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Se desata terror militar en Montes de María
A 10 días de la visita humanitaria de varias ONG a la zona, la fuerza pública emprendió una dura represión en las veredas. Hay detenciones masivas y han sido capturados al menos 13 campesinos a quienes según testimonios se les está violando los derechos civiles.
Camilo Raigozo / Sábado 5 de agosto de 2006
 
En este sitio denominado La Cansona, hay un puesto militar donde se ejecuta un brutal bloqueo económico a las comunidades. Foto: C. Raigozo.

En una acción conjunta denominada ‘operación Búfalo’, emprendida por la Infantería de Marina, el DAS, la Policía Nacional, el Gaula y la Fiscalía, han sido capturados al menos 13 habitantes de los diferentes municipios que comprenden los Montes de María, en la Costa Atlántica colombiana.

La represión militar sobre el campesinado se empezó a ejecutar desde el 4 de agosto en las diferentes veredas, donde se le da captura arbitraria a las personas.

Entre las víctimas se encuentra Badid Antonio Blanco Jaraba, concejal del municipio de Ovejas (Sucre). Según testimonios, al concejal se le ha montado un proceso jurídico donde se le acusa de rebelión.

En los dos días del operativo militar, ya son 13 los campesinos detenidos, a quienes se les acusa de desplazamiento forzado, extorsión y subversión.

En varias veredas de Montes de María, la población se reunió con la misión humanitaria y denunció las violaciones a sus derechos civiles por parte de la fuerza pública y de otras entidades del estado. Foto: C. Raigozo

En la misión humanitaria que realizaron en Montes de María entre el 21 y el 26 de julio anterior varias ONG defensoras de los derechos humanos nacionales y extranjeras, así como varios medios de comunicación entre ellos Notimundo, se constataron los atropellos que sufren los campesinos a manos de la fuerza pública.

Las comunidades han sido objeto de amenazas, detenciones arbitrarias sin orden judicial, capturas masivas en las que el estado utiliza la red de informantes a sueldo, desplazamiento forzado por amenazas de muerte y prohibición al libre tránsito de personas, alimentos y medicinas.

El campesinado padece también el bloqueo económico, amenazas de paramilitares, quema de viviendas, fumigación aérea de los cultivos de aguacate, ñame, yuca y pancoger.

Las fumigaciones han tenido unas consecuencias catastróficas para los humanos y el ecosistema por el envenenamiento del agua y la biodiversidad de la zona.