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Nueva estampida paramilitar en el Urabá Antioqueño
Comunidad de Paz de San José de Apartadó / Viernes 15 de abril de 2016
 

Nuevamente la Comunidad de Paz de San José de Apartadó denuncia los graves hechos que se ocurren en la región, que contradicen el discurso oficial sobre la paz. El pasado lunes 28 de marzo de 2016 utna delegación de la Comunidad de Paz se desplazó a la vereda La Hoz para verificar los hechos violentos ocurridos en esa zona y se pudo comprobar lo siguiente:

El lunes 21 de marzo de 2016, hacia las 13:50 horas, en esta vereda paramilitares y guerrilleros sostuvieron combates, los paramilitares se acercaron disparando a la vivienda del campesino Argemiro Velásquez, quien no se encontraba en el momento. Al llegar a su casa, los paramilitares afirmaron que allí se escondía un guerrillero y que necesitaban sacarlo para matarlo, el campesino negó rotundamente tal afirmación y les exigió respeto. Los paramilitares llegaron también a la vivienda de la familia Martínez Mazo y dispararon contra una de las habitaciones causando daños en los canceles y en un equipo electrónico, uno de los hijos allí presente, Levis Andrés de 19 años, salió corriendo para evadir las ráfagas, siendo insultado y amenazado. Los paramilitares requisaron toda la vivienda, revolcaron todo lo que encontraron, y se robaron un millón ochenta mil pesos y otros objetos de valor, además de la comida que encontraron en la cocina y en la despensa.

El miércoles 23 de marzo de 2016 los paramilitares regresaron a la vivienda de la familia Martínez Mazo y al encontrar allí a Levis Andrés, le reclamaron por haber salido corriendo el lunes anterior, lo agarraron y se lo llevaron en dirección a la escuela, donde lo hicieron tender en el piso, le colocaron las botas en el cuello y lo sometieron a afrentas y amenazas. Su hermano Mario Eutiquio, de 16 años, salió en su defensa y se trenzó en una fuerte discusión con los victimarios, reclamándoles el dinero y los objetos robados; ellos respondieron que no eran ladrones porque ganaban 2 millones de pesos mensuales, lo cual es suficiente para sostenerse y no necesitan robar; pero los hermanos les hicieron ver que parecían muertos de hambre porque se habían llevado todo el dinero y toda la comida que encontraron ante lo cual uno de los paramilitares les dijo que provenía de los grupos de Carlos Castaño y que cada día sentía una fuerte necesidad de matar. En medio de la discusión los paramilitares notaron que algunos civiles de la vereda se acercaban a sus víctimas y entonces huyeron. La presencia de los paramilitares en la zona ha sido reiterativa y a pesar de que se ha denunciado muchas veces y de que a muy poca distancia hay presencia del Ejército, en las veredas Rodoxali y Zabaleta, la fuerza pública continúa tolerando y protegiendo su presencia en la zona.

El jueves 31 de marzo de 2016 toda la zona de Urabá paralizó sus actividades comerciales, de transportes, educativas y laborales por orden de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia. La real paralización de las actividades obedecía a órdenes impartidas por dicho grupo a través de panfletos y por medio de las redes sociales. El acatamiento de dichas órdenes, bien fuera por el miedo o por simpatía, demostraba un verdadero poder de control territorial de dicho grupo paramilitar y hace pensar que la Fuerza Pública y demás instituciones del Estado, o bien son impotentes ante dicha organización o bien son cómplices.

El martes 5 de abril de 2016 miembros de la Defensoría del Pueblo y de organizaciones civiles de la región hicieron presencia en las veredas Rodoxali y La Hoz y pudieron comprobar la presencia paramilitar. Dado que en dicha delegación participaron varios jóvenes de la vereda que habían sido víctimas de los paramilitares, cuando se disponían a salir del caserío fueron interceptados por paramilitares quienes los llevaron hasta la orilla del río Mulatos, allí los sometieron a interrogatorios acusándolos de informar a la Defensoría del Pueblo de su presencia en la zona.

Por todo lo anterior se hace un llamado a todas las comunidades y organizaciones solidarias para que exijan una mínima coherencia al Estado que hace continuas promesas de paz mientras actúa en contravía de su discurso. Se agradecen todas las manifestaciones de apoyo y solidaridad gracias a las cuales la Comunidad de Paz puede sostener su resistencia.