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Informe preliminar de la misión humanitaria por el respeto a la vida, los derechos humanos y la permanencia de los campesinos en su territorio
Dolores (Tolima): Desmanes del Ejército Nacional con la población campesina
 

Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria, filial de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y de La Vía Campesina.

Del movimiento hacemos parte mujeres y hombres, comunidades de diverso origen étnico, cultural y generacional, organizaciones sociales, sindicales y políticas que hemos vivido el impacto de la violencia generada por el estado colombiano, a través de violaciones masivas y sistemáticas de nuestros derechos individuales y colectivos, políticos, económicos, sociales, culturales.

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El miércoles 12 de noviembre de 2008, las organizaciones abajo firmantes, atendiendo a los tratados internacionales de derechos humanos ratificados por Colombia, en el marco de la misión humanitaria, realizamos una verificación de los hechos denunciados por las comunidades campesinas de las veredas Vegas del Café, El Piñal y Palmira del municipio de Dolores (Tolima), ante la opinión pública nacional e internacional, donde pudimos constatar lo siguiente:

1) Que en la zona existe presencia constante de la Fuerza Pública (Ejército Nacional).

2) Que el Ejército Nacional viene haciendo un fuerte amedrantamiento a las comunidades campesinas acusándolas de ser guerrilleros o auxiliadores de la guerrilla de las FARC.

3) Que se encontraron evidencias de que el Ejército Nacional recientemente se retiró de los lugares cerca y dentro de las viviendas y fincas, además del asentamiento de los mismos cerca de la escuela del Piñal, sede 6 de la institución educativa San Pedro. Dentro de los elementos se encontraron: empaques desocupados de uso del Ejército Nacional y residuos de enlatados. También se pudo constatar la presencia de los mismos en el interior de las casas durante el trayecto de regreso en la vía de Vegas del Café al municipio de Dolores.

4) Que las escuelas se encuentran en inactividad puesto que el maestro fue detenido arbitrariamente, torturado física y psicológicamente y señalado de ser guerrillero, obligándolo a abandonar la región.

5) Que el Ejército Nacional acampó en la vereda El Piñal en toda la longitud del acueducto, dañando notoriamente el tanque repartidor que surte a las tres veredas en mención, destrozando las mangueras de repartición del acueducto instaladas por los campesinos.

6) Que efectivamente, como denunciaron las comunidades, el Ejército motivó enfrentamientos desde los patios de las casas, encontrándose vainillas y eslabones de ráfagas de fusil.

7) Se encontraron graffitis, donde dibujaron un fusil y escribieron: “Perros se van a morir, guerrilleros”. Dichos graffitis están situados en la escuela de la vereda El Piñal, que está totalmente abandonada. Se pudieron observar escritos en la cocina que decían “Móvil 21 Brigada XII” y “Brigada VI Pijaos”.

8) Se constató que las viviendas y las fincas de las zonas anteriormente señaladas fueron abandonadas por las familias horrorizadas por la confrontación que se daba.

9) Se constató que los jóvenes son vistos por la Fuerza Pública como auxiliadores de la guerrilla o pertenecientes a la misma, lo que ha obligado a varios de ellos a ausentarse de su núcleo familiar por dichos señalamientos y amenazas, sin que se conozca hoy su paradero. Los pocos jóvenes que están en la región siguen siendo asediados y amenazados.

10) Se constató que los niños son manipulados por parte de la Fuerza Pública, con prebendas que les ofrecen como dulces y demás, para que den información de cuál es el quehacer de sus familiares, haciéndoles preguntas tendenciosas como: que si los niños ven a sus padres con armas o vestimentas como las que ellos poseen.

11) Pudimos presenciar que la tropa se encontraba cerca de la zona, por el aterrizaje que hizo un helicóptero del Ejército Nacional y los constantes revoloteos de avionetas y helicópteros.

12) Se constata la realización de censos de la población de la zona y la violación a la libre movilidad mediante los retenes y las continuas requisas, además de detenciones arbitrarias.

En las conversaciones que se sostuvieron con las comunidades en los días 12 y 13 de noviembre de 2008, pudimos recibir testimonios de las constantes violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario por parte del Ejército Nacional, Brigada Móvil No. 17, acantonada en esta zona, que han obligado a las comunidades a desplazarse de esas veredas a la cabecera municipal de Dolores, producto de los desmanes de la Fuerza Pública por daños al acueducto veredal, tomando de trincheras y de zonas de abastecimiento las viviendas, posesionándose de las escuelas no permitiendo el normal desarrollo educativo de los niños y las ejecuciones extrajudiciales cometidas contra campesinos de estas veredas, como el caso de Aquileo Herrera Romero, asesinado por el ejército el 21 de octubre de 2008 y presentado como “falso positivo”, “guerrillero dado de baja en combate”, cuando sus familiares y vecinos manifiestan que era un humilde campesino trabajador de la tierra. Situaciones como ésta se habían presentado en el año 2006 cuando fueron asesinados los jóvenes Héctor Jairo Yate, de 24 años de edad, y José Mario Guerrero Garzón de tan sólo 17 años de edad, por el Ejército Nacional.

La persecución sistemática a la familia Herrera Romero, como el caso de John Freddy Herrera Romero, de 18 años, a quien el soldado Parra viene amedrentando, acusándolo de ser auxiliador de la guerrilla, que “conoce de caletas de la guerrilla, que él sabe desarmar un fusil y que si no coopera con el Ejército Nacional va a resultar un día de estos como le pasó al Mono Aquileo con la boca abierta y los ojos”. Dichas amenazas son una flagrante violación a los derechos humanos, sembrando el terror y la zozobra dentro de las comunidades campesinas. Este es sólo uno de los casos que pudimos conocer y que reflejan la situación bajo la que se encuentran los jóvenes de la zona que por temor no han denunciado, teniendo en cuenta además que no hay un compromiso real por parte de las instituciones gubernamentales que permita dar a conocer la realidad sufrida en estas zonas.

Sumado a esto, el irrespeto a la intimidad y la honra de los habitantes del lugar, derechos consagrados en la Carta Política de 1991, en su artículo 15, pues en la vereda Vegas del Café, el Ejército manifiesta con palabras soeces que “conocen los cuerpos y movimientos de todas las viejas de la comunidad”, lo que demuestra que las comunidades están vigiladas constantemente desde las partes altas por las Fuerzas Militares. De igual manera las palabras irresponsables dichas a los niños y escritas por el Ejército en las escuelas y viviendas abandonadas ya hacen parte del vocabulario de los niños, a tal punto que se amenazan mutuamente de muerte, hecho absolutamente irregular en niños de 5 a 7 años , edades en las que oscila el promedio.

Esta situación, como ha sido denunciado por las comunidades, hace parte del episodio de conflictividad aún inacabado del país y los desmanes del Ejército Nacional con la población, que al buscar de forma desmedida resultados asesinan civiles sin discriminación alguna, lo que actualmente se conoce como “falsos positivos”.

Preocupaciones:

1) Que las comunidades campesinas necesitan de manera urgente la atención de los organismos estatales, tanto municipales y departamentales como nacionales.

2) Teniendo en cuenta la permanencia constante de las Fuerzas Militares en la zona, es necesario que se garantice la seguridad por parte de éstas a los campesinos.

3) Que se cumplan por parte de las Fuerzas Militares los tratados internacionales en la no ocupación de escuelas ni de viviendas que involucren de la población civil en el conflicto armado.

4) Que cese el amedrantamiento, los señalamientos y persecuciones a los pobladores de estas veredas y que se garantice la vida, la libre movilidad y la permanencia de los jóvenes.

5) Que el censo levantado por parte del Ejército Nacional es una actuación irregular según las normas constitucionales e internacionales, más aún cuando son utilizadas con el fin de amedrentar e intimidar a la población civil.

6) Que es necesario una atención urgente a los niños en materia de salud, nutrición, educación, vivienda y en general de los derechos fundamentales otorgados por la Carta Magna.

7) Que las principales instituciones que representan el Estado, como la personería municipal, siendo ésta la primera instancia administrativa defensora de los derechos humanos bajo la imparcialidad que le compete, debe prestar atención oportuna y eficiente a las comunidades en situación de riesgo.

Asociación de Mujeres por la Paz y la Defensa de los Derechos de la Mujer Colombiana
Asociación de Trabajadores Campesinos del Tolima
Democracia en Profundidad
Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado
Proyecto Colombia Nunca Más

Acompaña:
International Peace Observatory