Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra
:: Magdalena Medio, Colombia ::
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¡Persistamos en la lucha por nuestra tierra!
 

Equipo de trabajo de la seccional sur de Bolívar.

Desde hace unos años, el estado colombiano viene formulando una serie de leyes que atentan contra los derechos humanos y el bienestar del campesinado, como lo son la ley de semillas, la ley de extinción de dominio, la ley de estatuto rural, entre otras. Estas leyes sólo favorecen a los capitalistas, dejando a un lado a nosotros los campesinos y trabajadores, queriéndonos sacar de nuestras tierras para entregarlas a las multinacionales con el fin de desplazarnos o esclavizarnos al yugo capitalista, que pretende explotar y arrazar con toda la riqueza de nuestra madre tierra.

Y hoy, cuando los campesinos nos estamos organizando y generando experiencias de resistencia a todos estos atropellos y presiones por parte del estado, utilizan el terror como método para amedrentarnos, mediante las ejecuciones extrajudiciales, las constantes amenazas, violaciones a los DD.HH e infracciones al DIH y perversidades como montajes judiciales contra nuestras organizaciones sociales, encarcelándonos y exiliando a nuestros lideres.

Caso muy propio el de nuestra organización, la ACVC, pues estamos siendo perseguidos con el único propósito de desequilibrar y romper el tejido social que hoy por hoy tenemos en la región, ya que los campesinos organizados y arraigados a nuestra tierra somos la piedra en el zapato para el estado en su perjudicial plan de entregar el territorio a las multinacionales, quienes pretenden explotar y arrebatarnos esta tierra donde nacimos, crecimos y en la misma que queremos ver nacer y formarse a nuestros hijos.

Por tal razón tenemos el deber moral y ético de luchar y persistir en la defensa de nuestro territorio, nuestra vida en condiciones dignas, nuestra cultura campesina y nuestros recursos naturales. Porque la tierra es de los que la colonizamos y la habitamos desde hace varias décadas, no podemos permitir que el estado nos la arrebate y se la entregue al maligno y destructor capitalismo.