Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra
:: Magdalena Medio, Colombia ::
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Hombres armados amenazan a la población en la ciénaga de Sardinata de Yondó, Antioquia
 

El campesinado del Valle del río Cimitarra históricamente se ha organizado conforme su cultura según las condiciones en el territorio para su defensa y desarrollo campesino sostenible. Por ello existen comités de ganado blanco, bufaleros, de caña, mineros, arroceros, pesqueros, de mujeres, de jóvenes, de derechos humanos entre otros.
 
La Zona de Reserva Campesina es una figura en la que es el mismo campesinado que defiende el medio ambiente como parte integral del territorio y por esto todos los comités y espacios organizados cuentan con reglamentos que a la vez pretenden garantizar la soberanía y seguridad alimentaria, promueven el uso razonable de los recursos naturales y la protección de sus especies nativas.
 
En nuestra región tenemos una riqueza hídrica muy importante como son las cuencas y los complejos cenagosos. Alrededor de estas se han creado comités pesqueros como principales responsables de la defensa y pervivencia de los hábitats existentes.
 
Sin embargo, estamos viviendo con preocupación una serie de hechos que se vienen presentando, especialmente en la ciénaga Sardinata ubicada en la parte sur de la Zona de Reserva Campesina, dentro del municipio de Yondó en el departamento de Antioquia.
 
En la tarde del 2 de febrero, varios hombres armados y usando prendas militares llegaron a la ciénaga Sardinata de la vereda del mismo nombre, y se llevaron a los pescadores Jhon Jiménez, Cedit Baldemir Navarro e Isaac Martínez, los mantuvieron retenidos durante dos horas y luego les dejaron ir.
 
Luego continuaron con su ruta y llegaron tres de ellos a la vivienda de una de la familia Laverde Fandiño conformada por dos adultos y cuatro niñas menores de edad, procedieron a dividir la familia, uno se llevó a los dos adultos a unos 400 metros de la vivienda, mientras los otros dos se quedaron con las menores en la casa. Otro sacó a la mayor de las niñas a unos 50 metros de la casa y la presionó con preguntas como que “cuál era el grupo armado al que pertenecía ella con su papá”, “ que si no tenía miedo”, a lo que la menor manifestó que ellos no pertenecían a ningún grupo y que estaban allí porque les gustaba el campo.
 
El otro hombre que se quedó en el interior de la vivienda con las otras tres niñas, le dijo a la niña de 14 años cogiéndola por la cara que iba a hacerle daño si volvían a encontrarlos en la zona, esa situación duró de 2 a 3 horas. Después de transcurridas las 3 horas de estar separados, juntaron a la familia y los hombres armados con prendas militares más los que estaban en la ciénaga se dedicaron a la pesca con trasmallos y duraron hasta las 3 de la mañana en la ciénaga. A la familia no le permitieron encender luces y la amenaza fue que no querían volverlos a encontrar en ese lugar. La familia completa salió desplazada.
 
Esa misma noche los hombres entraron en la vivienda de otro campesino pescador miembro del comité pesquero, Humberto Jaramillo, a él le robaron la estufa, el cilindro de gas, una máquina que usa para hacer obras en madera, el mercado y ropa tanto de él como de su compañera permanente.
 
Estos hechos todos fueron puestos en conocimiento de las autoridades competentes de manera oportuna.
 
El día 8 de febrero a las 9:45 am llegaron 5 personas que no son de la región en un motor canoa a la ciénaga de Sardinata. Este hecho fue puesto en conocimiento de miembros de la Policía nacional asignados a la estación del municipio de Yondó como método de prevención teniendo en cuenta los antecedentes. Sin embargo, dieron las 3:00 pm, cuando las personas extrañas se marcharon sin que hubiese ninguna acción por parte de la policía.
 
Se conoce hasta la madrugada de hoy 9 de febrero de la presencia de varias personas en diferentes canoas, también desconocidas, que continúan pescando en la ciénaga sin autorización comunitaria alguna.

Solicitamos a los entes de control y a las autoridades competentes investigar y hacer seguimiento a estos casos.

A la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos, exigir al Estado Colombiano seguimiento a estos casos que ponen en riesgo la vida e integridad de los campesinos y campesinas de la Zona de reserva campesina del valle del Río Cimitarra.