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Perseverar en lo bueno
Rodrigo López Oviedo / Martes 4 de noviembre de 2014
 

Los diálogos de La Habana han dado lugar a buen número de iniciativas ciudadanas, a través de las cuales se ha querido auscultar el criterio de diversos sectores de la población respecto de la forma en que quisieran ser tenidos en cuenta al momento de cerrar los acuerdos que se buscan entre la insurgencia y el Gobierno, camino a la paz.

Las Constituyentes han sido una de tantas iniciativas, pero desafortunadamente no han sido favorecidas con la debida acogida de los ciudadanos, pese a los grandes esfuerzos hechos por los organizadores y a que sus temarios han estado enfocados a problemas que afectan la fibra misma de los convocados.

La causa de tal desinterés podríamos asignársela a la incultura política de nuestra población, que no ha logrado descubrir el poder transformador que hay en su protagonismo social. Sin embargo, esa culpa está atenuada por otra, de mayores proporciones, que recae en los pervertidos intereses de las clases dominantes. Estas no han tenido ningún empacho en someter a las grandes mayorías, no solo a su poder económico, que se manifiesta en la explotación de la fuerza de trabajo, sino también a la influencia nociva de sus grandes medios de comunicación, mediante los cuales, entre otros mecanismos, hacen realidad aquello de que la ideología de la clase dominante es también la que predomina en el resto de la población.

Se trata de un hecho que, por cierto, no es fatalmente insuperable. Llegarán los días en que las clases dominantes no puedan seguir dominando a las otras clases, que ya por entonces no se aguantarán el seguirlo siendo. De allí que mientras llegan tales días, deba perseverarse en la realización de eventos como los mencionados, con lo cual se irá abonando el camino para que no haya que esperarlos mucho, al tiempo que se procura que ese advenimiento triunfal se realice con los menores traumatismos posibles.

Las Constituyentes que se han estado realizando últimamente han tenido el propósito de conocer el criterio de los ciudadanos respecto de los cambios que a su juicio deben operarse en los aspectos relativos a la problemática para cuyo estudio ha sido convocada la respectiva constituyente y sin los cuales consideran imposible elevar su calidad de vida. Las conclusiones de muchas de ellas han servido de insumo para las discusiones y acuerdos en La Habana; de allí que debamos aplaudir su realización, como debemos aplaudir la Constituyente que, al momento de escribir esta nota, se está realizando en Chaparral, la que se realizará del 13 al 14 de noviembre en Planadas y la del 29 y 30 en Neiva, ésta última de carácter nacional.