Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra
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Denuncia pública
Atropellos del ejército en la vereda El Jardín, en San Pablo, sur de Bolívar
 

A continuación hacemos pública la denuncia hecha por la comunidad de la vereda El Jardín, del municipio de San Pablo, sobre los atropellos cometidos por unidades de la Quinta Brigada del Ejército Nacional, en el marco del operativo militar que adelanta en zonas rurales del Sur de Bolívar.

El día 7 de septiembre del año en curso, siendo la 1:30 de la tarde, arribaron tropas del Ejército Nacional a la finca “La Esperanza”, donde detienen injustificadamente a siete personas, entre ellas a dos menores de edad. Los nombres de los detenidos son: Blanca Senaida Barrientos, Jairo Alberto Díaz, María Teresa Ortega, Álvaro Andrés Barrientos, Rafael Antonio Chamorro, John Felipe Chamorro Ortega (menor de edad), y Edith Francelly Díaz Barrientos (menor de edad).

El día 8 de septiembre los soldados llegaron a la vivienda de Jairo Alberto Díaz, deteniéndolo junto con Doris León Montoya y Darío Alberto Arboleda. Jairo fue amarrado y amenazado con un revolver sobre su cabeza. La detención se prolongó hasta que la comunidad se movilizó y exigió la libertad de estas personas.

Los soldados fotografiaron a los detenidos y a la comunidad en general, y así mismo hurtaron de las viviendas a las que ingresaron dos vacas, un toro, cien racimos de plátano, 20 matas de yuca, dos cadenas de oro, un anillo de oro y cuatro dijes, elementos avaluados en cinco millones de pesos. Al retirarse de la finca, las tropas dejan en los árboles marcas con la sigla “AUC”.

Posteriormente, el día 31 de octubre, siendo las 10:00 de la mañana, unos 15 uniformados que se identificaron como pertenecientes al Batallón Nueva Granada llegan al sitio conocido como Los Cocos, allanando sin orden judicial una vivienda campesina. En los hechos, los soldados intimidan a la señora Carolina Ariza Cortés, insultándola y llamándola “guerrillera”, y detienen a José Alquíber, agricultor reconocido por la comunidad. La detención se lleva a cabo sin presentar ninguna orden de captura, y valiéndose del señalamiento de un desertor de la guerrilla que acompaña a las tropas. Así mismo, al señor José, mediante un montaje, le fueron colocadas dos armas para justificar su detención.

Durante el hecho, fueron interrogadas dos niñas de 6 y 7 años, quienes fueron conducidas por los soldados, junto con la señora Carolina, por un tramo de un kilómetro.

De la misma manera, los uniformados hurtaron los siguientes elementos y animales: un chivo, dos piscos, tres gallinas, una motosierra estil 070, una pitadora de ocho litros, un indio grande, ropa de la señora Carolina y de las dos niñas, el marcado de la familia, ocho cobijas, útiles de aseo, dos pares de zapatos, útiles escolares y un radio marca Sony de dos bandas, por un total avaluado de $4.800.000. El resto de bienes fueron destruidos.

Ése mismo día, siendo las 12:30 pm, los soldados arriban a la finca Altos de las Brisas, ingresando a la vivienda del señor Luis Manuel Martínez. Allí también se identifican como el Batallón Nueva Granada del ejército, aunque tres de los soldados portaban un brazalete alusivo a las “Águilas Negras”.

Allí, sin orden judicial, allanan la casa de Luis, y maltratan a las siete personas presentes, entre las cuales se encontraban dos menores de edad. Y sin ninguna orden de captura, detienen a Luis y a su hijo Dairo Manuel, menor de edad. También roban útiles de aseo, dos cobijas, mercado, un toldo y dos gramos de oro.

En horas de la tarde, las tropas se retiran de la vereda, llevándose con ellos a los tres capturados: Luis Manuel Martínez, su hijo de 16 años Dairo Manuel Martínez y José Alquíber Trujillo, quienes fueron trasladados a la ciudad de Barrancabermeja.

Manifestamos que continuaremos denunciando estos atropellos y reclamando ante las autoridades competentes por el respeto a nuestros derechos. Exigimos la libertad para las personas de nuestra comunidad que fueron capturadas, y esperamos contar con el respaldo de las diferentes comunidades en la exigencia de nuestros derechos, que como ciudadanos nos corresponde.