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La paz territorial en Antioquia
Horacio Duque Giraldo / Martes 3 de enero de 2017
 

La construcción de la "paz positiva" en los territorios es clave para que se fortalezca su legitimidad.

En Antioquia la sociedad civil pide participación en la organización y funcionamiento de los territorios de paz.

La construcción territorial de la paz ya está en curso, como parte de la misma el gobierno nacional expidió 27 decretos (Ver http://bit.ly/2i1ykZm ) para organizar los espacios de ubicación de los integrantes de las Farc en su transición a la movilización política y social con el fin de hacer realidad la “paz positiva” con derechos y justicia social efectiva para las comunidades y las familias campesinas, que supere el enfoque de la simple “paz negativa” como ausencia de guerra y la “paz imperfecta”.

Para el departamento de Antioquia han sido expedidos los decretos 2010, 2016 y 2025, que trazan las regulaciones de los territorios de paz en Ituango, Remedios, Yondó y Anorí.

Pero como la aplicación de los acuerdos de paz presenta demoras, la llegada de los combatientes guerrilleros ha registrado dificultades debiendo conformarse, por el momento, 11 Puntos de Preagrupamiento Temporal/PPT, en el caso de la región antioqueña.

La paz y su implementación tiene en el enfoque territorial un elemento bastante sensible. Es en los espacios geográficos en los que la realidad de la paz se visualiza mejor usando conceptos como terreno, bloque, región, localidad, vereda, municipio, departamento, que simbolizan el espacio donde se juega la hegemonía popular y nacional. Hablar de topografía es hacerlo de clases sociales, de formas de propiedad, de enclaves militares, de medios de comunicación, de rebaños religiosos y de grupos culturales.

En esos espacios se dan procesos que conforman la correlación de fuerzas en los ámbitos social, normativo y político.

Es en los espacios regionales donde se asientan los dominios políticos, ideológicos y militares de las oligarquías tradicionales. Es allí donde se despliega con mucha eficacia la violencia, la coerción, la manipulación y subordinación del pueblo.

En este caso concreto, nos referimos a un departamento con 63.600 kilómetros cuadrados; casi 7 millones de habitantes; 125 municipios; un Área Metropolitana de 4 millones de habitantes; y 9 sub regiones.

Con un enorme dispositivo militar centralizado en la Séptima División del Ejército que tiene bajo su mando las brigadas 4, 11, 17, Brigada de Selva 15, la Fuerza de Tarea del Nudo del Paramillo y la Fuerza de Tarea Conjunta Titán. A lo que se agregan los dispositivos de policía, Marina y Fuerza Aérea con una base estratégica en Rionegro.

La transformación de las Farc en una fuerza política y civil en Antioquia está ocasionando un alto impacto regional, provocando el nerviosismo de una elite política bastante reaccionaria y corrupta que se niega a la democracia ampliada y la paz.

Su rechazo a los desarrollos de la paz se expresa por boca del gobernador Luis Pérez, quien aún no se acostumbra a la democracia ampliada y por eso acude a la mentira y la difamación para lanzar acusaciones falsas sobre prostitución infantil, desorden público, con consumo desproporcionado de licor e intimidaciones a la población civil y a las autoridades municipales, por los militantes de las Farc; aseveraciones que los propios alcaldes antioqueños han rechazado y el Mecanismo de Monitoreo y Verificación de la ONU ha desmentido con investigaciones profesionalmente documentadas.

Luis Pérez está utilizando la democracia y los medios de comunicación para engañar, insultar y agredir, evitando la controversia y el debate pluralista sobre el histórico proceso de paz y sus proyecciones en el departamento de Antioquia.

Rectifique gobernador, sigue usted con el mismo lenguaje politiquero de los últimos 100 años. Juéguele limpio y con transparencia a la paz.

Para evitar esta grotesca manipulación politiquera, en la que ya se infiltró obviamente el caballista del Ubérrimo con sus consabidas intrigas; varias organizaciones sociales, científicas, universitarias, religiosas, empresariales, académicas, sindicales, femeninas, institucionales y democráticas, hemos organizado una veeduría de control ciudadano al proceso de paz en Antioquia para acompañar su correcta implementación mediante propuestas e iniciativas que hagan una realidad la paz para los antioqueños.

Por eso pedimos tener presencia en la Comisión que desde este martes 3 de enero/2017 irá a los 11 Puntos de Preagrupamiento de Paz de Antioquia, integrada por Victoria Eugenia Ramírez, secretaria departamental de Gobierno, Luis Guillermo Pardo, asesor de paz, Tatiana Gutiérrez, gerente de paz de la Gobernación y el coronel de la Policía Nacional Wilson Pardo, comandante de la Policía, quien de acuerdo con los Protocolos debe ir de civil a las zonas de localización de las Farc.

En ese sentido, para que no se diga que nos oponemos a todo con el fin de sabotear el funcionamiento del gobierno departamental, encontramos oportuna y acorde con los pactos agrarios de paz, el proyecto de Luis Pérez de conformar una Empresa de Desarrollo Agroindustrial para Antioquia (Ver http://bit.ly/2i1ykIO ), como parte del actual Plan de Desarrollo de Antioquia “Pensar en Grande” (Ver http://bit.ly/1QYp6wx ). Ésta es una muy buena idea que esperamos tenga un gran énfasis en la Innovación social, con importantes avances en Medellín y el Área Metropolitana del Aburrá (Ver http://bit.ly/1LS0DAm ).

En igual sentido nos parecen oportunas las medidas proyectadas para resolver los graves problemas financieros de SaviaSalud (Ver http://bit.ly/2ioQpDZ ), arruinada por el saqueo de los politiqueros de Antioquia, pues su hueco fiscal es casi de un billón de pesos, afectando hospitales, médicos, enfermeros y, por supuesto, a miles de personas en condiciones de extrema pobreza, con graves problemas de salud.

Sin salud no hay paz.