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Entrevista a Will Alfredo Pinto
Las raíces y causas de la insurrección y la matanza del 1932 en El Salvador
Dick Emanuelsson / Viernes 15 de mayo de 2009
 
El Salvador / 1932 - El líder indígena y comunista Feliciano Amo del municipio Izalco antes de ser ahorcado por el Ejército. Foto: Archivo.

Para ser indígena, su altura, 1,97 metros, me impresiona cuando nos sentamos en el patio y jardín amplio en la sede del FMLN en el municipio de Izalco, en el departamento de Sonsonate. Sin embargo, este inmenso líder de los indígenas es ciego pero en nuestro recorrido por el casco urbano junto con el nuevo alcalde de Izalco, habla sobre la historia de este hermoso pueblo con una exactitud y conocimiento que me deja sin respiración.

William Pinto es miembro de la Comisión de la Verdad sobre el genocidio de 1932 que investiga sobre las causas que desataron la insurrección y la posterior matanza y etnocidio ese año. Y con él conversamos.

Dick Emanuelsson – Estamos en Izalco, donde hemos hablado con el alcalde recién elegido, Roberto Alvarado, en la lista del FMLN. Izalco como ciudad también es conocida por la historia de la insurrección en el mes de enero de 1932 y la posterior matanza de miles de personas en toda la república de El Salvador. Aquí en Izalco se calcula que más de mil personas fueron ejecutadas por la Policía y el Ejército. Y aquí enfrente tenemos a Will Alfredo Pinto, un indígena originario, porque, hay que decirlo también, fue la población indígena, campesina, la que en gran parte fue masacrada ese mes en el año de 1932.

Muchísimas gracias, William, por atender esta entrevista. Cuéntanos en grandes rasgos qué es 1932 para los indígenas, para los habitantes acá en Izalco, qué fue lo que causó esa insurrección y después la matanza a la población.

Feliciano Amo ahorcado por el Ejército. Foto: Archivo.

William Pinto - Muchas gracias de antemano por la oportunidad y para poder divulgar la historia de mi querido pueblo Izalco. En 1932, como es de conocimiento de muchos, y de hecho muchos investigadores, como Erick Shin y otros que han venido a investigar sobre el genocidio de 1932, podemos decir que el genocidio de 1932 tuvo diferentes causas.

Las leyes que les quitaron la tierra a los indígenas

Una de ellas fue la pérdida de tierras. La comunidad indígena siempre se caracterizó por tener tierras comunales, tierras ejidales y en 1881–85 aproximadamente, cuando era presidente el señor Rafael Zaldívar comenzó con reformas a la Constitución, en la cual se comenzaron a quitar las propiedades comunales y ejidales a la comunidad indígena para dárselas a personas para que pudieran cultivar el café. Entonces, estas tierras fueron quedando en manos de muy pocas personas. Después de ser tierras compartidas por la comunidad, quedaron en manos de una sola persona.

Entonces esto trajo descontento a lo largo de varias décadas, pero en 1932, aparte de la gente estar demandando que se le devuelvan sus tierras y que no se les sigan expropiando, estaba la recesión económica, que fue en 1926-1929, en EU. Esta recesión económica mundial, afectó también a nuestro El Salvador, igual como en la actualidad que estamos pasando por otra situación bastante parecida.

Todos los derechos eran violentados

Son como las cosas que vinieron y que causaron que el pueblo comenzara a organizarse. Toda la gente que trabajaba, hablan que en los cafetales sólo iban a trabajar por la tortilla con frijoles, y no les daban dinero, o si le daban, les daban algo que no era realmente lo que ellos debían de tener como salario, en la corta de café, corta de caña u otro tipo de labores en aquel entonces.

Entonces, la gente desesperada por la situación económica, además que se les estaba quitando las tierras, no se les estaban cumpliendo sus derechos como el derecho a la salud, el derecho a la educación, en Izalco en aquel momento sólo había nada más uno o dos centros educativos, que no eran lo suficiente y aún no daban abasto para toda la población de aquel momento. El analfabetismo era alto. Entonces, todos los derechos básicos de la comunidad indígena eran violentados.

Entonces la gente comenzó a organizarse y la gente uno o dos años antes de 1932, en el sector sur de Izalco, a las cinco de la tarde, bajaron nuestros abuelos, nuestros indígenas a reunirse, venía alguien a darles como una asesoría de cómo organizarse, todo fue un proceso que se trajo uno o dos años antes, para digamos a venir a hacer el levantamiento indígena-campesino de 1932, el 22 de enero.

Farabundo Martí, fundador del Partido Comunista de El Salvador, fusilado en enero del 1932, pocos días antes de la insurrección. Foto: Archivo.

DE - ¿Para recuperar la tierra?

WP – Sí, era para recuperar las tierras, para que les sean devueltas sus tierras, pero también era para un mejor salario, acceso a salud, a educación, y otros derechos que no tenían. Incluso la mujer para esa época no tenía ningún tipo de derechos, ni políticos, ni económicos, ni sociales. En algunos municipios la mujer jugó un papel importante también en el levantamiento de 1932.

DE – ¿El decreto presidencial de ley de 1881-1882 entregaba la tierra en manos de pocas personas, o sea, los cafetaleros?

WP – Lo que pasa es que... acordémonos que el presidente Zaldívar y otros estuvieron interesados en la economía, según ellos, en nuestro país y vieron que el café era una fuente que traía más divisas, más recursos exteriores al país, y entonces, de ahí viene la iniciativa de buscar las mejores tierras y que eran poseídas por las comunidades indígenas, para quitárselas y que éstas sean entregadas a familias o a personas para el cultivo del café.

DE - ¿Y la tierra prácticamente queda en manos de 14 familias en el país?

WP – Sí, así es, en las manos de 14 familias, familias que muchas de ellas eran las mismas que posteriormente llegaron al poder, a la Presidencia: la familia Regalado, la familia Dueñas, Méndez Quiñónez, todas estas familias que fueron algunas de las beneficiadas de aquel momento.

El fraude electoral en enero de 1932

Rito indígena conmemorativo de las víctimas. Foto: Archivo.

DE - ¿Y las elecciones del 3 de enero de ese mismo año, el año 32, que fue el gran fraude también, porque las capas populares también ganaron…?

WP – Hay varios elementos como que vinieron realmente a dar el estallido final, como a romper la válvula de escape, y eso fue las elecciones del 3 de enero de ese momento, donde muchos líderes indígenas tenían la posibilidad de ser el nuevo alcalde de los respectivos pueblos.

Por ejemplo aquí en Izalco se habla de un indígena de nombre Inés, no recuerdo el apellido en este momento, pero así otros, como el caso de Nauizalco, entonces el partido en el gobierno sabía que si la comunidad indígena comenzaba a retomar el poder popular, municipal, se iba a hacer más difícil que las tierras fueran quitadas a las comunidades. Y posiblemente iba a haber más luchas para poder recuperar las tierras que ya se le habían quitado.

Entonces, no tenían otro camino que hacer el fraude electoral y de esa forma violenta e ilegal poder ellos seguir enquistados en el poder. Ahí es donde la comunidad indígena, que ya estaba en el proceso de organización uno o dos años antes, ve como injusto que se le violente también su derecho político de una forma bastante evidente, y de ahí esto trae también como el estallido social en aquel entonces.

Will Alfredo Pinto, dirigente indígena del municipio de Izalco y miembro de la Comisión de la Verdad sobre el genocidio de 1932. Foto: Dick Emanuelsson.

DE – ¿Mejor dicho, la insurrección fue legítima, porque habían cometido un fraude por parte del Estado?

WP – Sí, si lo vemos desde el punto de vista electoral, fue legítima, porque hubo un fraude electoral, pero acordémonos también, como lo dije anteriormente: la insurrección fue también legítima porque se les estaba desposeyendo de la tierra, le estaban quitando las tierras a la comunidad indígena, la recesión económica estaba afectando los salarios, estaba afectando la economía también, de la misma comunidad indígena. Entonces, todos esos elementos vinieron a darle más legitimidad a la insurrección de 1932.

El papel del recién nacido PCS en el 1932

DE – Los historiadores han hablado sobre el papel del Partido Comunista, dirigido por Farabundo Martí y Feliciano Ama, que era un líder indígena que poseía bastante tierra acá en Izalco. Él ingresó también al Partido Comunista, y dicen algunos historiadores que el Partido Comunista no estaba tampoco unido por la señal de la insurrección, en el comité ejecutivo ahí era seis personas a favor y tres personas en contra, porque pensaban que la perspectiva era un baño de sangre.

El Partido Comunista también había lanzado la consigna de recuperar la tierra para los indígenas y los campesinos, ya estaban también en la insurrección.

WP – Hay varias versiones en este caso de 1932. Por ejemplo, el año pasado tuvimos una ponencia con el historiador Carlos Gregorio de la Universidad Nacional, y habla de que hay documentos donde dan fe que Feliciano Ama era parte del Partido Comunista, pero para muchos investigadores no lo era.

Fue un etnocidio contra la población indígena en la matanza 1932 en El Salvador. Hoy, después de las victorias electorales del 18 de enero y el 15 de marzo, los asesinados ha recibido su venganza porque no pudieron “enterrar el comunismo en 1932”, como han dicho los militares y la derecha desde ese año trágico. Foto: Dick Emanuelsson.

Entonces, en 1932, aparte del movimiento indígena-campesino acordémonos que también había otros movimientos, y uno de ellos era Socorro Rojo Internacional, que venía desde Nueva York y era como un movimiento defensor de los derechos humanos, pero a la vez estaba también lo que era el Partido Comunista, estaban los movimientos que se comenzaban a formar, los movimientos sindicales laborales de aquel momento. Había como diferentes movimientos que también estaban insatisfechos con la gestión de gobierno del momento.

Creo que la participación del Partido Comunista, al menos en lo que corresponde al sector indígena de Izalco, o de los Izalcos, es bastante poca. Lo que yo he logrado investigar es que era más el Socorro Rojo el que estaba metido entre la comunidad indígena, tratando de orientar y organizar. Pero yo creo que al final el Partido Comunista pudo haber tenido una participación en el levantamiento de 1932, pero aprovechando la situación, no es que la haya promovido, o que haya sido parte desde un inicio.

Las ejecuciones y los testimonios

DE – De todas maneras fueron detenidos Farabundo Martí y Feliciano Ama y fueron ejecutados de modos crueles. Cuéntenos un poco, ¿qué es lo que se sabe aquí en Izalco sobre las ejecuciones y la represión durante los meses después?

WP – Según la investigación, porque debo decir que yo pertenezco a una comisión que se llama Comisión de la Verdad sobre el genocidio de 1932, que en los últimos meses hemos detenido un poco la investigación por falta de recursos y otras situaciones que nos han afectado, pero desde hace dos años se juramentó la Comisión de la Verdad sobre el genocidio de 1932, como una iniciativa de la Fundación José Feliciano Ama, integrada también por la Iglesia y las cofradías indígenas.

Entonces, en esta Comisión de la Verdad hemos visitado a varios sobrevivientes de 1932. No es fácil que ellos puedan expresar lo que vivieron, lo que sucedió en aquel entonces, porque todavía sigue habiendo algunos traumas psicológicos, desde hace más de 77 años.

Entonces, en esto el genocidio de 1932 comienza, bueno, para algunos comienza en una tarde, pero para otros comienza en una madrugada del 22 de enero donde las tropas que eran mandadas por el general Maximiliano Hernández Martínez, entran por la parte Sur de Izalco.

En la parte Sur está lo que es la antigua estación del tren, entonces entran por esa parte las tropas, y comienzan a matar a cualquier persona que se encuentran, porque la comunidad indígena se reúne el 21 en la noche en algún punto de Izalco, que si no mal recuerdo, es en el fondo Sur de Izalco. Se reúne toda la gente que estaba organizada, para tomar la decisión del levantamiento a media noche.

Con machetes, con garrotes, con piedras

En este levantamiento se habla de que se saquean algunas casas, se habla de que la comunidad indígena obstaculiza la calle principal que va hacia San Salvador, se organiza ahí con machetes, con garrotes, con piedras, y buscan la forma de cómo también el alcalde que estaba ya no continúe. Y en esta lucha muere el alcalde Miguel Cano, que es perseguido por algunos indígenas y lo alcanzan y lo asesinan.

Entonces todo esto crea un caos, y esto no es solamente en lo que es Izalco, al mismo tiempo estamos hablando de Apaneca, Taco, Coayuba, Nahuizalco, Tepecoyo, Zacacoyo... todos los municipios, que antiguamente era conocido como los Izalcos, prácticamente.

DE - ¿Era furia acumulada durante muchos años?

WP – Durante muchos años, por la misma insatisfacción, por el mismo malestar social que había, social y económico. Pero una de las características que se dan en el genocidio de 1932 y que llama mucho la atención, es por qué no morían las mujeres. A las mujeres no se les mataba, al menos en el sector de Izalco, sólo eran asesinados niños desde los 12 años en adelante y hombres. Mujeres, al menos en Izalco, se habla que en Sonsonate y otros municipios sí mataron mujeres, pero fueron bien mínimos. Pero en lo que es Izalco no murió ninguna mujer, según los testimonios que tenemos.

Murieron niños y podemos decir que lo más fuerte dura alrededor de ocho días, pero según algunas sobrevivientes del 32, eso pasa alrededor de un mes, la situación caótica de ese momento. Habla una señora que entrevistamos, Julia Chúe y a la señora Carmen Tespa, que todavía vive, que cuando venía la tropa, seguían a las personas. Mataron a unos hermanos de apellido Chile y dice que ellos corrieron y la guardia detrás y les dispararon y ahí caían.

Otros, donde caían eran quemados y posteriormente eran tirados sobre carretas, jaladas por bueyes, y venían a enterrarlos a lo que es la fosa común más grande que está a algunas cuadras de acá.

Mil muertos en una fosa común y más trampas

DE – ¿De la iglesia…?

WP - La iglesia Asunción. Esa fosa común, según la niña Julia Chué y la niña Carmen Tespa que son las que vieron, vieron, porque la niña Julia Chué el papá no sabía donde estaba y ella se le escapó a la mamá, una niña de unos 8, 10 años, y vino a ver si su papá estaba entre medio de esa gente. Y no lo vio y escondida detrás de un muro, dice y ella miraba cómo a los hombres los ponían en una formación, y ahí, habla de que eran más de mil en ese momento los que ella vio ahí, formados, los ponían a excavar la fosa, y después eran fusilados y eran enterrados.

La niña Carmen Tespa habla de que ella estaba en una corta de café en una finca al costado oriente de Izalco, un cantón que se llama El Zunza, y cuando ella se vino, dice que le tocó entrar por el lado de Tecozón y eran tendaladas, habla la señora así, de muertos.

DE – Alguna ocasión en que el cónsul inglés habla de que venían mil indígenas a la alcaldía para pedir sus cédulas o algo así y fueron asesinados unos 700.

WP – en el caso de Nahuizalco que es el lugar… yo creo que también en Izalco y en diferentes municipios, pero Nahuizalco, según la investigación que hizo Santiago Consalvi, del Mupi, un video que se llama “Cicatrices de la Memoria”, se habla de que el alcalde de allá engañó a la gente dándole un documento, y con ese documento ya no iba a ser perseguida, días después de la masacre de 1932.

Pero más sin embargo, era para todo lo contrario, era como para tener un mayor control de la gente indígena y después era asesinada y en ese caso también en Nahuizalco también se utilizó el sacerdote, según la investigación, para confesar si era parte o no del movimiento, y a la vez, era asesinado.

DE – Aquí afuera, la costa, también está un destructor de la flota norteamericana, que hablaba también de que no era necesario desembarcar tropas, porque ya los mismos militares habían hecho el trabajo, como decían.

WP – Sí, eso es como parte de lo que estaba... los mismos militares salvadoreños, pero en ese punto de la tropa, creo que era de EU, habría que decir algo importante: las relaciones políticas de Maximiliano Martínez no eran las más saludables con EU. Según la investigación, se habla de que habían problemas serios entre EU y El Salvador. Incluso tenía problemas con la integración centroamericana, Hernández Martínez.

Entonces, como una forma de quedar bien con los países extranjeros, fue utilizar a la comunidad indígena, porque sabía que a él ya no lo querían como presidente y en cualquier momento perdía el poder, y estaba perdiendo la credibilidad internacional, exterior. Entonces, una forma como la imagen del presidente y de El Salvador poderla recuperar fue utilizando a los indígenas para hacer el genocidio.

El etnocidio

DE - ¿Se podía decir que fue también etnocidio?

WP – Etnocidio sí, porque fue atentar más que todo a lo que era el sector indígena, la comunidad indígena, porque el que era ladino no era perseguido, el que era con descendencia española u otra no era perseguido.

DE - ¿Qué producían los indígenas en sus tierras antes que fueran conquistados, o sea, robados por los cafetaleros?

WP – Uno de los principales cultivos era el añil…

DE - … ¿Añil?

WP - Añil, pero también era el cacao. Acordémonos que Izalco según la historia y algunos historiadores, en la época precolombina, jugaba un papel importante en la producción de cacao, era como el máximo productor de cacao a nivel casi de América. Entonces jugaba ese papel importante Izalco y todo el sector de los Izalcos, que son varios municipios, con la producción de cacao y que era como también una de las divisas que utilizaba el país…

Ha sido una victoria que va mas allá de unas alegrías

DE - ¿La derecha gobernaba acá en este municipio, prácticamente toda la existencia desde que se fueron los españoles, y durante la guerra aquí no había tanto combate, tanta guerra, como quizás en otros departamentos de El Salvador, pero cómo se sienten los indígenas hoy en día, cuando hay un nuevo cambio, o sea, un cambio en la alcaldía, que hay un nuevo presidente, es algo como la historia ha dado razón a los indígenas y no venganza quizás, pero la compensación por la terrible masacre del año 1932?

WP – Hay un gran grupo de indígenas que hemos estado luchando por un cambio en Izalco desde hace mucho tiempo, pero de diferentes formas, en la Iglesia, a través de asociaciones, y creo que para los que hemos estado luchando y hemos sido conscientes de la situación de Izalco, ha sido una victoria que va mas allá de unas alegrías, yo creo que la reivindicación de los derechos del pueblo, la dignificación de las víctimas de 1932… pero debo decir algo que es importante, desde 1932 hasta la fecha:

Sigue habiendo un efecto psicológico negativo en el pueblo. El pueblo perdió su identidad, ha perdido sus valores, sus tradiciones, y ha sido metido en una cultura del miedo, una cultura del miedo y de la pérdida de la dignidad, y digo esto porque cuando usted me habla del partido de gobierno, ellos levantan sus banderas, que ellos aquí terminaron con el comunismo. Por eso es que ellos inician aquí sus campañas electorales, porque es un símbolo para ellos, dicen que acabaron con el comunismo, de donde vamos a seguir acabando, en cualquier época.

Entonces, mi pueblo ha sido acusado como un comunista y aquí si tú te vistes como indígena, hablas como indígena, eres un comunista. Y recién pasado el genocidio de 1932, tener un apellido indígena era un delito, era perseguido, vestirse como indígena… o sea, ahí es donde se ha venido perdiendo la lengua, perdiendo los apellidos, el vestuario, costumbres, todos los valores.

Entonces, mi pueblo ha crecido en esa cultura, pero poco a poco la Iglesia ha jugado un papel fundamental para ir minando, ir quitando lo que es el miedo, pero más sin embargo existe un gran sector que todavía sigue viviendo bajo esa cultura del miedo.

Entonces es un proceso. Hoy con la victoria del hermano Roberto Alvarado (nuevo alcalde en Izalco), va a ser un proceso para organizar al pueblo, para formar conciencia en el pueblo y demostrarle que tenemos dignidad y que los valores indígenas deben ser recuperados.

DE –Muchísimas gracias, esperamos que realmente van a seguir en ese proceso y ese trabajo de recuperar quizás la identidad indígena, y que la historia del año 32 no va a ser una parte blanca en la historia de este municipio.

Un agradecimiento especial a Marialuisa Atienza por la trascripción de los reportajes de El Salvador.