Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

En Granada (Antioquia), víctimas exorcizaron recuerdos del conflicto
Agencia de Prensa IPC / Viernes 5 de septiembre de 2008
 

“Reconstruir la memoria histórica de los que nos pasó no va a cambiar nuestro pasado, pero si va ayudar a que muchos de esos horribles hechos que vivimos no se vuelvan a repetir”. De eso está convencida Marta, una víctima del conflicto armado del municipio de Cocorná.

Para ella, “más dolorosa que la muerte es el olvido”; por ello, no desaprovecha la ocasión para rendirle un tributo a su hijo, desaparecido al parecer por grupos paramilitares hace ocho años. Así lo hizo de nuevo este viernes 5 de septiembre, en el marco del primer Encuentro Regional de Derechos Humanos y Memoria de las Víctimas del Conflicto Armado del Oriente Antioqueño, que tuvo lugar en el municipio de Granada.

Marta marchó por las principales calles granadinas junto a más de 400 personas afectadas por la confrontación armada provenientes de 13 municipios de esta subregión antioqueña. Allí unió su voz a la del resto de víctimas para exigir verdad y justicia y, aprovechó además, para exhibir el pequeño monumento que elaboró en memoria de su primogénito: una piedra que extrajo de un río para pintarla de varios colores y en la que se lee la inscripción: “¿Dónde está mi hijo desaparecido?”.

La ofrenda de la mujer cocorneña no fue la única. De manera individual o colectiva, las víctimas del conflicto armado del Oriente exorcizaron los dolorosos recuerdos de la guerra mediante actividades simbólicas y tributos a los seres queridos que tuvieron lugar en el parque principal.

“Las víctimas de El Peñol queremos dejar una ofrenda floral, en memoria de nuestros muertos”, dijo una mujer que tomo la vocería de la delegación de este municipio mientras que la representante de Concepción rindió tributo a sus paisanos desaparecidos con el fruto típico de su región: la guayaba. “En nuestra tierra se produce esta fruta y queremos traerla para significar que tenemos que salir adelante”.

A pesar del dolor que a muchas de las víctimas aún las embarga, la consigna durante toda la jornada no fue otra que la de trabajar mancomunadamente por su dignificación. “Estamos mostrándole a todo el Oriente y al departamento que nosotras (las víctimas) ya no queremos seguir con la cabeza agachada. Nos estamos organizando para reclamar nuestros derechos”, señaló Gloría Ramírez, presidenta de la Asociación de Víctimas de Granada (Asovida).

Precisamente esta localidad del Oriente se ha convertido en ejemplo para otros municipios gracias al trabajo de movilización y acompañamiento a personas afectadas por la violencia armada que vienen realizando desde hace varios años, proceso que ha crecido a tal punto que no sólo ha motivado la participación de diversos sectores de la comunidad sino que ha logrado visibilizar la situación de las víctimas en materia de derechos humanos.

“Hemos logrado visibilizar nuestra situación a un punto tal, que la Administración Municipal ya se comprometió a apoyar este movimiento y contribuir, desde la formulación de políticas públicas municipales, a mejorar las condiciones de vida de las víctimas”, agregó Margarita Morales, perteneciente a Asovida.

Memoria: un imperativo ético

Uno de los aspectos más destacados del trabajo en Granada lo constituye la apuesta por recuperar la memoria histórica. A través de actividades como la construcción del monumento en honor a los desaparecidos, ubicado en el parque de la vida, así como el Salón del Nunca Más, que será inaugurado el próximo año, los granadinos han inmortalizado los nombres de sus seres queridos fallecidos durante los años más cruentos del conflicto.

Para Gloria Ramírez, hablar de lo pasó durante aquella época de dolor ha servido para sanar heridas e iniciar un proceso de reconstrucción del tejido social.

“Al principio era muy difícil que la gente hablara del tema, pero ahora hay mucha gente interesada en superar esos momentos dolorosos. Eso también ha servido para que las víctimas se sientan valiosas, que no tenemos por qué inspirar lastima, que somos ciudadanos y que tenemos derechos”, manifestó la presidenta de Asovida.

Dicha iniciativa ha despertado el interés de otras localidades e incluso, se ha convertido en objeto de análisis por parte de académicos e investigadores, como es el caso de Angélica Nieto, docente en ciencias políticas de la Universidad Nacional de Colombia, que estuvo presente durante la Jornada con el fin de conocer más de cerca este proceso.

“Hay mucho que aprender de todo esto que se viene haciendo en Granada y en el Oriente en general. Hay un gran interés en esta región por reconstruir tejido social y por hacerle frente a un contexto en el cual el conflicto no ha desaparecido”, declaró Nieto, quien viene investigando el tema de la memoria desde hace años.

Según la docente, la sociedad colombiana en su conjunto debe comenzar a hacerse la pregunta por las múltiples memorias que hay detrás de cuatro décadas de conflicto armado, pues esto constituye base fundamental de cualquier proceso de justicia transicional, como el que vive actualmente Colombia, que conduzca a niveles óptimos de verdad, justicia y reparación.

“Es lógico que haya víctimas del conflicto que no quieran recordar lo que les pasó y están en su derecho. Eso es un proceso individual, pero la sociedad en su conjunto está en el deber de no olvidar. Hay que recordar y reconocer lo que pasó por una razón fundamental: para que no vuelva a ocurrir. Recuperar la memoria histórica es un imperativo ético”, aseveró la investigadora.