La “guerra al terror” adelantada por Estados Unidos nos amenaza a todos. ¡Defendamos la libertad de expresión, los derechos humanos y la solidaridad internacional!

Llamamos a todos los movimientos que buscan la democracia y la solidaridad internacional a unirnos desafiando la legislación antiterrorista nacional y supranacional, las “listas de terroristas” internacionales y la llamada “guerra al terror”.

A través de la actual legislación antiterrorista, los estados se han encargado de frenar la libertad de expresión y los derechos políticos de sus ciudadanos, incluyendo el derecho a brindar apoyo moral y material a los movimientos de resistencia y liberación alrededor del mundo.

Dicho apoyo ahora representa un riesgo de persecución dados los términos de la legislación antiterrorista. El papel de la solidaridad internacional, que en un pasado realizó una importante contribución a la solución de conflictos, está ahora bajo una grave amenaza.

Además, la desobediencia civil, las campañas de protesta y las acciones de los trabajadores se encuentran cada vez más ante el peligro de caer dentro del alcance de dicha legislación.

Esa erosión de los derechos políticos y humanos se encuentra manejada por la estrategia de un estado neoliberal donde la libertad de las economías y los mercados está acompañada por una regulación estatal represiva de la actividad y expresión política. Dentro de esta perspectiva, “la guerra al terror” es un proyecto global que busca contener y aplastar la resistencia popular a la expropiación de los recursos esenciales incrementando las fuerzas del mercado desregularizadas.

La resistencia es ahora redefinida como una expresión del “terrorismo internacional”. Distintos estados han aprovechado la oportunidad de definir los movimientos de resistencia en los términos de la llamada “guerra al terror” y han buscado conferirse ellos mismos una apariencia de legitimidad internacional. El terrorismo de estado es hoy la más inmediata y letal amenaza contra los pueblos de las diversas naciones.

Juntos cambiaremos el paradigma político mentiroso de “la guerra global al terror” y la criminalización de las organizaciones mediante las llamadas “listas de terroristas”. Dichas listas sólo pueden contribuir a la marginalización de los movimientos sociales y políticos excluyéndolos de una política internacional de diálogo, que es en si mismo un paso necesario hacia una solución política y negociada de los conflictos en los que ellos son una parte.

Ahora y a futuro defenderemos:

* el derecho de las personas a resistir a gobernantes ilegítimos y ocupaciones extranjeras,

* el derecho de las personas a tomar las armas contra la opresión, donde los otros medios han sido agotados,

* el derecho de crear nuevas formas de poder popular que sirvan para alcanzar las aspiraciones económicas, sociales, políticas y culturales del pueblo,

* y el derecho de los ciudadanos de todas las naciones a extender su apoyo, material o de cualquier otro tipo, a esas luchas por la emancipación económica, política, social y cultural.

Versión en danés y en inglés en: www.opror.net