Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Tocan fondo corrupción y violencia del Inpec contra presos
Hacemos un vez más un llamado por una Reforma a la Política Criminal y Penitenciaria en clave Jurisdicción Especial para La Paz, es decir, bajo criterios de Justicia Restaurativa como solución real y de fondo ante esta teratología que han hecho del Sistema Penitenciario Colombiano.
René Nariño / Sábado 21 de mayo de 2016
 

Mayo 21 de 2016

Las provocaciones y dificultades no sólo con respecto a los prisioneros políticos de guerra sino con todo el grueso de la población privada de la libertad a lo largo y ancho de las cárceles del país han sido sistemáticas toda vez que la problemática es estructural.

Sin embargo, desde el día 12 de marzo de 2016 lo que parecía ser el desenvolvimiento cabal del anunciado gesto de paz del gobierno nacional sobre concentraciones en patios especiales para los combatientes de las FARC EP bajo prisión y para los prisioneros políticos en general, se ha venido tornando en una espiral de provocaciones y violaciones a los mínimos elementales en materia de DDHH por parte del Inpec en contra de todas y todos nosotros a nivel nacional.

El 12 de marzo ocurrió el traslado de 112 prisioneros políticos y de guerra del área de alta seguridad ERON Picota Bogotá al ala de mediana seguridad del mismo complejo penitenciario patio 4.

El primer gran infortunio resultó ser que el plan piloto como le llamó el Ministerio de Justicia a dicho movimiento no contaba con ninguna situación de patio especial como venía consignado en el anuncio del gesto de paz.

Mezclados con más de 600 presos de todos los delitos , en total hacinamiento , celdas para una persona con hasta 5 cohabitando en ellas , personas durmiendo en la parte exterior de los pasillos en el piso , colindando con patios de expendio de bazuco y toda suerte de drogas alucinógenas etc.

Pero hubo un hecho que en nada gustó a los intereses corruptos del sector reaccionario de la guardia del Inpec.

Nos referimos al hecho que la insurgencia se niegue a pagar cualquier tipo de impuesto mensual a ellos como acostumbran hacerlo en todos los patios de todas las cárceles y penitenciarias del país.

Lo anterior devino en todo tipo de agresiones verbales, asedio y provocaciones por parte de los guardias pabelloneros de aquellos meses de marzo y abril, situaciones denunciadas y puestas en conocimiento a las mismas directivas sin resultado mayor a favor, hasta que finalmente la situación se agrava con la presencia de los funcionarios de la Guardia Roja en cabeza del Teniente Castro en este mes de Mayo.

Ante nuestra negativa de pagar una mensualidad que en estos patios es regularmente de 800.000 Pesos por guardia, los Dragoneantes John Sanchez-Malaver Nelson y Vargas Boyacá, comienzan a auspiciar una suerte de desobediencia hacia la Dirección del Complejo Penitenciario con el argumento de que estábamos en una desobediencia contra ellos sin dejarnos contar ni encerrar en los pasillos como dictan los protocolos.

Situaciones totalmente falsas y hasta ahora dadas por ciertas en un artículo de la Revista Semana las cuales por supuesto desmentimos categóricamente y en toda la disposición de controvertirlas.

Esta presión por parte del Teniente Castro y su personal terminó en un atroz operativo de requisa contra el patio el día 19 de Mayo con personal de ambas guardias en especial de aquella que hoy realiza funciones en la zona de alta seguridad conocida como ERON.

Sin presencia alguna de funcionarios de los Entes de Control mucho menos de Organizaciones de DDHH a sabiendas el motivo de la concentración nuestra en dicho patio 4 en aras de avanzar por el camino de La Paz , procedieron a destruir absolutamente todo lo que se encontraban a su paso.

No hubo celda que quedara con algún elemento de pertenencia personal de los internos en buen estado. No respetaron siquiera los medicamentos de los enfermos terminales como en el caso de José Ángel Parra Bernal, a quien su medicamento Imatinib, luchado ante la CIDH para que el Estado Colombiano asegurara su suministro, lo regaron por el piso y vaciaron una bolsa de leche encima del mismo. Hasta excremento de perro se encontró en las pertenencias y ropa de varios compañeros, la sevicia con la que procedieron la pueden medianamente constatar en el material fotográfico.

Cínicamente guardias como Nelson Malaver realizan comentarios como “cagada como les dejamos todo no!…ojalá nos dejen volver”, haciendo referencia a poder tener en un próximo operativo licencia para manifestar su odio de esa manera.

Para rematar, el día de ayer en horas de la noche, nuevamente el Teniente Castro con sus subalternos de la Guardia Roja del Inpec, entran a los pasillos haciendo registro fílmico y durante el cual el Dragoneante Vargas Boyacá en tono desafiante recitaba “Con el Inpec no se juega”, en medio del silencio respetuoso de todos y cada uno de los internos del patio 4, pues huelga aclarar que no es cierto que aquí estamos concentrados 503 guerrilleros como reza la publicación de la Revista Semana, somos minoría en este patio, la gran mayoría son presos comunes o más conocidos como sociales.

Además, el hecho que se encuentre en todos y cada uno de los patios de todas las cárceles del país sustancias alucinógenas o elementos no permitidos, no tiene otra explicación a que es la misma guardia la que por sumas de dinero entran todo lo que puedan en su humanidad entrar. Y que para proteger su negocio cobran una mensualidad a los caciques de cada patio bajo el pacto de una especie de blindaje por la venta de todo ello dentro de dichos patios junto a permitir el cobro por celdas, colchonetas, cobijas en últimas, por el sólo hecho de llegar a pisar un patio de la prisión.

Los funcionarios del Inpec también cobran por cada documento que cualquier interno necesite de soporte o que su Juez de Ejecución Penas y Medidas de Seguridad le exija para cualquier tipo de beneficio o subrogado penal a que se supone tuviere derecho, como por ejemplo lo hace el Dragoneante Gallego Adrián el cual cobra hasta Un (1) millón por enviar los papeles para el beneficio en ley de las 72 horas. También cobran por activación en cualquier tipo de trabajo que signifique redención de pena para el interno en fin, la corrupción y violación a la ley e institucionalidad no tiene límites.

Así las cosas, hacemos un llamado a la reflexión sobre todo lo que está ocurriendo en las cárceles y penitenciarias del país.

Los representantes de las diferentes ramas del poder público, la sociedad civil y el pueblo colombiano todas y todos tenemos que ser reflexivos sobre esta situación abisal por la que estamos atravesando cada una de las personas privadas de la libertad.

Hacemos un vez más un llamado por una Reforma a la Política Criminal y Penitenciaria en clave Jurisdicción Especial para La Paz, es decir, bajo criterios de Justicia Restaurativa como solución real y de fondo ante esta teratología que han hecho del Sistema Penitenciario Colombiano.

Prisioneros Políticos de Guerra

FARC EP

René Nariño