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Los estudiantes como víctimas de las AUC en Justicia y Paz
El caso de Gerson Gallardo y Edwin López de la Universidad Francisco de Paula Santander
Freddy Ordóñez / Miércoles 5 de agosto de 2015
 

El 3 de diciembre de 2009, el diario La Opinión reseñaba la diligencia de “confesión de hechos”, adelantada por un grupo de exintegrantes de la estructura paramilitar del Frente Fronteras de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, entre los cuales se encontraba el excomandante de dicho frente, Carlos Andrés Palencia, alias “Visaje” [1], quien en su declaración ante el fiscal 8 de la Unidad de Justicia y Paz, señaló que en la desaparición y muerte del estudiante de la Universidad Francisco de Paula Santander, UFPS, Gerson Gallardo Niño, ocurrida el 3 de abril de 2003, participó de manera activa Óscar Andrés Delgado Gil (alcalde de Chinácota, 2008-2011), quien acusó a la víctima, ante los comandantes paramilitares, de ser integrante de un grupo guerrillero.

Posteriormente este crimen fue incluido -junto con el caso del también estudiante y profesor Edwin López Granados- dentro del grupo de hechos de los que son penalmente responsables los desmovilizados Lenin Geovanny Palma Bermúdez y Salvatore Mancuso [2], y que forman parte de la Sentencia del 31 de octubre de 2014 de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá en la que se condena a los comandantes del Bloque Catatumbo de las AUC por el accionar delictivo de esta estructura en Norte de Santander.

Los hechos se destacan dentro de los miles de crímenes de los paramilitares en Justicia y Paz por ser de los pocos en que éstos son responsabilizados por su accionar contra estudiantes universitarios.

El jueves 3 de abril de 2003, Gerson Gallardo Niño fue víctima de desaparición forzada [3]. Posteriormente el 13 de abril de 2003 sería Edwin López Granados a quien se llevaría un grupo de hombres armados de su casa. Los cuerpos de los dos, con señales de tortura, fueron encontrados el día 6 de junio de 2003. A raíz de estos crímenes se desplazaron un grupo de activistas estudiantiles y un profesor universitario. Sobre quiénes eran Gerson y Edwin he escrito con anterioridad [4], al igual que lo ha hecho el poeta Saúl Gómez Mantilla compilador del hermoso trabajo Palabras como cuerpos. Antología poética en homenaje a Edwin López, Gerson Gallardo y Tirso Vélez, publicado diez años después de los hechos.

Llama la atención en la sentencia reseñada la referencia a cómo el Frente Fronteras posicionaba personas al interior de los centros universitarios de la ciudad (párrafos 754 y 755). Para el caso de la UFPS se señala a Giovanni Roa Molina, infiltrado que estudiaba administración de empresas y daba información a los paramilitares sobre los activistas estudiantiles. Quienes conocimos de los hechos en la época en que éstos ocurrieron sabemos que Roa Molina, fue uno de los autores del crimen de Gerson y Edwin.

Si bien el fallo presenta las carencias que se han visto en otras Sentencias de Justicia y Paz (por ejemplo pocas órdenes vinculantes) [5], no queda duda que es un paso importante en materia de justicia transicional por crímenes contra estudiantes universitarios (siempre señalados infundadamente de guerrilleros o terroristas, pero nunca reconocidos como víctimas), aunque, claro está en el caso faltan elementos de justicia (no se presentaron órdenes sobre lo manifestado por el entonces postulado “Visaje”, ni se incluyó a alias “El Iguano” dentro de los responsables [6]), de verdad (información sobre los miembros de la fuerza pública que participaron por acción u omisión de los crímenes, indagación por la permisividad de la administración universitaria hacia los paramilitares) y de reparación (no se estipularon medidas de reparación simbólica en la UFPS), así como adolece el fallo de medidas de memoria histórica (la única medida establecida en la sentencia se orienta a la región del Catatumbo), a ésta última y a la verdad histórica busca contribuir esta columna.

[1“Visaje” abandonó Justicia y Paz en febrero de 2010 y estuvo prófugo de la justicia hasta noviembre de 2013 cuando fue capturado por las autoridades españolas en Madrid. Entre estos años dirigió el grupo “los urabeños”.

[2Por acumulación de procesos la sentencia presenta dos grupos de hechos: los de Lenin Geovanny Palma y los que guardan relación con Salvatore Mancuso y otros. El crimen de Gerson Gallardo y Edwin López se encuentra dentro del primer grupo.

[3La conducta por la que finalmente fueron hallados responsables los comandantes paramilitares fue secuestro simple agravado. Lo cierto es que durante los dos meses de retención del estudiante y de Edwin López las AUC no manifestaron tenerlos en su poder, por lo que, a nuestro entender, no se estaría ante el delito de secuestro, sino ante el de desaparición forzada.

[4Véase los artículos sobre el caso publicados en el portal http://www.prensarural.org

[5La falta de órdenes obligatorias en los fallos de Justicia y Paz y su inclinación hacia las exhortaciones ha sido frecuente. Sobre esto véase: Patrick Lefkaditis y Freddy Ordóñez, El derecho a la reparación Integral en Justicia y Paz. El caso Mampuján, Las Brisas y veredas de San Cayetano. Bogotá: ILSA, 2014.

[6El Iguano declaró en los medios, años después, que sus hombres capturaron y “dieron de baja” a los universitarios en Norte de Santander. Véase: El canto de ‘El Iguano’, en La Opinión, dic. 30/07.