Asociación Campesina del Catatumbo
:: Norte de Santander, Colombia ::
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Seguimos caminando por la paz con justicia social
 

La paz es el anhelo más sentido de todos los colombianos, en especial de las comunidades campesinas, rurales, étnicas y populares, quienes hemos sido los más golpeados en estos 60 años del conflicto político, económico, social y armado que atraviesa nuestro país. Y es que somos, en últimas, los que hemos puesto la mayoría de los muertos en este conflicto fratricida, donde los gobiernos de turno nos han enterrado en lo más profundo del olvido, nos han desplazado de nuestros territorios y robado nuestras tierras al punto de perder hasta nuestras propias vidas en la pobreza o la indigencia.

Somos los campesinos y los sectores más pobres y excluidos de este país quienes hemos levantado y ondeado de nuevo la bandera de la paz con justicia social en los campos, calles y ciudades. En nuestra memoria viva está el camino que decidimos emprender con el encuentro nacional de comunidades campesinas, afrodescendientes e indígenas por la tierra y la paz de Colombia, El Diálogo es la Ruta, realizado entre el 12 y 14 de agosto de 2011, en donde le reiteramos y le demostramos al país entero que somos quienes tenemos la llave de la paz con justicia social.

En ese sentido, como campesinos y campesinas reconocemos y nos apropiamos de nuestro papel decisivo en los diálogos de paz que se adelantan en la Habana Cuba para poner fin al conflicto, entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo FARC- EP.

Saludamos, respaldamos y aplaudimos el Acuerdo Especial para la refrendación del acuerdo final del conflicto y de los acuerdos hasta ahora alcanzados entre las delegaciones del Gobierno y las FARC-EP, que como bien lo dice, permitirá “(…) brindar seguridad y estabilidad jurídica al acuerdo final; para asegurar su incorporación al ordenamiento jurídico colombiano y para dar garantías de cumplimiento de dicho acuerdo final (…)”. Somos, en ese sentido, campesinos y campesinas humildes de nuestra querida Colombia los más interesados en que los acuerdos hasta ahora alcanzados tengan una base real de cumplimiento y veeduría nacional e internacional, que nos garanticen las condiciones para seguir construyendo los caminos necesarios para alcanzar la paz con justicia social, estable y duradera en nuestros territorios, transformando de una vez por todas la causas que dieron origen al conflicto.

Saludamos y aplaudimos, de igual manera, los grandes esfuerzos que se han adelantado para alcanzar una paz completa y duradera, con la fase pública de los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional ELN. Invitamos entonces, de manera respetuosa y fraterna, a las delegaciones de cada una de las partes, tener la serenidad y el razonamiento necesario para resolver, en las instancias correspondientes, las diferencias y dificultades que se presentan dentro de un proceso de paz a un conflicto complejo que cumple más de 60 años, que permita avanzar, apropiadamente, en la ruta para poner fin al conflicto armado en Colombia.

Por último, saludamos todos los esfuerzos humanos, de los movimientos sociales, populares y demás sectores, que se hagan para alcanzar tan altísimo anhelo de poner fin al conflicto armado en nuestra patria colombina y de avanzar en la construcción de la paz con justicia social estable y duradera.