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Se presenta en Bogotá la obra documental de Jorge Silva y Martha Rodríguez
Camilo Rueda Navarro / Jueves 18 de diciembre de 2008
 
Recuperación de tierras. Hacienda Cobaló, Cauca, 1974. Foto de Jorge Silva.

En la Cinemateca Distrital de Bogotá se viene desarrollando, en el transcurso de la presente semana, la retrospectiva de la amplia obra de los documentalistas Jorge Silva y Martha Rodríguez, ésta última ganadora del Premio Nacional a toda una vida dedicada al cine. La exposición se desarrolla como homenaje a estas dos importantes figuras de la cinematografía social colombiana.

En sus documentales, los autores denuncian la crítica situación social de las comunidades campesinas e indígenas de diversas regiones del país, como los Llanos Orientales y el Cauca. A su vez, Rodríguez y Silva se ocupan en su vasta obra de la problemática de los trabajadores urbanos, en particular la de los obreros de las ladrilleras del sur de Bogotá, que se muestra en el documental “Chircales”.

En su obra conjunta se integra la investigación periodística y académica con la elaboración cinematográfica, dando sus frutos en documentales como “Planas: testimonio de un etnocidio”, que en 1972 obtuvo el premio al mejor filme colombiano en el Festival de Cartagena. En él se muestra la persecución sobre la etnia de los Guahibos en el oriente del país.

Así mismo, investigan el problema agrario colombiano, que es plasmado en “Campesinos”, obra ampliamente laureada y reconocida a nivel internacional en la que se examina la realidad del campo en zonas cafeteras como Cundinamarca y Tolima, abordada desde el modelo hacendado de principios del siglo veinte y contrastada con la situación del campesinado en la década de 1970.

Otros documentales destacados son “Nuestra voz de tierra, memoria y futuro”, y “El bogotazo”, largometrajes realizados con la participación del escritor Arturo Alape. El legado documental es complementado por Jorge Silva con la fotografía, dejando también de manera gráfica un importante aporte a la historia de los sectores populares de Colombia.


A continuación reproducimos las síntesis biográficas de Jorge Silva y Martha Rodríguez, publicadas por el boletín cinematográfico Pantalla Colombia:

Martha Rodríguez nació en la ciudad de Bogotá en el año de 1938, al terminar sus estudios secundarios en 1951 viajó a Barcelona e ingresó a la Facultad de Sociología. En 1957 viajó a París e hizo contacto con los círculos obreros que atienden a los trabajadores españoles que debido a la situación política que vive su país se ven en la obligación de emigrar a Francia y a Bélgica. Regresó a Colombia e ingresó a la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional, donde conoció al sacerdote Camilo Torres. Con él desarrolló trabajos de campo en Tunjuelito. Esta vivencia la hizo estudiar antropología y en 1961 viajó de nuevo a París, donde se dedicó a estudiar cine y etnología. Allí conoció al documentalista francés Jean Rouche. Desde Europa se acercó al desarrollo de las cinematografías del tercer mundo, África y América Latina en especial, y realizó con el mexicano Tomás Pérez Turrent su primera película, un ejercicio universitario sobre el mercado de las pulgas en París. Regresó al país en 1965 y reanudó sus estudios de antropología, se reencontró en la Facultad de Sociología con Camilo Torres, y ese mismo año conoció al fotógrafo Jorge Silva.

Por su parte Jorge Silva nació en 1941 en Girardot, permaneció en esta ciudad hasta 1946 cuando se trasladó con su familia a Bogotá. De 1958 a 1960 se dedicó al estudio de la Literatura y las Artes Plásticas. Trabajó como fotógrafo independiente y como redactor para la Asociated Press. Escribió la novela inédita Largo Viaje hacia la noche. Entre el año de 1960 y 1965 se vinculó al cine Club Guiones dirigido por Héctor Valencia y Ugo Barti, y el Cine Club Universitario dirigido por A. Zaisman. En 1965 realizó con Enrique Forero el corto argumental Días de papel, sobre un día en la vida de dos niños. En 1969 hizo la fotografía en el corto documental El Hombre de la Sal, dirigido por Gabriel Samper. En 1970 realizó con Carlos Mayolo el corto documental Monserrate, realizó junto a Martha Rodríguez la película Chircales (1967-1972). Esta cinta fue presentada en 1968 en el Encuentro de Cine Latinoamericano de Mérida, Venezuela, causando gran impacto.

En 1972 ambos viajaron a los llanos orientales y realizaron Planas testimonio de un etnocidio, en 1972 el documental obtuvo el premio al mejor film colombiano en el Festival de Cartagena. El premio les permitió concluir los trabajos de postproducción del documental Chircales. La versión final se exhibió por primera vez en el Festival de Leipzig. Alemania. Silva y Rodríguez asistieron a este Festival y recibieron el premio Paloma de Oro al mejor filme documental por sus películas Planas y Chircales. En el mismo Festival les fue otorgado el premio de la Federación Internacional de Crítica cinematográfica (Fripresci) por su documental Chircales. A su regreso a Colombia comenzaron el rodaje del documental Campesinos. En 1974 continuaron la investigación sobre el problema agrario en Colombia. Trabajaron en las regiones de Viotá y Líbano - Tolima, filmando testimonios de sobrevivientes de la violencia. En 1975 se dedicaron a la postproducción del documental Campesinos, la cual concluyeron en el mes de noviembre.

En 1976 dirigieron un seminario sobre metodología de la investigación y cine documental en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá. Campesinos obtuvo el Primer Premio en el Festival de Oberhausen, el Grand Prix en el Festival de Tampere y en el Festival de Grenoble, Francia. La película recibió además el premio al mejor filme y el premio Novais Teixeira. Chircales obtuvo el Primer Premio en el Festival de Cine Educativo en Ciudad de México.

Hacia 1980 concluyeron el rodaje del largo documental Nuestra voz de tierra, memoria y futuro. Realizaron el corto documental La voz de los sobrevivientes. Jorge Silva trabajó con Arturo Alape en el guión para el largo documental El cadáver de los hombres invisibles, basado en un cuento de Arturo Alape. En 1981 en La Habana, Cuba y en el largometraje documental El bogotazo, sobre los acontecimientos del 9 de abril en Bogotá. Este mismo año, trabajaron en la postproducción de Nuestra voz de tierra, memoria y futuro. Marta Rodríguez mientras tanto trabajó en el guión para el largo documental El valor de la palabra, sobre la participación de la mujer en las luchas populares. Martha viajó a Alemania y participó como jurado en el Festival de Oberhausen. En 1982 en el Festival de Cine Joven, en Berlín, Nuestra voz de tierra, memoria y futuro obtuvo el Premio de la Federación Internacional de crítica Cinematográfica y el premio de la OCIC, Oficina Internacional Católica de Cine. En Cartagena, Colombia, obtuvo el premio de la mejor película, mejor dirección, mejor fotografía y mejor música original concedido a Jorge López. Ganó el Premio Teatro de Cámara como reconocimiento a los valores humanos de la película.

Otros de sus trabajos en cine son Nacer de nuevo en 1987, premiado ese mismo año en Leipzig, Alemania y en 1988 en los festivales de Cartagena, Colombia y Oberhausen, Alemania; y en 1989 Amor, mujeres y flores. Estos dos filmes fueron terminados por Marta debido al fallecimiento de Jorge Silva en enero de 1987. Amor, mujeres y flores es premiada en D’Aurillac, Francia en 1989; en San Francisco, Estados Unidos; Mannheim y Friburgo, en Alemania y en Bogotá en 1990. Martha realizó con el documentalista boliviano Iván Sanjinés Memoria viva en 1992 y con su hijo Lucas Silva realizó en 1998 Amapola, la flor maldita; en 1999, Los hijos del trueno; con Fernando Restrepo dirigió en el 2001 Nunca más; en el 2004, Una casa sola se vence y en el 2006 Soraya, amor no es olvido.

En junio del presente año, Martha Rodríguez, luego de recibir ocho postulaciones de prestigiosos integrantes del sector cinematográfico del país, un jurado la eligió como ganadora del Premio Nacional ‘Toda una vida dedicada al Cine - Mincultura 2008”.