Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño
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Cahucopana: dos años de lucha y resistencia
Mónica Orjuela / Viernes 15 de diciembre de 2006
 

Los pasados 9 y 10 de diciembre, la Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño (Cahucopana) llevó a cabo el encuentro regional por los derechos humanos, adelantado en la vereda Puerto Nuevo Ité, de la zona rural del municipio de Remedios.

Al evento asistieron diversas delegaciones provenientes de varias veredas del Nordeste Antioqueño y la parte media del valle del río Cimitarra. También se contó con la participación de talleristas y delegados de organizaciones sociales de Bogotá, Medellín, Barrancabermeja y Bucaramanga, y el acompañamiento de voluntarios del Observatorio Internacional de Paz.

El encuentro estuvo precedido de la realización de la asamblea preparatoria de Cahucopana, en la que se presentaron los logros de la corporación a lo largo de dos años de lucha y resistencia por la defensa de los derechos de las comunidades campesinas. Luego se desarrolló el encuentro regional, que se llevó a cabo en el marco de la conmemoración del día internacional de los derechos humanos, y durante el cual se realizaron talleres sobre temas como resistencia, cartografía social como forma de reconocimiento de las condiciones generales en las que se encuentra la región, así como también talleres infantiles y de género y eventos culturales y deportivos.

El camino recorrido

Durante la asamblea, se informó a la comunidad acerca de la realización de talleres educativos como espacios de formación y fortalecimiento de los procesos organizativos que la corporación ha realizado con el apoyo de las distintas organizaciones. Así mismo, se habló sobre las tres acciones humanitarias adelantadas en el Nordeste Antioqueño, tomándolas como ejes fundamentales en la defensa de los derechos de los campesinos.

A su vez, se evaluó el proceso de ampliación de la corporación, con la creación de una sede en Bogotá, concebida como un espacio de los campesinos, donde se puede realizar denuncias, y desde donde las comunidades campesinas logren interlocutar con autoridades y organizaciones nacionales e internacionales. Es un lugar desde donde la corporación ha podido dar a conocer la situación de conflicto de la región. Además donde se ha podido gestionar proyectos en beneficio de la comunidad, con los cuales se fecunde la lucha por la vida digna y la defensa de los derechos humanos del campesinado.

Esta asamblea se realizó como evento preparativo de la asamblea general de la corporación, a realizarse durante los primeros meses del año 2007.

Los niños y las mujeres también son protagonistas

En el marco del encuentro fueron organizados talleres infantiles y de género, con la participación de estudiantes universitarios que trabajaron conjuntamente con la comunidad campesina. Con los niños, más que actividades recreativas o distractorias, se realizaron talleres que buscaban abrir espacios formativos, con el sentido de infundir en ellos la importancia de trabajar unidos por la defensa del territorio.

Así mismo, se realizó un taller de género que tuvo como característica la participación conjunta de mujeres y hombres, ya que se entiende que la cuestión de género no es un asunto exclusivo de mujeres, sino que es cuestión de todos. Se hizo una actividad por grupos, en la que se prepararon representaciones en las que se evidenciaron las problemáticas de género, las cuales fueron presentadas en una plenaria de socialización de la experiencia, que subrayó la importancia de la participación de la mujer en la vida social.

Otra de las actividades realizadas fue la exposición de una galería fotográfica en la cual el campesinado del Nordeste Antioqueño tuvo la posibilidad de observar diferentes colecciones temáticas que mostraron la presencia militar en la región, los rostros de la comunidad, el paisaje, el trabajo de Cahucopana y las actividades económicas de la zona. Esta exposición generó que el campesino pudiera reconocerse y reconocer al otro, sus actividades cotidianas, su entorno, y generó que dimensionara su sueño de seguir viviendo en su tierra, con trabajo y dignidad.

La amenaza sobre los recursos del Nordeste

En el encuentro fue realizado un taller por parte de la Corporación Jurídica Yira Castro, en el cual se reflexionó acerca de la situación de la región desde el contexto global, teniendo en cuenta que las situaciones que afectan a los campesinos parten desde las lógicas del capitalismo, donde su principal característica y sobre la cual opera y se mantiene es la explotación y la dominación tanto de los medios de producción como del poder, desde una relación Norte - Sur, donde las empresas transnacionales son el principal mecanismo de apropiación de los recursos de los países explotados y oprimidos por el capitalismo salvaje.

En este panorama, la función de los estados que están al servicio de esta dinámica, se convierten en los reguladores del orden social, y sirven como estructura exterminadora de todo movimiento social que luche por la reivindicación de los derechos de los pueblos. Son cuatro los principales recursos que son explotados y saqueados, desde los países del Norte (Estados Unidos, la Unión Europea y Japón), hacia los países del Sur, entre ellos toda América Latina: los recursos hídricos, los recursos agroindustriales, las comunicaciones y los recursos mineros. De esta forma, se puede hacer el análisis de que en cada lugar donde existen estos recursos, es donde están las operaciones militares. En este sentido, Colombia es el poseedor del 10% de la biodiversidad en el mundo y tiene gran riqueza hídrica, agrícola y minera, y es un punto geopolítico estratégico.

La región del Nordeste Antioqueño es una región rica en recursos mineros, y es por esto que la situación de violación de derechos humanos de la región es tan aguda, siendo allí donde radica la importancia de la posesión y tenencia de la tierra. En este sentido, la guerra es una estrategia de desplazamiento y existe para que se presente el desplazamiento del campesinado, como una necesidad dada desde el capital para apoderarse de los recursos mineros del Nordeste. En la región opera la empresa de explotación minera Kedhada S.A., que a su vez es una fachada de la multinacional aurífera Anglo Gold Ashanti Mines, que es la segunda más grande y poderosa del mundo, y la cual está solicitando la titulación de 1.800.000 hectáreas en el departamento de Antioquia.

Esta situación es la causa de que la comunidad del Nordeste Antioqueño se ha encontrado permanentemente amenazada con el destierro e incluso con la pérdida de su vida misma. Por esto, en el encuentro la comunidad denunció el asesinato de varias personas, las amenazas, desapariciones, y malos tratos a manos del Ejército Nacional, el cual permanentemente acusa a los campesinos de ser colaboradores de la guerrilla. Esta es la cotidianidad que tienen que vivir los campesinos de la región, quienes sufren toda clase de atropellos por parte de los militares. Esta realidad es muestra de cómo el estado es un títere al servicio de las multinacionales que buscan a toda costa y a través del terrorismo de estado y la guerra sucia, el desplazamiento de las comunidades que habitan estas zonas estratégicas para los megaproyectos que tiene planeados la multinacional Anglo Gold Ashanti Mines.

Militarización y derechos humanos

La comunidad denuncia que previamente a la realización del encuentro se establecieron dos retenes de las fuerzas militares, los cuales impidieron la asistencia de la gente de la comunidad al evento, y debido a ello la participación disminuyó. Igualmente se denunció la amenaza de desplazamiento de la comunidad de la vereda Ojos Claros (Remedios), como resultado de las amenazas proferidas por integrantes de la XIV Brigada del Ejército Nacional, a cargo del teniente Rojas.

La vereda Ojos Claros fue convertida en zona de operativos continuos donde los militares se acantonan frente a los hogares de los campesinos, ingresan a las casas para satisfacer sus necesidades sanitarias, y además acusan a la comunidad de colaborar con la guerrilla y de llevarles comida, excusa con la cual el ejército hace retención alimentaria en la zona, afectando el paso de alimentos que las comunidades necesitan para su subsistencia. El día 3 de diciembre, la comunidad, preocupada por la situación, decidió en asamblea realizar una denuncia colectiva. Y en este momento, la comunidad está pensando desplazarse debido a estas amenazas sobre sus vidas.

También se denunció que en varias veredas el ejército ha aparecido continuamente, llegando a las casas haciéndose pasar por guerrilleros. Actualmente se desarrolla un operativo militar de los Batallones Calibío y Plan Especial Energético y Vial No 8, bajo el mando del mayor Galvis, del teniente Rojas y del cabo Peñalosa. En la vereda Lejanías, el pasado 25 de noviembre los militares asesinaron al campesino León Benítez, haciéndolo pasar luego como un guerrillero dado de baja en combate. Además de ello, el 1ro. de diciembre se llevaron al campesino Gonzalo Restrepo y lo introdujeron a la montaña, al parecer para asesinarlo. Sin embargo, la comunidad se dio cuenta del hecho y se reunió para pedirle a los soldados que lo soltaran, logrando salvar su vida.

De la misma manera, los dirigentes sociales y los líderes que asumen los espacios de defensa de los derechos humanos son hostigados por los mismos militares al ser señalados como auxiliadores de la guerrilla, lo que causa zozobra en la comunidad. Estos son sólo algunos ejemplos de lo que la comunidad denunció en el encuentro, y constituyen apenas un capítulo de los muchos atropellos a los que la comunidad está sometida permanentemente en la región.

La resistencia de los campesinos

En el encuentro se habló de resistencia, de la importancia de que sean los mismos campesinos que cuenten qué han hecho para resistir a estas amenazas, y cómo han recurrido a la organización como mecanismo de resistencia. Se habló de la solidaridad, y de que a través de la resistencia se lucha y se defiende lo propio.

Es una lucha legítima, en busca de la dignidad, de la unión, pero también de la concientización sobre la importancia de la organización de la comunidad en las juntas de acción comunal, en comités y en organizaciones campesinas. En la construcción de planes de desarrollo propios que respondan a las necesidades de la comunidad, sabiendo de la importancia de difundir y denunciar lo que pasa.

En este encuentro, los campesinos hablaron de su sueño, un sueño de paz, y del respeto a la vida, del derecho al bienestar. Pero también hablaron de luchar y resistir por el derecho al territorio y a la vida digna, para que el Nordeste sea de los campesinos y no de las multinacionales.