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Quinta junta nacional de Fensuagro
Preparan 10o. Congreso Campesino
Hernán Durango / Miércoles 18 de febrero de 2009
 
Asistentes a la quinta junta nacional de Fensuagro. Foto Lara.

Un centenar de delegados provenientes de 14 departamentos colombianos aprobaron la convocatoria al 10o. Congreso Nacional de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro), filial de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), cuya celebración será del 14 al 17 de agosto en Bogotá. Esa es una de las principales conclusiones de la quinta junta nacional de la federación agraria, reunida los días 7, 8 y 9 de febrero de 2009 en el municipio de Viotá (Cundinamarca), región que ha sido epicentro de históricas jornadas de lucha y resistencia del campesinado.

La quinta junta nacional de delegados definió el plan de acción en los aspectos políticos, económicos, organizativos y de formación de nuevos liderazgos haciendo énfasis en la amplia unidad y movilización por el derecho a la vida, la reforma agraria integral, la soberanía alimentaria, y por la paz con justicia social y el acuerdo humanitario en Colombia.

“La Federación se encamina hacia el fortalecimiento de la unidad popular en Colombia, el fortalecimiento del Polo Democrático como alternativa política para las transformaciones sociales y creemos que los hombres y mujeres del campo sí tenemos mucho que aportar a ese proceso para que nuestro país no se quede atrás en la ola de cambios democráticos que vive la región y el planeta, donde se han formado gobiernos progresistas como los de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Cuba, entre otros, con los cuales debemos estrechar nuestros lazos de amistad y hermandad en la búsqueda de la construcción de la patria grande que soñó el libertador Simón Bolívar”, expresó Eberto Díaz Montes, presidente de Fensuagro.

“Los campesinos colombianos tenemos que mirar el mejor proyecto político, el que más nos convenga, y ver que en América Latina los pueblos se orientan por la construcción del socialismo. En Colombia tenemos que ser muy objetivos y apoyar aquellas propuestas y programas que defienden los derechos a la reforma agraria democrática que entregue la tierra inoficiosa a los campesinos desposeídos”, señala el dirigente agrario.

“Uribito” deja la economía campesina en peligro

Uno de los temas más debatidos en la quinta junta nacional de la Federación se relaciona con la preocupación de los pequeños y medianos productores agropecuarios sobre el futuro de la economía campesina. A este respecto, la mayoría de los delegados concluyen que la producción agraria nacional está en peligro por el desarrollo de la agricultura capitalista y comercial mediante megacultivos de palma aceitera, banano, flores, madera y la ganadería extensiva, muchos de estos programas soportados en la expulsión y despojo violento que, a nombre de la política terrorista del Estado y latifundistas, realizan los grupos paramilitares.

Advierte Díaz Montes que ese proceso de expansión de megaproyectos agropecuarios, de alta concentración de tierra en pocas manos y mucha especulación, se presenta a expensas de la crisis de la pequeña y mediana producción agraria, por lo que considera que el ex ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias (”Uribito”) fue un gran ministro para los grandes propietarios y empresas transnacionales. Para ellos han sido millonarios subsidios que no llegan a las parcelas de los pobres. Ese señor es enemigo del campesinado colombiano, no está por el desarrollo de los proyectos económicos de la gente de abajo, sus políticas complementan las motosierras de los paramilitares que hacen que millones de labriegos deserten de las actividades rurales. La política del gobierno presidido por el señor Álvaro Uribe Vélez es totalmente anticampesina. Se pueden ver sus resultados con más de cuatro millones de desplazados forzados, 12 millones de hectáreas despojadas, miles de dirigentes encarcelados, desterrados, exiliados y muchas viudas, huérfanos y altos niveles de miseria en alrededor de 12 millones de colombianos. “Esa es una de las causas del agudo conflicto social y armado que sacude a nuestra patria”, subraya.

Otro aspecto para destacar de la reunión de la quinta junta nacional tiene que ver con el reconocimiento que hacen los delegados del fortalecimiento de Fensuagro en amplias regiones de Colombia a pesar de la represión oficial y los intentos de penalizar el ejercicio de sus más notorios dirigentes. “Venimos en un proceso de franca recuperación de las estructuras organizativas. Aprovechamos para agradecer las voces de respaldo y solidaridad que nos llegan desde distintas organizaciones e instituciones, tanto nacionales como internacionales. Esa solidaridad y la tenacidad y resistencia del pueblo colombiano es la que nos motiva a seguir dando las batallas por el cambio en Colombia”, concluye.

Eberto Díaz, presidente de Fensuagro. Foto Lara.