La reparación colectiva es un proceso de restablecimiento de derechos que garantiza el Estado por mandato de la Ley 1448 o Ley de Víctimas del año 2011. Fue creada para promover oportunidades de paz, escenarios de reconciliación nacional y resarcimiento de derechos por motivo de daños causados en el marco del conflicto armado colombiano.

A los beneficios que contempla el plan de reparación, es decir, el conjunto de medidas que exigen las víctimas una vez surtan el proceso de reconocimiento, pueden acceder todos aquellos sujetos, individuales o colectivos, que hayan sido vulnerados por los actores del conflicto en el periodo comprendido entre 1985 y el 2015.

La población de la Zona de Reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra y la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra, como organización representante de la misma, de acuerdo a los presupuestos jurídicos de la norma, reconocen que ha sido victimizada, primero, la población adscrita a las 144 Juntas que sustentan la ACVC y así mismo que en el proceso de defensa de la vida, la misma Asociación ha sido victimizada sistemáticamente disminuyendo con esto la fuerza de sus dirigentes y agentes de proceso; por los empadronamientos, las persecuciones jurídicas, las interceptaciones ilegales, la difamación por medios de comunicación, la sedición, la estigmatización, la amenaza, el asesinato selectivo, el acceso carnal violento, la negligencia administrativa, la masacre, la intimidación, el congelamiento de cuentas bancarias, las aspersiones aéreas, la quema de caseríos, los bloqueos económicos, los atentados a bienes de interés colectivo, entre otros hechos que han afectado en todo el periodo de existencia a la organización y la base social que representa. En la Asociación se ha partido del hecho según el cual tiene derecho y está en el deber de exigirle al Estado medidas que restablezcan y logren subsanar todo el daño producido por este conjunto de acciones contra la vida perpetradas en todo el periodo de tiempo organizativo.

Aunque al interior de la organización se comprende que cualquier medida gubernamental no será suficiente para recuperar las vidas de resistencia de líderes y lideresas de la región que ya no están, se contribuirá a garantizar los derechos efectivos a los que debe acceder toda la población y contribuir con ello a forjar los nuevos liderazgos de la paz y la justicia social que necesita un país que comienza apostarle a la oportunidad de la paz.

De este modo, con la reparación colectiva, entendiendo que deben garantizarse medidas que afecten a todos los procesos adelantados en la Zona de Reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra, se generarán las condiciones para crear una Colombia en paz y unas comunidades conscientes de los derechos que jamás de nuevo les arrebatarán.