Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

La trampa de la “tercera vía”
Semanario Voz / Sábado 5 de julio de 2014
 

Un encuentro internacional de ex presidentes neoliberales, responsables de crisis sociales, aspira a dar cátedra económica y de paz para Colombia.

“El mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario” es la premisa primordial que anuncia la primera cumbre internacional de la Tercera Vía, convocada por el presidente Juan Manuel Santos, en Cartagena, el martes de la presente semana, con el objetivo de darle rostro humano al capitalismo salvaje.

Asiste a la cumbre lo más variado y predominante del neoliberalismo económico en el mundo desde la década de los 90: ex jefes de estado como el estadounidense Bill Clinton, el brasileño Fernando Henrique Cardoso, el chileno Ricardo Lagos, el español Felipe González. Lo más representativo de la Tercera Vía estará a cargo del inglés Tony Blair, panelista principal de la reunión en la que se pretenden anunciar las bondades de la paz, el desarrollo económico y el posconflicto, de llegarse a acuerdos con la insurgencia.

Eufemismo neoliberal

La Tercera Vía es considerada por muchos como un auténtico caballo de Troya del neoliberalismo cuya concepción aspira a encontrar el punto de equilibrio para sostener un desarrollo económico con la menor de las afectaciones sociales. No obstante, lo que se experimentó en países como Inglaterra cuando anunciaron tal implementación fue la profundización de la economía de mercado, cercenar las conquistas alcanzadas en los sistemas de seguridad social y una apertura al gran capital, ahondando en la doctrina militar que aumenta ostensiblemente su gasto.

Esto decía el sociólogo estadounidense James Petras de la Tercera Vía hace una década: “La Tercera Vía promovió la desindustrialización de Inglaterra. El programa de privatizaciones de Tony Blair ha minado el plan nacional de salud, perpetuado el peor sistema de transporte e infraestructura de Europa Occidental, y puesto a los trabajadores ingleses en el peor lugar en lo que respecta a los derechos sociales. Claramente, la Tercera Vía es un simple eufemismo para el neoliberalismo autoritario y el militarismo”.

Tercera Vía y la paz

La paz será el tema central del encuentro. “Oportunidades de una nueva Colombia en paz”, y “De la paz al desarrollo: Tercera Vía”, son los foros que marcarán la discusión y orientarán conclusiones de la cumbre. Según el presidente Santos, quien estará acompañado por Luis Alberto Moreno, director del Bando Interamericano de Desarrollo, lo que se va demostrar es el buen negocio de la paz silenciando los fusiles. En eso coinciden buena parte de los estudios económicos del posconflicto que auguran un crecimiento hasta de cuatro puntos porcentuales del Producto Interno Bruto con la firma de los acuerdos. Pero nada se habla de soslayar las causas que generaron el conflicto.

Hoy el capitalismo y su modelo neoliberal exigen condiciones de estabilidad y homogeneidad política, una legislación propositiva para las inversiones, pero sobre todo, no tener un poder militar de oposición que impida a los dueños de los grandes negocios sentar sus apuestas en Colombia como fuente segura de sus capitales. Las FARC resultan ser una fuerza política beligerante en contravía de tales intereses.

La implementación

Según Juan Manuel Santos, desde su primer mandato se han venido aplicando los términos de referencia de la Tercera Vía: “La Tercera Vía es también encontrar un sano equilibrio entre el capital y el trabajo, para que, en lugar de pelearse, funcionen unidos y creen una sinergia, como efectivamente la pueden crear si trabajan en la misma dirección”. Pero la conflictividad social del país demuestra que ha sido equivocada la fórmula.

Los acuerdos de La Habana en los primeros tres puntos, hechos públicos por las delegaciones de paz de las partes, han acentuado en la necesidad de construir unos mínimos para la sociedad. Entre ellos las reformas sociales que viabilicen una paz estable y duradera; y sin embargo, la no aplicación inmediata de tales acuerdos profundiza las desigualdades sociales que embargan el país.

Solamente el paro agrario nacional le demostró al Gobierno Nacional que pactar el desarrollo de la política pública con el empresariado del campo no es la salida a su crisis. Las reformas que anuncia el establecimiento giran en torno a cambios sociales de forma y no de fondo. La salud pública requiere una intervención sustancial y la educación en todos sus niveles está en el último renglón de prioridades para el ejecutivo.

Atrás pareciera quedar la tesis de la acumulación de la tierra como fuente de riqueza; ahora junto a la explotación está la inversión de capital multinacional, pretende perfeccionar el neoliberalismo maquillando su naturaleza. Tal concepción de desarrollo económico hace parte de una de las tantas razones que produce el fraccionamiento entre los santistas y uribistas.

En la imagen,Tony Blair, ex primer ministro de Gran Bretaña y el presidente Juan Manuel Santos, dos flamantes representantes de la "tercera vía"