por el efecto destructivo de los Tratados de Libre Comercio, así como atenta contra la economía nacional. Es decir, la ruina de millones de productores nacionales y formas tradicionales de subsistencia que no logran sobrevivir a las reglas del llamado libre mercado. Así mismo, hemos denunciado el abandono histórico del campo durante décadas por parte del Estado. Las nuevas formas de acumulación de capitales, que se evidencian en la negociación de tratados multilaterales en condiciones de gran desigualdad.

El pleno de la Cumbre reivindica la creación de Zonas de Reserva Campesina, los resguardos indígenas, y los territorios afrocolombianos que se han convertido para las comunidades en expresión de soberanía nacional. Su condición de autonomía les permite preservar el territorio, la cultura, las formas de vida colectiva y su economía de subsistencia.

Rechazamos, igualmente, la intensificación de la extracción minero-energética que implica el despojo y desplazamiento de comunidades en todo el territorio nacional, generando conflictos sociales, ambientales, económicos y culturales, por los que nadie responde. Las comunidades afectadas, por la gran minería y las grandes represas en Antioquia y el sur de Córdoba como son los casos de la construcción de la Hidroeléctrica Hidroituango en el norte del departamento, la represa Urrá I, en Córdoba, Alto Sinú, son una muestra de cómo en estos proyectos impera el lucro privado antes que el bienestar de las comunidades locales y del medio ambiente. Al no reconocer los derechos de todos los afectados y aceptar los cuestionamientos sociales.
La Cumbre también expresa su más rotundo respaldo a la MIA departamental que se reunirá con la Gobernación a partir del martes 24 de septiembre.

La criminalización de la protesta social, las judicializaciones, los permanentes hostigamientos al campamento de refugio humanitario, los reclutamientos forzados, las capturas ilegales y las infiltraciones son una clara demostración de la violación de derechos humanos como política de Estado. Esa política represiva de Estado obedece a la defensa de las nuevas formas de acumulación de capitales trasnacionales, evidentes en la imposición de tratados multilaterales en condiciones de gran desigualdad, basados en el modelo capitalista y su política neoliberal.

Las comunidades campesinas exigen, igualmente, garantías jurídicas, políticas y sociales en el momento de contemplar un retorno a sus territorios de origen. Que cesen los procesos de judicialización y empadronamiento que hoy se adelantan contra las comunidades que se movilizan en defensa de sus derechos. Así como la derogación de las leyes que atentan contra el ejercicio de los derechos y libertades constitucionales de movilización y reunión, como son la Ley de Seguridad ciudadana y la extensión del fuero penal militar.

Para las comunidades rurales y los sectores populares urbanos, avanzar en los procesos de unidad se constituye en un imperativo para enfrentar las nefastas políticas que se implementan desde el Estado. De ahí la importancia de intensificar la articulación entre el campo y la ciudad. De igual, manera invitamos a todos los sectores sociales a seguir construyendo esta iniciativa Agraria, Minera y Popular, por la reivindicación de nuestras formas de vida y soberanía de los pueblos.

La cumbre hace suyos también el Mandato producto de la constituyente Agrominera, realizada en el campamento de refugio humanitario de Barbosa, entre los días 8, 9 y 10 de Septiembre del 2013, el pliego de nacional de peticiones de la MIA, la declaración de la Cumbre Nacional Agrario del 12 de Septiembre en Bogotá y la agenda de acción conjunta Campesino-Popular, como cierre del evento de la Cumbre departamental.

Firman:

Coordinación Agrominera del Noroccidente y Magdalena Medio Colombiano

Movimientos Ríos vivos

Movimiento Político y Social Marcha Patriótica