Asociación Campesina del Catatumbo
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Catatumbo: Dignificando la resistencia por la memoria contra el olvido
Agencia Prensa Rural / Lunes 27 de octubre de 2008
 

El calendario señala el 12 de octubre como el Día de la Raza, el Día del Descubrimiento de América, el inicio de la era de la civilidad del continente. Sin embargo, en la conciencia humana el 12 de octubre es el inicio de la barbarie, de una civilidad cobrada violentamente y pagada no sólo con la vida de nuestros ancestros sino también con el saqueo de nuestros recursos naturales, nuestras riquezas.

Hoy en día, 516 años después, luego de más de cinco siglos de civilidad, la situación no ha variado mucho, la barbarie continúa pero ahora la enrostran nuevos testaferros, el saqueo se sostiene pero ahora bajo el nombre de inversión extranjera y así, en nombre del llamado progreso, la historia se repite y muchos de los nuestros pagan un precio muy alto, mueren por querer vivir tranquilos en su terruño.

El 2008 fue el año en que indígenas motilones y campesinos acordaron conmemorar el 12 de octubre y hacer de esta fecha un homenaje a la dignidad en defensa de la vida, la naturaleza, el territorio y la cultura. Por ello más de 350 campesinos y 500 indígenas de la etnia motilón barí salieron este pasado12 de octubre a las calles de Cúcuta a gritar ¡Basta ya! con el saqueo de sus recursos, no a la exploración y explotación a cielo abierto del carbón; que no sea más la muerte y el despojo la consecuencia del renombrado progreso que los catatumberos deben pagar.

Hacía ya 10 años que los campesinos no salían a las calles o a las carreteras a expresar su indignación. El antecedente más cercano de movilización fue el éxodo campesino de 1998, pues el paramilitarismo que ingresó a la zona en 1999 arrasó con toda la organización campesina que lideró estas históricas jornadas de resistencia; ellos prohibieron cualquier tipo de manifestación, destruyeron las organizaciones sociales, masacraron a cientos de personas, amedrantaron a poblaciones enteras, desplazaron a miles de familias, hurtaron sus tierras, sembraron el terror a punta de macheta, motosierra y fusil.

En cambio, el pueblo indígena motilón barí, desde el 2006 no le recordaba al hombre blanco que son ellos los habitantes originarios de esta región y que por defender su casa son capaces de abandonar sus comunidades en la espesa selva catatumbera y salir a las calles, como lo hicieron años atrás en Tibú y ahora en Cúcuta, a defender el territorio ancestral de la explotación, antes del petróleo y ahora del carbón.

A pesar de las actuales amenazas, pues el rearme de grupos paramilitares, ahora conocidos como Águilas Negras, ha generado que el temor del pasado se reviva en el presente. Mientras tanto, este gobierno asegura que el paramilitarismo no existe y que los actuales grupos ahora denominados como Autodefensas Gaitanistas, Nueva Generación o Bloque Norte son simples bandas emergentes de narcotraficantes y delincuentes, como si el paramilitarismo fuera cosa distinta o como si estos nuevos grupos fueran pequeños reductos producto de una violencia diferente.

Hoy en día, en la región del Catatumbo la zozobra de sus pobladores la origina la presencia de uno de estos grupos denominado Bloque Norte. De este se conoce que tiene una presencia con 15 miembros en Ocaña y en la zona rural del municipio de González del departamento de Cesar ya hay un ejército con 300 hombres.

Aunada a esto, la grave situación humanitaria que vive la región del Catatumbo hace que sus pobladores planteen estrategias de defensa del territorio, pues las continuas amenazas como lo son las fumigaciones del parque natural - reserva forestal, la militarización, la ausencia de políticas de inversión social real, entre muchas otras razones, han validado el encuentro de las dos culturas en torno al respeto y la defensa de su territorio contra el saqueo de sus recursos.

En este sentido, la unidad del pueblo indígena barí y de los campesinos representados en la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), ha generado la realización de la Campaña “Vida, Naturaleza, Territorio y Cultura”, con la cual no sólo pretenden visibilizar la problemática que aqueja a los habitantes del Catatumbo, sino que también es un escenario de coordinación de acciones que permitan garantizar la permanencia en el territorio.

En el marco de esta campaña se han adelantado citas tanto con las administraciones locales como con los concejos municipales de Tibú, Teorama, Convención, San Calixto, El Carmen y El Tarra; se han realizado escuelas de sensibilización, encuentros entre indígenas y campesinos, el foro efectuado el 21 de noviembre del pasado 2007 en Tibú, entre otros. Ahora en el mes de noviembre se adelantará una gira por Europa como una de las actividades del itinerario de la campaña.

Y en este contexto de los falsos positivos de la “seguridad democrática”, Ocaña se consolida como un macabro ejemplo de una realidad constante y presente en los demás municipios de la región del Catatumbo. No en vano en lo que va desde el 2006 hasta la fecha, según la Corporación Colectivo de Abogados Luis Carlos Pérez, en cinco municipios del Catatumbo colombiano van 66 campesinos ejecutados por las Fuerzas Militares y presentados como guerrilleros dados de baja en combate.

Toda esta historia de muerte, barbarie y despojo se convierte en la memoria colectiva de los pobladores del Catatumbo, que no sólo recuerdan el traumático pasado sino que lo resignifican en su memoria, en el presente, como la resistencia por la permanencia en su territorio viviendo dignamente.

Este es el tiempo propicio para que acompañemos al Catacho - como le dicen los campesinos cariñosamente -, en aras de conocer la verdad para que haya justicia, porque es ahora cuando las voces silenciadas han vencido al impune silencio y están gritando esas verdades que a muchos incomodan pero que relatan ese pasado de violencia anteriormente amparada, hoy en día amparada y ejercida, por la institucionalidad.

Porque mantenemos la esperanza que defender la vida sí es posible.

Abadana ichilly isthana chisaisabay!

¡Por la defensa de nuestro territorio y cultura!


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