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"Yo creo en la vida, creo en los demás, creo que este cuento hay que lucharlo por la gente, creo en un país en paz, creo en la democracia, creo que lo que pasa es que estamos en malas manos, creo que esto tiene salvación”: Jaime Garzón
Crean un portal de internet sobre la vida de Jaime Garzón
"Decir la verdad con tanta gracia y adorno que no duela mucho, pero que se diga la verdad y creo que hay que dejar constancia histórica de que uno dijo eso": Jaime Garzón
Marisol Garzón Forero / Lunes 10 de febrero de 2014
 

Cuando pienso en mi hermano en un momento tan difícil del país, como el que estamos viviendo, y con la sugerencia explícita de Yezid Corredor y Nadia Jiménez de crear la página web (deseo que desde siempre ha estado en mis sueños y hoy se hace realidad) uno se siente tentado a referirse a temas que, como el de la brevedad de la vida, el de la demencia de los violentos, o el de la Paz tan deseada y tan esquiva en medio de la hecatombe; están en las intenciones y en la mente de todos nosotros.

La parábola vital de Jaime Garzón, tiene como fundamento la inteligencia para mirar con severo ojo analítico, con profundo espíritu crítico la realidad del país y la vida de sus gentes, la habilidad para decir aquello que todos quisiéramos decir pero no podemos, o no queremos. En últimas, pone en evidencia un hombre que se comprometió hasta la locura para decir la verdad y utilizó el humor para presentarla con suficiente audacia. Él nos obliga a atender la realidad, a invitar a reflexionar en profundidad y a todos los niveles sobre las responsabilidades de la vida en comunidad que debemos asumir no sólo las autoridades y los medios de comunicación, los educadores y los educandos, los padres y las madres de familia, los hijos y los hermanos, sino también la totalidad de los ciudadanos corrientes, para buscar como lo querían los griegos, las reglas y la consciencia viva de las normas que deben regir la convivencia, para que la vida, de un lado, sea grata, amable, segura y digna y la patria, de otro, un medio creador y recreador para todos.

Y las apuestas de Jaime Garzón encaminadas a la construcción del país, una edificación serena que esté orientada por la consciencia de los valores que ordenan la vida y la convivencia humana, en un territorio y en un momento preciso; construcción que necesita la consciencia y la cultura de los cambios históricos, de los valores más relevantes en cada tiempo y en cada sociedad, para que fundada en ellos busque la estabilidad de las normas, factor que le da sentido y concreción a la acción educadora, cuyo objeto sea una unión viva y dinámica de las conciencias, de los espíritus, de las acciones en comunión de ideales, de formas sociales y culturales que surjan y puedan desarrollarse a pesar de las interrupciones y variaciones que la naturaleza humana le impone a sus esfuerzos, por obra y mérito de una vocación humanista y a la cual no podemos, ni debemos renunciar, también por lo más propio y profundo de la naturaleza humana, que lo lleva a trascender, a pesar de las debilidades de la carne y de las tentaciones del egoísmo.

Una construcción colectiva que cimente su propio sentido y dé significación a la función educativa, que nos permita proponer y realizar un ideal de cultura, que funde civilización, progreso, bienestar y tradición, todo sin falsificación histórica.

Una construcción pedagógica del país que se practique y no, simple y pasivamente, se enseñe o se reciba, que sea, de manera dinámica, moralidad externa y reglas de prudencia para la vida, transmisión de saberes teóricos y prácticos, de sabiduría culta y popular, una conducta recta y limpia con todos y consigo mismo.

Una construcción del país que comprenda al hombre como un ser único, total y abierto al mundo, a los demás hombres y a posibilidades inéditas que lo trascienden en el tiempo y en el espacio, en un conjunto de relaciones e interacciones en las que se materializa sus aspiraciones en la dinámica social, mediante un proceso en el cual humaniza su mundo y construye la historia.

Una construcción del país que al tomar al hombre como ser reflexivo y agente activo de su propia construcción, lo lleve a cuestionarse sobre lo que hace, tomar conciencia de sus actos, juzgarlos, valorarlos, orientarlos, tomar decisiones, realizar opciones y responsabilizarse de sus actos, de su vida y de su historia.

Una construcción del país desde una pedagogía que ofrezca la imagen del hombre tal y como debiera ser, para la estructuración de la personalidad nacional, la del colombiano que conoce sus deberes y los cumple, que entiende sus derechos y los defiende como un deber hacia sí mismo y hacia los otros, como la fórmula que funda el equilibrio en la relación de todos y en la vida de la sociedad.

Hoy desde www.jaimegarzonforero.com nos sumamos y nos comprometemos a buscar con nuestro pueblo y con sus gentes, el sentido de las tareas comunes y de los esfuerzos solidarios, que nos garanticen la posibilidad de crear, de soñar, de pensar y de decir una realidad nuestra, unos sueños propios y un futuro alentador para nuestra Colombia, cada vez más herida, dividida y masacrada. Aun así, en medio de las dificultades, mantenemos la frente en alto para defender nuestro derecho a un futuro en Paz, con el compromiso responsable y solidario de construir la Colombia que Jaime soñó, desde cada uno de los espacios donde nuestra vida se desenvuelve y realiza para la construcción de nuestro país.