Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño
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Habitantes de la vereda Carrizal víctimas de infracciones al DIH en operativo del Ejército Nacional
Cahucopana / Viernes 27 de mayo de 2016
 
Foto tomada por habitantes de la zona

La Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño-CAHUCOPANA denuncia los constantes bombardeos y ametrallamientos por el Ejército Nacional que deja como principales víctimas a las comunidades campesinas y mineras habitantes de la vereda Carrizal, municipio de Remedios, departamento de Antioquia.

El día 25 de mayo, siendo las 5:50 pm, francotiradores miembros del Ejército Nacional ubicados cerca de la mina Juan Cano en la vereda Carrizal, municipio de Remedios, procedieron a disparar contra un integrante del Ejército de Liberación Nacional (ELN), conocido con el alias de “Pitufo”, a quien le causaron la muerte. Éste se encontraba cerca a la casa de una familia y a un punto que los campesinos denominan “llamadero”, ya que allí es donde los pobladores pueden realizar llamadas. Luego de ello continuaron disparando indiscriminadamente hacia donde está la vivienda.

Dentro de la casa en el momento de los hechos se encontraban los campesinos Anderson Osso y Sor Melida Beatriz Arbeláez Hernández. Tras dejar de disparar, el ejército llegó a la casa cercana y obligaron a los pobladores a tenderse en el piso. Posterior a ello les hicieron preguntas por separado indagando si vivían en esa casa y si conocían al guerrillero.

A la señora Sor Melida uno de los miembros del ejército la intimidó diciéndole que llevaban 9 días haciendo seguimiento a la casa y que conocían que ella era auxiliar de la guerrilla. Le piden que saliera de la casa y detuviera la verificación que iba a realizar la comunidad, de lo contrario, si no lo hacía y no regresaba a la casa, le dispararían. Más adelante les hicieron firmar un documento que decía que recibieron buen trato en el momento del operativo. Aparte de estos hechos, hicieron una revisión de la moto al señor Anderson Osso donde pidieron la tarjeta de propiedad y la placa. El señor respondió que no tenía esos documentos.

Al momento del operativo, algunas personas de la comunidad que estaban junto al lugar se trataron de acercar pero fueron detenidos por algunos disparos realizados por el ejército, los cuales cayeron a menos de 3 metros de distancia. Además recibieron insultos y amenazas de muerte: “si se meten los matamos”.

Mientras tanto, los campesinos del caserío se reunieron con miembros de la Junta de Acción Comunal, del Comité de Derechos Humanos y líderes de Cahucopana y de la ACVC y se dirigieron a verificar lo que ocurría pero fueron detenidos por soldados que impidieron su paso, de nuevo insultándolos y amenazándolos, por la persistencia de la comunidad les fue lanzada una granada de aturdimiento y ráfagas de fusil. Después de esto el ejército desembarcó tropa.

Foto tomada por habitantes de la zona

Las constantes acciones emprendidas por parte del Ejército Nacional en conjunto con la Policía Nacional para “dar de baja” a miembros de las guerrillas de las FARC y el ELN cada día están afectando más a las comunidades campesinas que habitan las zonas rurales de los municipios de Remedios y Segovia. Como en otras ocasiones, la fuerza pública llegó con la percepción de que todo habitante de la región pertenece a alguna insurgencia y en el marco de los operativos intentan involucrar y realizar montajes judiciales. La Corporación Cahucopana ha denunciado en varias oportunidades bombardeos y ametrallamientos que ponen en riesgo la vida y la integridad de los habitantes, adicional al trato indigno e irrespetuoso que tienen con la población civil.

Los últimos casos denunciados ocurrieron el pasado 24 y 26 de abril, en las veredas Ojos Claros y Dos Quebradas donde se violaron claramente los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario al infringir el principio de distinción.

Del mismo modo, el trato de la fuerza pública hacia los campesinos que habitan las viviendas cerca donde se hacen los operativos son inhumanos y degradantes, más aun con los campesinos que se organizan para desplazarse a los lugares a verificar lo sucedido, quienes reciben insultos y amenazas.

Hacemos un llamado para que se deje por fuera de la confrontación a la población civil, se respete el principio de distinción y no se cometan más irregularidades ni exceso de fuerza por parte del Ejército Nacional y la Policía Nacional.