La Asociación Campesina del Catatumbo ASCAMCAT, parte activa del componente social en la implementación del acuerdo final, manifiesta nuestro irrestricto compromiso en la construcción de la paz estable y duradera que tanto anhela el pueblo catatumbero, estando totalmente convencidos y convencidas de que la paz con justicia social solo puede ser edificada con la participación activa de todos los colombianos, en especial de los campesinos y las campesinas humildes y excluidos de Colombia.

Expresamos enérgicamente nuestra inconformidad y preocupación por las acciones unilaterales del Gobierno Nacional que menoscaban la confianza en la palabra dada y los compromisos adquiridos en el acuerdo final, entre ellos el querer imponer a través de la ART (Agencia de Renovación del Territorio) metodologías y cronogramas para la construcción de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) en los territorios sin la menor participación de las comunidades y organizaciones populares que lo habitamos, siendo esto una cachetada a las organizaciones que hemos resistido y construido alternativas en las regiones más golpeadas por la violencia, el abandono histórico del Estado y la pobreza.

Aunado a lo anterior, nos preocupa que dichas metodologías y cronogramas, en palabras de las FARC, no estén acordadas en las instancias correspondientes de la CSIVI (Comisión de Seguimiento, Impulso, Verificación) y menos aún exista un decreto reglamentario que nos garantice una hoja de ruta clara que debamos seguir. Además de esto, se quebranta la integralidad e interdependencia del punto 1 “Hacia un nuevo campo colombiano. RRI” y el punto 4 “solución al problema de las drogas ilícitas” ya que estas metodologías y cronogramas no articulan con la construcción del PNIS (Programa Nacional Integral de Sustitución) y los PISDA (Planes Integrales de Sustitución y Desarrollo Alternativo).

Son los PDET la esperanza del campesinado catatumbero, ya que vemos en éstos una oportunidad para plantear nuestra propuesta de la Zona de Reserva Campesina y el plan de desarrollo sostenible y alternativo que permite transformar las condiciones de pobreza, abandono histórico y violencia en la que nos encontramos sumergidos. Es nuestra esperanza que nos va a permitir acercar y concretar nuestros sueños de una Colombia nueva y justa.

Por ello hacemos el llamado al Gobierno Nacional y a la ART para que considere su accionar, pues éste no ayuda en la construcción de confianza y a la reconciliación del país. Exigimos en ese sentido que se establezcan los mecanismos de diálogo y concertación idóneos para la construcción conjunta y articulada entre las comunidades, organizaciones sociales, FARC, Gobierno Nacional y las instituciones correspondientes en los territorios, los PDET, los PATR, el PNIS y los PISDA y de esta manera aportar, unificadamente, a la constricción de paz con justicia social en los territorios.

Por último, convocamos al campesinado catatumbero a defender, en la movilización y la organización, el acuerdo final que nos pertenece a cada uno y una de los colombianos, a hacer valer y respetar lo firmado, pues lo que está en juego es la transformación estructural de las condiciones de pobreza, exclusión y desigualdad de Colombia, y hasta la vida misma.