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Columna de opinión
Una Cuba soberana jamás volverá ser colonia norteamericana
A propósito de la visita de Obama a Cuba
Jhon Jairo Salinas / Martes 29 de marzo de 2016
 

Después de 88 años bajo el cielo azul de La Habana un enorme avión procedente de Estados Unidos, con una enorme comitiva encabezada por Barack Obama, aterrizó en suelo cubano. Indiscutiblemente fue la noticia en todo el orbe. La visita del presidente más poderoso del mundo se realizó para corroborar los lazos de entendimiento de una potencia de casi trescientos millones de habitantes con el pequeño país del Caribe, en palabras de Barack Obama “venimos a enterrar el último vestigio de la Guerra Fría”.

El 20 de marzo de 2016 será recordado como un hecho histórico donde el dragón del norte reconoció que fue imposible derrotar política y económicamente al pequeño Ícaro, que vuela flameante con sus alas erguidas por todo el mar Caribe. Este pequeño gigante del Caribe siempre será noticia mundial, cuando personalidades de la esfera como papas, gobernantes, artistas, reconocen que la Revolución Cubana le dio dignidad a un pueblo, que antes de la misma era el casino y prostíbulo de Estados Unidos.

“Que Cuba se abra al mundo y el mundo de abra a Cuba” fueron las palabras del entonces Papa Juan Pablo II. Sí, uno de los papas más reaccionarios del Vaticano y un gobernante norteamericano reconocen que el embargo económico, que ha sufrido Cuba por más de 50 años, fue lo más desacertado; se puede decir entonces que la Revolución de 1959, presida por los barbudos Fidel Castro, Raúl Castro, Camilo Cien Fuegos y Ernesto Che Guevara, no fue en vano y por el contrario fue la derrota más humillante que haya sufrido un Imperio, en este caso Estados Unidos.

Desconocer que en estos largos años la Revolución ha sido modelo y ejemplo a nivel mundial en materia de la salud, educación, deporte y ciencia, es como rebatarle a un niño la comida de su boca. En su reflexiones Fidel explicó "que el esfuerzo de su país en favor de la salud humana comenzó desde el triunfo mismo de la Revolución, y sus logros se puede apreciar en el hecho de que en 2011 se graduarán en la República Bolivariana de Venezuela 8000 médicos que fueron capacitados en teoría y en práctica con la cooperación de los especialistas cubanos de la salud, permitiendo de esta forma que Venezuela alcance niveles de salud que la ubicarán entre las primeras del mundo".

Barack Obama sabe que Cuba no es un país rico, sin embargo hace posible que el porcentaje de niños que mueren sea menor que el de la mayoría de los países del mundo, por lo que la OMS trabaja con el Ministerio de Salud Pública de la Isla para trasmitir esta experiencia de manera que pueda ser utilizada en otras naciones.

En el discurso de Barack Obama, ante más de dos mil personas en el Teatro de la Revolución, dijo “el cambio de Cuba está en su propio Pueblo” antes había empezado su intervención con un verso del poeta y libertador de Cuba, José Martí “cultivo una rosa blanca en junio como enero para el amigo sincero que me da su mano franca”. Esa mano franca no sólo debe ser de Estados Unidos, también de los que algún día conspiraron para llevar a Cuba al abismo y la miseria, heredad del capitalismo salvaje. La autodeterminación del pueblo cubano es innegociable e intransferible, por lo menos eso lo dejó muy claro Raúl Castro al primer gobernante de origen negro elegido en EE.UU.