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¿Por qué estamos construyendo Zonas de Reserva Campesina en la Serranía del Perijá?
 

Campesinos que habitan hoy la Serranía del Perijá, a la que un día llegaron precisamente huyendo de la violencia en donde pudieron ver los colores de la guerra, ya que para los años 50 desde donde les tocó salir la guerra tenia colores, el color azul y el rojo, colores con que se identificaban ideologías criminales de los partidos políticos que hoy ¨gobiernan este país en unidad”, para esos años aquel campesino que para nada se identificaba con esas “ideologías” y que solo le interesaba trabajar la tierra que consideraba suya no tuvo otra opción que partir y buscar nuevos horizontes donde la absurda guerra les permitiera hacer o ejercer el único arte que sabían hacer producir alimentos en la tierra (casi nada), parten estos campesinos hacia un lugar no conocido por ellos y huyendo de donde habían nacido y de donde eran sus padres, largo viaje realizaron desde incluso el sur del país, pues en la Serranía hay campesinos de Tuquerre,s Nariño y del Valle Del Cauca, entre otros.

Campesinos que fueron obligados por las circunstancias, salen de sus tierras y llegan a la serranía del Perijá, en los municipios de La Paz, San Diego, Codazz, Becerril y otros municipios de la espesa Serranía del Perijá, en ese momento en busca de una nueva posibilidad de establecerse y ejercer el único y valioso arte que sabían, en esos años poco se sabía de la imponente Perijá como lo dice el himno de Codazzi, lo único que se sabía era que eran espesas montañas a donde no había presencia de personas por no contar con vías de acceso, sin embargo, esto no fue motivo para que fundadores de la serranía como AMIRO MINDIOLA, en compañía de otros campesinos comenzaran a entrar por donde les fuera posible, ya en ese tiempo existía el control de la tierra en la parte baja (el plan) por parte de la iglesia católica, que después vendió al señor Sarmiento Angulo.

En ese momento ya se había iniciado en ese sector la concentración de tierra y para este caso las mejores del plan que resultan estratégicas para lo que luego paso a ser grandes extensiones de caña de azúcar y luego de muchos años, pasar al monocultivo de la palma aceitera, ya que las características de estas tierras bañadas por el río Sicaráre y el río Casacará resultaban determinantes para los cultivos y los reguíos que se necesitaban y para esto las acapararon.

Cargado con poco equipaje pero con muchos deseos de hallar un pedazo de tierra donde poder trabajar y sobrevivir con sus familias, iniciaron la colonización de la serranía virgen hasta ese momento pues no se hayan registros que señalaran que esta eran propiedad de particular si no solo baldíos del estado.

Ya eran los años 60 y los primeros pobladores comenzaron a adaptar los primeros terrenos que muchos años después, en algunos casos, pasaron a ser propietarios a través de resoluciones del INCORA, una vez se había establecido rutas de acceso fuero entrando otras familias que continuaban llegando del interior del país donde vieron los colores de la guerra.

De esta manera se fue colonizando las montañas en la serranía del Perijá, campesinos que llegan huyendo por la violencia generado por partidos político que hoy se jactan en mencionar cuales han sido sus aportes para el desarrollo de este país, sí que lo han hecho pero para perjuicio de muchos y beneficios de pocos.

Estos campesinos inician su labor trabajando la tierras sembrando comida para poder sobrevivir como lo cuenta José Arias Arias, quién manifestó en una tarde charlando que ni pensar en sembrar productos para vender pues las distancias que se tenían que recorrer para llegar al pueblo hacia que fuera no rentable la actividad pero que sin embargo sembraban para hacer trueques con campesinos de las partes bajas. Las condiciones de la serranía en ese momento por su clima frio no permitía establecer cultivos de todo tipo y entre eso no se posibilitaba el café.

Fueron pasando los años y luego de eso fueron apareciendo intereses por establecer cultivos con fines de uso ilícito y para este caso la marihuana resultó ser un cultivo que se adataba bien a las condiciones de la tierra, se inició la bonanza en la siembra del cultivo y este se estableció como el dinamizador de la economía en ese momento en la serranía, es conocido que donde se presentan este tipo de cultivo se presenta de manera conjunta la violencia por la protección y control de cultivos, allí empiezan aparecer los primeros grupos o combos como se llamaron en ese entonces “Los Ladrillos” “Los locos” entre otro que fueron estableciendo control sobre estas áreas y manejaban a la fuerza la dinámica en la zona.

Allí estos campesinos que en algunos casos encontraron en trabajar en los cultivos una oportunidad de obtener dinero comenzaron a ver como de nuevo la falta de posibilidades y oportunidades los metía de nuevo en un fenómeno de violencia, ya estaban en los años 70 y 80 donde el furor del uso ilícito de los cultivos estaba en un momento en donde el estado era incapaz de atender la problemática y donde los campesinos nuevamente estaban en situaciones vulnerabilidad, para estos años comienzan hacer presencia los primeros grupos de guerrilla, Las FARC y el ELN según comentan algunos mayores acacianos que aún están en la serranía, allí se marcó un nuevo inicio de otro fenómeno de violencia que de nuevo afectaría a aquellos que solo buscaban un sustento en la tierra ejerciendo el único arte que habían aprendido.

El control por los territorios donde se desarrollaba la dinámica del momento comenzó a cobrar muchas vidas de campesinos que en el momento estaban en el lugar equivocado y metidos en una realidad que se habían visto obligados por la falta de condiciones para ejercer la agricultura.
Cientos de campesinos murieron en la serranía del Perijá, muchos de ellos aún se encuentran enterrados en cafetales y potreros de lo que hoy sin fincas y a donde familiares por temor no han ido a buscar. La falta de presencia del estado permitió que los grupos armados como la guerrilla impusiera una condiciones a las cuales los campesinos se vieron obligados a vivir por no tener otras posibilidades y además pensar en volver a desplazarse seria demasiado difícil pues ya las condiciones en los lugares de origen habían cambiado y estos menos posibilidades ofrecía.

Ya en la década del 90 cuando muchos campesinos habían perdido a sus familiares y aun conservaban la esperanza de poder seguir habitando estas zonas y poder sostener a sus familias que ya entraba en segunda generación después de la llegada de los primeros pobladores.

En ese momento se estaban presentando en las zonas cercanas los primeros grupos de paramilitares que llegaban a la zona y allí comenzaba un nuevo capítulo de la historia de los campesinos de la serranía del Perijá que ahora eran señalados aquellos que quedaron después de los combos y después de la presencia de la guerrilla como colaboradores de este grupo y eran declarados objetivos militares por parte de los paramilitares, se estableció control de zonas estratégicas en la serranía a punta de bala y motosierra para ese caso, mueren cientos de campesinos y muchos les toco nuevamente salir desplazados, se calcula que el 70% de los campesinos fueron forzados abandonar sus tierras por factores vinculantes y otros por factores subyacentes de la violencia. Este nuevo episodio develo a los campesinos lo que ellos denominan el olor de la guerra pues mucha sangre de campesinos inocentes se derramó en las carreteras y a muchos les toco oler la sangre de sus familiares que fueron asesinados cuando se dirigían a sus fincas en el Perijá.

Después de este fenómeno paramilitar los campesinos en la serranía del Perijá han mencionado ahora estar probando el sabor de la guerra puesto que para ellos la guerra tiene sabor y este es el sabor a la miseria en la que se está viviendo ahora en la serranía, mencionan estar sobreviviendo por la crisis que les dejo toda esta guerra en una zona donde aguantaron todos los embates del conflicto que se vive en el país, estos campesinos manifiestan a través de sus organizaciones no querer estar más en medio de un conflicto que a ellos en nada les favorece caso contrario a los señores de la guerra que ven en esta una oportunidad de lucrase por sus millonarios contratos y costos generados por estar en guerra, la paz para estos campesinos que han demostrado no saber hacer mas nada que trabajar la tierra y el hecho de que aun queden allí donde están así lo deja claro, son campesinos y campesinas de verdad pues ya se ha descrito lo que han tenido que vivir durante estos años y hoy resulta delicado que estos sean señalados por las elites guerreristas y latifundistas como terrorista aun cuando hoy se están retractando de haber hecho estos señalamientos aun de manera local se están señalando a los líderes de pertenecer a grupos armados.

Los campesinos del Perijá Norte después de haber vivido y visto los colores de la guerra, azul y rojo en sus inicios, después de haber oído la guerra por haber estado en medio del fuego cruzado, después de haber olido la guerra por tener que recoger a sus familiares muertos en carreteras, después de haber saboreado la guerra por estar viviendo en la miseria que los ha dejado la guerra, luego de sentirla en todo sus esplendor, ahora se preparan para levantar la cabeza de manera digna y exigir al estado el pago de una deuda histórica que tiene con el campesino de todo el país y con el de esta Serranía del Perijá.

Para los años recientes las nuevas generaciones de campesinos que han podido prepararse académicamente a pesar las pocas posibilidades que el estado le ofrece de prepararse a un campesino han comenzado desde el 2011 el análisis de una alternativa que pueda ir dando soluciones a las mutiles problemáticas que han padecido los campesinos, es por esto que comenzaron a buscar una salida a la problemática de la tenencia de tierra un tema muy comentado en los últimos años y que en poco se ha avanzado pero que se reconoce que se están haciendo esfuerzos para solucionar el tema por el cual inicio el conflicto en el país la tierra.

Líderes de la Serranía del Perijá decidieron emprender el camino y la búsqueda de una solución a esta situación, situación en la cual luego se encentran de que más que una titulación en el reconocimiento de derecho de una campesino se hace necesario vincular a esta alternativa de solución otros aspectos como la protección del territorio campesino y la reactivación del economía campesina, temas como la minería a gran escala es una de las preocupaciones que llevan a los campesinos a plantear que la protección del territorio se hace necesaria.

Es allí como encuentran en la figura de ZRC que amparada en la ley 160 de 1994 ofrece de manera clara una alternativa de solución puesto que toma en cuenta la realidad que viene viviendo el campesino en el país, esta ley que ha sido producto de las luchas campesinas en los años ochenta y noventa la cual el gobierno se vio presionado para darle reconocimiento a los campesino a través de estos artículos que incluye en la ley 160 y después de que en la constitución no se incluyera al campesino como sujeto político de derecho.
Los campesinos inician en Septiembre de 2014 un proceso de consulta con los líderes de la Serranía del Perijá para determinar si la figura de reservas campesinas resultará pertinente para proponerla como alternativa que pudiera brindar solución a los múltiples problemas, Se hace un consenso y se determina iniciar las acciones y acercamientos con las organizaciones y entidades que han venido manejando el tema en el país, se realiza las consultas respectivas con la territorial del INCODER Cesar y se socializa el proceso que se ha venido desarrollando en el centro del Cesar en los municipios de Chiriaguaná, Chimichagua, Pailitas y Curumaní, esta experiencia mostró a los campesinos del Perijá Norte que se había avanzado de manera significativa y que se habían abordado las situaciones de importancia que se vivían en la serranía pues se comparte la misma realidad.
De esta manera se realizan los primeros acercamiento con la asociación nacional de zonas de reserva campesina ANZORC quienes habían acompañado y asesorado el proceso en el centro del Cesar, así se inició el proceso de sensibilización con presidentes de las juntas de acción comunal de los municipio de Manaure, de La Paz, San Diego, Codazzi y la Jagua De Ibiríco, se adelantaron varias reuniones de sensibilización y seguidamente se elaboró el cronograma de actividades con talleres al interior de la Serranía del Perijá Norte, de igual manera se han desarrollado reuniones con los alcaldes de los municipios para formalidad de las actividades desarrolladas.
Se han desarrollado hasta el momento 9 talleres en 24 veredas de la Serranía en donde se ha explicado a través de una metodología a los campesinos que es una ZRC y los beneficios que esta trae en la solución de las problemáticas que se presentan en la serranía. Se ha presentado ataques en el desarrollo de la propuesta en la medida de que existen actores que no estan interesados en que la figura se implemente, estos ataques están centrados en desinformar al campesino con argumentos tan absurdos como que la propiedad del campesino pasara a ser una propiedad colectiva, se ha dicho que la tierra perderá valor y lo más reciente que se ha encontrado en los talleres con los campesinos es que se les ha dicho que la propuestas de ZRC en el Perijá busca desmontar el batallón de alta montaña, para esto último la asociación nacional de zonas de reserva campesina ha establecido los primeros diálogos con el batallón de alta montaña y se ha invitado a los talleres participativos para que todas estas versiones absurdas vayan quedando sin piso y los campesinos puedan seguir participando de manera tranquila en la sensibilización de la propuesta.

Otro de los avances que ha tenido el proceso en el Perijá Norte es que se ha definido el caribe como escenario del V encuentro de Zonas de Reserva Campesina en el municipio de Agustín Codazzi lo cual fortalecería el proceso del Perijá Norte y logrará posesionar el proceso en el nivel nacional.
Los campesinos del Perijá Norte han están comprendiendo la importancia de la figura y es así como se están organizando en una figura jurídica que los represente frente al gobierno en el proceso de constitución de la ZRC Perijá Norte, la asociación campesina de la serranía del Perijá ASOPERIJÁ ha venido liderando el proceso al interior de la Serranía y de acuerdo al cronograma ya establecido continuará por los distintos municipios sensibilizando la propuesta para definir el área a constituir.