Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

El festival de poesía de Medellín, apuesta por la paz del país
Darío Vásquez / Martes 28 de junio de 2016
 

Diversas expresiones ancestrales se escucharon en el 26° Festival internacional de poesía de Medellín, realizado entre el 18 y 25 de junio de este año. Se vivieron además, en el marco de este festival, dos rituales de armonización, una muestra internacional de libros y publicaciones de poesía, 12 cursos, dos paneles principales, dos grandes conversatorios, ocho conferencias y 20 talleres de poesía (de éstos nueve para niños), incluyendo actos en 22 municipios y dos corregimientos de Antioquia, así como también actividades en Armenia, Bucaramanga y Pereira; sumados a las lecturas de poemas, se totalizaron 163 eventos con participación de 100 poetas de 36 países invitados. Se celebró el 20° aniversario de la Escuela Internacional de Poesía que, desde 1996, ha alcanzado un ámbito de influencia de 14.000 personas. Se rindió homenaje al poeta francés Arthur Rimbaud y a los Misterios de la población de Eléusis de Grecia.

La Nación Mapuche de Chile denunció la existencia de presos políticos Mapuches y, junto con las naciones Zoque de México, Tule-Kuna de Panamá, Uúwa y Kofán de Colombia, continúan en resistencia activa hasta que los seres humanos vivamos en armonía con las demás especies y la naturaleza como base real de la felicidad y de la paz duradera.

De Grecia, la organización “Amigos de Eléusis” propuso que la ciudad de Eléusis, la del Monte Olimpo, la que vio nacer al dramaturgo Esquilo -exponente del género teatral la tragedia- sea declarada patrimonio mundial arqueológico.

Los misterios de Eléusis

Cuenta la mitología griega que profundamente enamorado Hades (dios del inframundo, la muerte y los funerales) raptó a Perséfone, hija de Zeus (rey de los dioses del Monte Olimpo y dios de los cielos y de las tormentas) y de Deméter (diosa de la fertilidad y la agricultura), y persuadiéndola a comer semillas de granada; la hizo su esposa. Dice el mito que quien come frutos cultivados en el inframundo está condenado a volver a éste.

Deméter disfrazada, buscó a su hija Perséfone por todo el mundo griego sin hallarla. Hondamente triste y encontrándose en la plaza central de Eléusis, fue identificada por las hijas y esposa del rey de Eléusis a las cuales Deméter solicitó que le fuera construido un templo en el cual permaneció un tiempo durante el cual no brotaba semilla alguna sobre la faz de la tierra.

Zeus, temeroso de una gran hambruna en el Olimpo, obligó a su hermano Hades a regresar a Perséfone del inframundo. Pero, víctima del encantamiento con las semillas de Granada, ella deseaba estar con su esposo Hades. Entonces Zeus pactó con Hades que Perséfone pasara un tiempo en el inframundo y otro tiempo con su madre Deméter sobre la faz de la tierra. Igualmente Zeus pactó con Deméter que si regresa al Olimpo y hacía que la tierra germinara, le garantizaría que Perséfone pasaría un tiempo con ella y otro con Hades.

Así cuando Deméter es feliz por compartir con su hija Perséfone, la naturaleza también se alegra: renacen las flores y la tierra da frutos. Pero cuando su hija se ausenta, la naturaleza igual entristece y se torna infértil. La mitología así explica la existencia de lo que hoy conocemos como las estaciones: verano, primavera, otoño e invierno.

Los misterios Eleusinos son entonces los ritos anuales de iniciación al culto de las diosas Deméter y Perséfone, basados en el mito del rapto, y son el secreto antiguo mejor guardado en el Olimpo, monte de la ciudad de Eléusis y el más grande de Grecia, ubicado además cerca de la ciudad de Atenas. Culto que se practicó 2.500 años hasta la época romana, quienes adoptaron gran parte de éste. Hechos posteriores como la invasión de pueblos visigodos a Grecia, el saqueo a Eléusis, la muerte en hoguera de muchos seguidores del culto y la imposición a la fuerza del cristianismo; originaron el abandono de dicho culto.

Nuestros ancestros originarios igual practicaron el culto a muchos dioses, en una auténtica armonía con la naturaleza y el universo; pero también, fuerzas de ocupación extranjera llegaron con sus imposiciones y lo transgredieron todo.

De la mitología al mito moderno, la paz es una realidad

Así como ayer, fuerzas extranjeras –hoy de ocupación económica- agrupadas en el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) imponen el neoliberalismo, raptan los sueños, la autonomía, el libre desarrollo, las condiciones dignas de existencia y la paz a casi todos los pobladores del mundo y son los responsables principales del calentamiento global, la sociedad de consumo, las destrucción y el convertir ahora en víctima a todo el planeta tierra.

La paz es de rango constitucional (“la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento” Artículo 22, Constitución Política) pero sigue amenazada, también desde la auto llamada resistencia civil que recoge firmas contra los acuerdos logrados en La Habana.

El Festival internacional de poesía sigue nutriendo la razón de las mayorías de los colombianos, los que por muy alto margen refrendarán los acuerdos de paz. El NO ya gobernó y la paz no concretó.