Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Pronunciamiento por la Autodeterminación del pueblo venezolano
Declaración conjunta de organismos de México, Colombia, República Dominicana y Argentina.
 
Foto: joepiette2 US/CIA Hands off Venezuela Philly Protest via photopin (license)

Descargar documento (PDF)

Pronunciamiento por la Autodeterminación del pueblo venezolano

Declaración conjunta de organismos de México, Colombia, República Dominicana y Argentina.

Estimados compañeras y compañeros

La Liga Mexicana por los Derechos Humanos, el Comité Permanente por los Derechos Humanos de Colombia, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de República Dominicana y la Liga Argentina por los Derechos Humanos hemos acordado la siguiente declaración sobre Venezuela a la que invitamos a los organismos de derechos humanos a sumarse.

Gracias.

Considerando que:

A partir de la Conferencia de Bandung de 1950, en la que se condena el sistema colonial, la Asamblea General de la ONU aprueba el 14 de diciembre de 1960 la Resolución 1514 (XV) que contiene la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y a los pueblos coloniales, conocida también como la Carta Magna de la Descolonización. El tenor de esta Resolución es claro y contundente, y pone sin lugar a dudas los pilares del derecho a la autodeterminación, destacándose:

1. La sujeción de los pueblos a una subyugación, dominación y explotación extranjeras constituye una denegación de los derechos humanos fundamentales, es contraria a la Carta de las Naciones Unidas y compromete la causa de la paz y de la cooperación mundiales.

2. Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación; en virtud de este derecho, determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural.

3. La falta de preparación en el orden político, económico, social o educativo no deberá nunca servir de pretexto para retrasar la independencia.

6. Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.

Los dos Pactos internacionales sobre derechos humanos de 1966 reconocen el derecho de autodeterminación en el artículo primero de ambos, en los términos siguientes:

“1.1. Todos los pueblos tienen el derecho de autodeterminación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural.

1.3. Los Estados Partes en el presente Pacto, incluso los que tienen la responsabilidad de administrar territorios no autónomos y territorios en fideicomiso, promoverán el ejercicio del derecho de conformidad con las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas”.

El principio de autodeterminación pasa así al plano positivo convencional, en unos instrumentos jurídicos dedicados a los derechos humanos, estableciéndose por lo tanto un vínculo muy estrecho entre el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos y los derechos humanos.

Recordando que el presidente Wilson, de los Estados Unidos, no dudó en mencionar el concepto de “self-determination”, pensado fundamentalmente para los Estados europeos, en el punto 4 del Mensaje de 12 de febrero de 1918, en el que claramente se decía que:

“Todas las aspiraciones nacionales bien definidas deberán recibir la satisfacción más completa que pueda ser otorgada sin introducir nuevos o perpetuar antiguos elementos de discordia o de antagonismo susceptibles de romper con el tiempo de paz de Europa y, en consecuencia, la del mundo”.

Lamentando que la crisis económica y social que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela, y se manipule como crisis de derechos humanos para desviar la mirada de lo que sucede en otros países de América y el mundo.

Deplorando que la falta de democracia al interior de la Organización de Estados Americanos permita que se violente el derecho del pueblo venezolano a la autodeterminación nacional, amenazada y agraviada por una operación continental de contrainsurgencia encabezada por el gobierno de los EEUU, sus tétricas agencias de “inteligencia” como la CIA y la red de penetración cultural que han armado en Nuestra América, impulsada por el secretario de la OEA, el señor Almagro, y apoyada de manera entusiasta por los gobiernos neoliberales de México, Colombia, Brasil y Argentina y abra paso a la recolonización que sufren nuestros pueblos a manos de las transnacionales que lucran con nuestras riquezas y el trabajo de nuestros hombres y mujeres.

Lamentando la que el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela haya decidido retirarse de la OEA ante los ataques recibidos por los poderosos intereses encabezados por el gobierno de Donald Trump.

Recordando que en la hora de definir la democracia y los derechos humanos, cuando se perpetran golpes de Estado como el que ya sufrimos en Honduras, Paraguay y Brasil; o los que se sigue intentando en Venezuela, Ecuador y Bolivia, los defensores de los derechos humanos nos posicionamos al lado de los pueblos y de nuestra historia de lucha por la Memoria, la verdad y la justicia, por nuestra tradición de lucha por la Independencia e Integración de Nuestra América.

La Liga Mexicana por la Defensa de los de Derechos Humanos, el Comité Permanente en defensa de los Derechos Humanos de Colombia, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de República Dominicana, de manera conjunta y solidaria, nos pronunciamos en defensa del derecho del pueblo venezolano a la autodeterminación nacional, pidiendo la cooperación internacional para que ese país transite por los cauces democráticos que su pueblo elija.

Nos pronunciamos también, porque los órganos de la OEA y la ONU fortalezcan su democracia interna y sus espacios de participación de la sociedad civil en contrapeso a aquellos gobiernos que intentan imponerse en los países pasando por encima de la libre determinación de los pueblos.

Invitamos por lo tanto, al Gobierno de Nicolás Maduro a que reconsidere su permanencia en la OEA.