Asociación Campesina del Catatumbo
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Falsos positivos en Colombia
La condena contra el auspiciador de falsos positivos en Ocaña
El exjefe de operaciones de la polémica Brigada 15 en Norte de Santander fue sentenciado a más de 35 años de prisión por el asesinato de un moto taxista
Santiago Martínez Hernández / Viernes 4 de abril de 2014
 

Después de que estallara en 2008 el escándalo de las ejecuciones extrajudiciales y se denunciara que las investigaciones contra los miembros del Ejército avanzaban a paso lento, el pasado 10 de marzo un juez penal del circuito especializado de descongestión en Cúcuta condenó a más de 35 años de prisión al coronel (r) Gabriel de Jesús Rincón Amado, exjefe de operaciones de la polémica Brigada 15 en Ocaña (Norte de Santander), recordada por ser el epicentro de las denuncias por falsos positivos. La sentencia contra el oficial (r) es por el homicidio de Luis Antonio Sánchez Guerrero, un mototaxista que fue asesinado el 16 de abril de 2007 y fue presentado como ‘hombre muerto en combate’.

El coronel (r) Rincón se convierte entonces en uno de los primeros altos mandos de la región en ser condenado por las ejecuciones extrajudiciales que se dieron en Ocaña entre 2006 y 2008. Y es que este hombre también está siendo procesado caso más representativo de los falsos positivos: el asesinato de 11 jóvenes de Soacha que fueron engañados y llevados hasta este departamento para luego ser presentados como guerrilleros muertos en combate. Rincón Amado es señalado por la Fiscalía y la justicia de ser uno de los jefes de una alianza criminal entre oficiales del Ejército y paramilitares que se unieron para matar civiles y entregar falsos resultados operacionales, a cambio de permitir que bandas criminales actuaran sin control alguno de la ley.

La muerte de Luis Antonio Sánchez es una clara muestra de cómo funcionaba este grupo criminal denominado ‘Casa Grande’, que estaba bajo el mando de un temido jefe paramilitar conocido por el alias de ‘Leo’ o ‘Manuel’. Sánchez fue asesinado en un sendero ecológico de la reserva natural Hormigueo de Torcoroma, ubicado en la vereda Agua de la Virgen (Ocaña). Fue Nancy María Sánchez, su compañera sentimental, quien denunció los hechos ya que ella aseguraba la víctima no era más que un mototaxista disfrazado de guerrillero. Esta versión fue corroborada por Michael Hermides Felizola, el dueño de la moto con la que Sánchez trabajaba.

Entre las pruebas más significativas que aprobó el juez, están los testimonios de Jhon Jairo Pabón Vega, alias ‘Loquillo’, y el cabo Carlos Eduardo Mora, este último recordado por se quien destapó el escándalo de los falsos positivos en el país. Ambos hombres manifestaron que Sánchez fue uno de los tantos ‘regalos’ que hicieron los paramilitares al Ejército. En un principio la Brigada 15 presentó documentos falsos que acreditaban una supuesta operación ordenada por el coronel (r) Rincón y liderada por el capitán (r) Dadalier Jacome Rivera en la vereda Aguas de la Virgen. Sin embargo, los investigadores lograron determinar que todo fue planeado con la ayuda de la asesora jurídica de la brigada, Leidy Andrea Suárez, quien les decía “ideas de cómo cuadrar el teatro del crimen para mostrarle a la Fiscalía o al CTI un supuesto combate”.

Toda la investigación tomó rumbo después de escuchar las declaraciones del cabo Mora, quien manifestó que el día de los hechos él se había quedado de encontrar con ‘Loquillo’ ya que en esa época el desarrollaba labores de inteligencia para desarticular las bandas criminales de la región. Dicho encuentro jamás se realizó ya que el desmovilizado le contaría después a Mora que esa noche habían asesinado a otro civil que iba a ser presentado como un guerrillero muerto en combate. Esta versión fue confirmada por ‘Loquillo’, quien en una de sus indagatorias terminó por esclarecer que sucedió esa noche.

Según le relató ‘Loquillo’ a las autoridades, Sánchez Guerrero cayó en manos de la Casa Grande ya que encajaba en el perfil de los elegidos: delincuentes o personas que dijeran ser de la organización. “Yo le comuniqué a ‘Leo’ que había un muchacho dando lora, diciendo que era ‘paraco’. ‘Leo’ me dijo que lo dejáramos quietico para después legalizarlo (...) Ese día (16 de abril de 2007) yo le pedí una carrera y le dije que me llevara hasta el barrio la Gloria (…) Fue cuando alias ‘Eduardo y ‘Giovanny’ atravesaron un carro, lo bajaron de la moto y lo montaron al carro, y se dirigieron hacía la vía de Aguas de la Virgen. Ahí los estaba esperando el sargento Rafael Urbano Muñoz, alias ‘Hitler’”, aseguró el desmovilizado. Este último oficial ya fue condenado por falsos positivos y es señalado de ser el responsable de la ejecución de decenas de personas.

‘Loquillo’ agregó que él mismo le entregó a ‘Hitler’ el arma Sig Sauer 9 milímetros, los nueve cartuchos y la granada de fragmentación IM26, para hacerlo pasar como guerrillero. En cuanto a la moto, dijo que le quitaron las placas y la mandaron a otro municipio cercano. Tanto ‘Loquillo’ como el cabo Mora, señalaron al sargento Urbano Muñoz de ser el contacto entre la cúpula militar de la Brigada 15 y comandante paramilitar alias ‘Leo’. Para el juez la responsabilidad del coronel (r) Rincón Amado es clara, era quien daba las órdenes de realizar los ‘operativos’ para ejecutar a los ‘regalos que les enviaban los paramilitares a cambio de dejarlos delinquir.

Cabe recordar que en octubre del año pasado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) decretó medidas cautelares para el cabo Mora, después de que denunciara que en su contra continuaba la persecución por parte de los militares implicados en el proceso de los falso positivos de Soacha –entre ellos el coronel (r) Rincón y el coronel (r) Santiago Herrera, comandante de la Brigada 15 para la época de los hechos–. Y es que según le dijo Mora a la CIDH, los oficiales (r) que fueron destituidos por Álvaro Uribe Vélez en 2008 junto a otros 25 militares, le dijeron que atentarían contra su vida y la de su familia por “ser un sapo de inteligencia”.

@santsmartinez

* Tomado de El Espectador