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Pacho Santos y su lujuriosa relación con la guerra
Agencia Prensa Rural / Domingo 29 de septiembre de 2013
 

El pasado viernes, Pacho Santos, ex vicepresidente de la República durante el gobierno de Uribe Velez, visitó la ciudad de Bucaramanga, para presentar su pasquín infame llamado “Rebelde con Causa”. No sabemos que rebeldía sería la de este conservador adinerado, aunque sí nos podemos imaginar cual es su causa, observando su hoja de vida.

En el Canal TRO (Televisión Regional del Oriente), y a preguntas del director del programa, Pacho Santos destapó su gran ignorancia y también su infinito amor por el plomo. Nuevamente el candidato del Puro Centro Democrático, presunto impulsor del Bloque Capital de las Autodefensas Unidas de Colombia, adulador de la salida armada al conflicto colombiano y ferviente y aventajado seguidor de las tesis uribistas, volvió a dar una lección de cómo se incendia un proceso de paz en caliente y de cómo se moviliza hacia el odio, en medio de un conflicto armado.

En el día de hoy podemos destacar varias andanadas y bravuconadas, a las que ya nos tiene acostumbrados ese personaje, además de alguna falsedad histórica.

A preguntas del presentador y director del programa, que lo interrogaba sobre la orden de captura que pudiese haber contra el expresidente Uribe, por su presunta vinculación con las autodefensas, y en el caso de que él saliera investido presidente, el líder ultraderechista afirmó que él no haría efectiva la orden judicial.

Para hacerse llamar lista democrática y para hacerse pasar por el periodo democrático más destacable de la historia colombiana, se olvida de uno de los principios más importantes de la democracia liberal: la separación de poderes y la no injerencia de unos poderes sobre otros.

En su caso, si desgraciadamente llegara al poder, solo ocuparía el poder ejecutivo y eventualmente una parte del poder legislativo, a través de su lista electoral, pantalla para salvar a algunos personajes de dudosa reputación, muchos de los cuales con procesos que en muchísimas ocasiones podrían acabar en condenas por varios delitos graves, entre ellos concierto para delinquir, asesinatos, secuestro agravado o desaparición forzada. Ningún poder real tendría sobre la corte o cualquier otra instancia jurídica... por lo menos según la ley...

Si el juez falla hay que cumplir y en todo caso recurrir, pero nunca desobedecer, según los postulados de la propia constitución. Eso que propone Santos podría ser una acción de hecho, tan criminalizada si la protagonizan los campesinos en un paro, pero tan legítima si la lleva a cabo la alta burguesía.

En una nueva pregunta, tendenciosa tanto o más que la anterior, y buscando, con éxito, tirar de la lengua a Pachito, el presentador pregunta que si tuviese certeza de que Timochenko estuviese en territorio venezolano, si él llevaría a cabo un bombardeo en territorio de la vecina República Bolivariana. La respuesta no podía ser menos sorprendente, más incendiaria y más estúpida. “Si advertimos a Venezuela en algunas ocasiones y no hay respuesta, ¡Por supuesto!” Y añade: “Como ya lo hizo el presidente Uribe”.

Esta afirmación que es de por sí una insensatez y un motivo más para tensar las relaciones bilaterales de dos economías interdependientes, muestra la verdadera cara del uribismo. ¡Todo vale!

Como ya nos demostraron a todas y todos, en el decenio negro, que coincidió casi exactamente con los mandatos del investigado expresidente, usar ejércitos irregulares vale, generar masacres con la complicidad del estado vale, encajar los agronegocios a sangre y fuego vale, despojar vale, violar vale, destruir vale. Todo por la plata.

Para rematar este disparate, el ilustrado candidato, afirma que países como España ya han echo ese tipo de acciones, refiriéndose al bombardeo de grupos armados al margen de la ley en territorio foraneo.

Efectivamente, como bien dice Pachito, sí se produjeron bombardeos en territorio francés, contra miembros del grupo armado Euskadi Ta Askatasuna (ETA). Fueron atentados con carro bomba en su mayoría, realizados por miembros de grupos parapoliciales y paramilitares, en su mayoría sicarios provenientes de grupos de ultraderecha, reserva del ejército de tierra y policía política de la dictadura franquista, aún después de que se acabara ese régimen político.

A pesar de eso, ni la dictadura ni la posterior democracia burguesa española se atrevieron con el estilo de Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe: Helicópteros y aviones violando la soberanía territorial abiertamente y con el cuerpo de defensa nacional regular, en primera línea, con soldados incluso.

Quizás el líder de la ultraderecha esté confundiendo al para estado del batallón vasco español o los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) con el propio estado español, como ellos mismos confundieron las ACCU, Convivir o las AUC con el propio estado colombiano.

De ser así, la última afirmación no sería un disparate histórico y una muestra más de su brutalidad y ligereza en el discurso sino, efectivamente, una traslación de lo que él hizo en Colombia en los años 90 y principios de 2000, a la realidad de la dictadura española de los años 70.

La mayor diferencia acá, podría ser que Francia hacía la vista gorda ante el terrorismo de estado español y la violación de su territorio por parte de elementos para estatales, porque le convenía ese accionar, situación que no parece que vayan a tolerar nuevamente Ecuador ni Venezuela.