Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Poema
¡Por favor no maten la esperanza!
Jhon Jairo Salinas / Sábado 21 de febrero de 2015
 

Niños de la guajira muriendo de sed y hambre.

El agua no es para ellos, es para extraer el maldito carbón.

Niños deambulan por las calles,

Buscando comida como perros hambrientos,

A otros les pintan el tetero de blanco

para que crean que están tomando leche.

Como lobos rabiosos se matan entre sí,

Descargando su ira y rabia contra un estado que se desentiende con ellos,

Inhalando pegantes, andando sin rumbo,

Encontrando la hidra de un estado panóptico.

Explotan sus cuerpecitos vendiéndolos al mejor postor.

Sus madrecitas los abandonan a su suerte,

Para que busquen su honor,

Ese honor es la tortura, violación y desaparición.

Se encuentran con la vorágine en la selva de cemento,

Ellos piden un bocadito ¡por favor no hemos comido!

Un señor les da unos centavitos,

Felices van para el restaurantico,

Solo les alcanza para un trozo de pollito.

Una noche lluviosa, frio les da,

Cartoncitos y papelitos son sus cobijitas,

Lloran tristes y desconsolados, uno de ellos exclama,

¡Me falta el cariño de mi mamá y mi papá!,

Él otro contesta no sé quién es mamá y papá,

Caritas sucias con ojitos de hambre,

Piecitos descalzos, ausentes de calzado.

Niños de la calle cada vez más solos

los engulle el cemento, mortaja viviente

que sigue creciendo y se multiplica,

¡aún está con vida! y laten sus cuerpos,

Niños de la calle nacidos del viento,

ropita de carne, padres golpeadores,

faltos de trabajo de pobreza enfermos,

presos por robar o quizás han muerto.