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Opinión
Por una Colombia sin odio y sin corrupción
Dorys Romero Hernández / Martes 16 de enero de 2018
 

Ser de izquierda es ser justo, querer la paz y luchar por ello, es sentir amor por los demás, quererse y respetarse a sí mismo, es buscar para todos una vida plena, es pretender que toda y todos tengamos mínimo los derechos fundamentales para vivir con dignidad, por todo eso algunos seres humanos nos hemos enfocado y nuestra misión es que todos seamos iguales en oportunidades, en seguridad, en estabilidad laboral, en vivienda, en salud, pero no lo podemos hacer solos debemos buscar la unidad de las izquierdas, hacer un solo bloque nos hará fuertes para poder contener la corrupción que es lo que realmente nos tiene disminuidos socialmente.

Si estamos dispersos no podremos, si creamos divisionismo ni los unos ni los otros podrán salir adelante y el más perjudicado sería el pueblo, el que decimos es a quien vamos a beneficiar. Si cuando nos dirigimos al pueblo, nuestro interior está resentido eso proyecta a los demás; además de lo expuesto tenemos a una gran parte de nuestro pueblo influenciados por la desinformación y el odio que esta infundiendo los sectores de extrema derecha que quieren seguir generando la violencia en Colombia y de esa manera seguir gobernando al país, con las mismos vicios de corrupción.

Todos somos conscientes de la corrupción, que se compran favores, que algunos se hacen elegir para conseguir beneficios personales, estamos seguros que “nuestra sociedad está condenada” pero según Bertolt Brecht: “el que no conoce la verdad es simplemente un ignorante. Pero el que la conoce y la llama mentira, ¡ese es un criminal!”.