Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó
:: Magdalena Medio, Colombia ::
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Guamocó en el punto de mira de las multinacionales
International Peace Observatory / Jueves 26 de junio de 2008
 

Guamocó es la región suroccidental de la Serranía de San Lucas, donde habitan alrededor de cuatro mil personas dedicadas a la minería artesana y al trabajo en el campo. Se caracteriza por ser, según exponen algunos estudios, una de las zonas auríferas más grandes del mundo, encontrándose también en su subsuelo otros preciados minerales como carbón y uranio. A finales de los años 60 y principios de los 70, mucha gente humilde de distintas partes de Colombia (generalmente proveniente de los departamentos colindantes) recolonizó Guamocó para dedicarse a la pequeña minería artesanal y configuró una realidad interétnica particular. La existencia de múltiples comunidades íntegramente afrodescendientes evangélicas ha teñido la región de cristianismo.

La crisis agraria propiciada por la profundización de la entrada del neoliberalismo a partir sobre todo del gobierno Gaviria, condenó a un sector de la población minero-campesina a cultivar la hoja de coca como única alternativa viable complementaria a las otras actividades tradicionales que les permitían subsistir. La amplia influencia guerrillera en la zona (uno de los feudos históricos del ELN, y donde permanece el 24 Frente de las FARC) se percibe aún en la Serranía. El paramilitarismo que tuvo una mayor presencia en la región hasta el año 2005 se desenvolvió sobre todo en aquellas zonas dónde las empresas multinacionales tenían fijados sus ojos para la explotación. Veredas como Palma Chica terminaron totalmente arrasadas por los sicarios armados organizados, territorio que actualmente (y curiosamente) se encuentra en las urpas de una reconocida multinacional. La ilegalización de la minería artesanal por parte del estado, las fumigaciones con glifosato intermitentes que emanan de las avionetas provenientes de los recursos del Plan Colombia y la promesa de bajomano hecha por entes gubernamentales a las grandes corporaciones empresariales interesadas en la región de Guamocó de entregarla “limpia” de guerrilla y de población para el 2012 pronostican un difícil futuro para los habitantes que desde hace ya cuatro décadas se están dejando uñas y dientes para poder seguir adelante.

La minería artesanal y los recursos naturales en peligro

Las ofensivas estatales desempeñadas para el usufructo de las multinacionales en la región ponen en peligro una cultura minera muy rica e interesante como es la minería artesanal que se desarrolla de distintas maneras: la extracción de aluvión, que se realiza a partir de la pequeña excavación a cielo abierto; la minería de veta, por la excavación profunda que precisa de la construcción de elaboradas galerías; o la minería por draga, que extrae las pequeñas pepitas minerales que los caños y ríos trasladan por el proceso de sedimentación.

Empresas como la Anglo Gold Ashanti y su filial Kedahda, o la representada por el gringo John Miller, han venido ofreciendo mejoras en infraestructuras y equipamientos como mecanismo para ganarse a las comunidades, aprovechando la desatención estatal que tiene a la población sumida en condiciones precarias.

Las fumigaciones a cultivos de consumo diario, los bloqueos económicos, la presencia de grupos de civiles encapuchados y armados, la inasistencia de las autoridades civiles, etc., son interpretados por los habitantes de Guamocó como una estrategia premeditada de desplazamiento. La incesante maquinaria propagandística utilizada para criminalizar la pequeña minería y agricultura habla de las enormes repercusiones que supuestamente tiene esta sobre el medio ambiente en una zona calificada como “reserva forestal”; de narcotraficantes sedientos de plata que no quieren terminar con el cultivo de coca. No hablan de los nocivos efectos medioambientales y socioeconómicos que han producido las grandes empresas mineras en otras zonas de explotación similar ni de la inexistencia plausible de alternativas para los pequeños cultivadores de coca.

Aheramigua: una alternativa para los agromineros de Guamocó

En este contexto nació Aheramigua (Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó) el 24 de junio de 2007 en la vereda La Marisosa, con el fin de realizar una lucha civil organizada para la defensa del territorio y la preservación de los recursos naturales. La amenaza contrastada que supone el interés de las empresas multinacionales para la pequeña minería y el campesinado, el abandono estatal y la situación de conflicto permanente reflejado en distintos grados en la región empujaron a crear esta estructura que permitiera defender los intereses de sus habitantes y los recursos naturales.

La primera gira que realizó Aheramigua para darse a conocer en distintas veredas de Guamocó se realizó en abril de 2008. La segunda gira de fortalecimiento político de Aheramigua ha recorrido las veredas de San Juan, Los Guayacanes, La Marisosa, Los Tomates, La Unión, Aquenque y La Corona en junio.

Como en la gira anterior, IPO ha estado acompañado el interesante proceso que se está desarrollando. Pero no éramos los únicos que estábamos allí… Otras organizaciones sociales de distinta matriz han estado acompañando parte o la totalidad de este recorrido: Asorvim, Credhos, el Colectivo de Abogados Luis Carlos Pérez, Prensa Rural, Pan Para el Mundo, PBI y la ACVC.

La sensibilización hecha durante estos días sobre temáticas tan distintas como las implicaciones de las entradas de las multinacionales, el respeto a los derechos humanos y el derecho de las víctimas, la necesidad de que los mineros cambien algunas prácticas nocivas para el medio ambiente, etc., han dado sus frutos, ya que en todas las veredas visitadas se han conformado nuevas hermandades. El trabajo cultural destinado a la recuperación y creación de una identidad colectiva que permita crear un arraigo mayor de la población a la tierra y expresar la realidad conformando un proceso de memoria histórica, ha sido otra de las actividades que se han realizado dignas de resaltar.

Sabemos pues, que Guamocó está en peligro, pero también sabemos que hay gente que está dispuesta a defenderlo.