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"Una tragedia a la colombiana": Un libro del historiador sueco Roland Anrup
El autoritarismo de Uribe se asemeja al de Creonte
Libros y Letras / Domingo 12 de julio de 2009
 

Hay libros que duelen, pero este duele el doble. Y duele porque todo lo que dice el autor es una dura, durísima verdad. Una verdad de a puño. Una verdad que está ahí, latente, que todos los colombianos la ven, la sienten, la huelen. Y muchos son indiferentes ante esa verdad. Y lo que es peor, salen a gritar a los cuatro vientos que esto es mejor a lo pasado y se solazan firmando encuestas y diciendo que por fin a llegado la paz, que pueden salir tranquilos por las carreteras, pero se hacen los de la vista gorda ante los 33.000 votos fraudulentos, ante un Congreso elegido ilegítimamente o los elegidos legítimamente tienen problemas con la parapolítica, ante un hombre que compra motosierras y manda picar a sus mismos compatriotas, ante un número aún no determinado de “falsos positivos”, ante contratos en zonas francas para beneficiar a los hijos del presidente y ante tantos y tantos atropellos que nunca en toda la historia de la República se había visto, ni sumados 200 años de historia habían ocurrido tantos hechos y tantos crímenes, ni se habían mostrado tantas mentiras, ni se habían fabricado tantas cortinas de humo. Por eso este libro duele, maltrata, angustia, golpea y no podrá leerse en sano juicio. No. Toca preparar la mente y el alma y hasta quizás tomarse dos aspirinas o, si es el caso, empujarse un par de “amarillitos” para que el cerebro se prepare a una especie de martirio. No será fácil el ejercicio. Pero este libro debe ser leído por todos aquellos que piensan que esto debe cambiar, que no debemos estar “cargados de tigre” porque lo que necesita Colombia es afecto, no tanques de guerra, ni odios en Consejos Comunitarios. Léanlo para que vean que hay mucha razón en lo que decimos. Una tragedia a la colombianade Ronald Anrup (Debate-Random House Mondadori), un libro que muy seguramente nos entristecerá, pero que también será una lección de esperanza para que el dolor no vuelva a aparecer.
“Hablamos” con el autor y también fue otra lección.

- ¿Por qué pensó inicialmente en el título Antígona y Creonte?

- En la tragedia de Sófocles la figura de Antígona personifica la rebeldía y la resistencia, mientras Creonte es el representante del autoritarismo y el orden establecido. La lectura de los temas que se desarrollan en la tragedia “Antígona” de Sófocles me sirve como un punto de partida para articular una serie de ideas sobre la manera en que se ha concebido el estado y la violencia, el derecho y la política, la soberanía y el pueblo, así como las formas en que se definen la resistencia y la rebelión en el marco de la trágica guerra fraticida que azota a Colombia. Alrededor de tales temas intento desarrollar una reflexión histórica y teórica en torno de problemas fundamentales para la contemporaneidad colombiana.

- En su libro hay una especie de tufillo en donde se nota que uno de los protagonistas de la historia (léase drama) es el actual presidente de Colombia.

- Es que Uribe en su autoritarismo se asemeja a Creonte, el tirano del drama de Sófocles. Al exigir la obediencia como la norma fundamental del gobierno Creonte se nos revela como un precursor tanto de los teóricos del Estado patriarcal como de los actuales gobernantes autoritarios. Para ellos el discurso verdadero es aquél que inspira miedo y terror, aquél al que uno hacía bien al someterse por ser el reinante.

- ¿Cree que el presidente Uribe debe aflojar un poco su carga de tigre?

- Me parece que sería una ofensa para con un felino tan bello compararlo con el actual habitante del Palacio de Nariño.

- ¿Cree que la tragedia de Colombia es una tragedia singular, diferente a las demás tragedias que vive el mundo actual?

- La guerra que vive Colombia es una tragedia, es una guerra que la oligarquía ha impuesto al pueblo, pero la capacidad de rebeldía y resistencia que ha mostrado ese pueblo es al mismo tiempo supremamente esperanzador para el mundo.

- ¿Qué enseñanzas le dejó el escribir el libro?

- Que hay mujeres y hombres colombianos por los cuales siento una profunda admiración.

- ¿Cree que fue un ejercicio duro? ¿Doloroso?

- Pienso que ha sido un rito de memoria y catarsis, de teorización de la tragedia colombiana.

- ¿Leerlo, al terminarlo, le produjo dolor? ¿Angustia?

- Dolor, porque en Colombia la verdad es siempre más terrible de la capacidad que tenemos para imaginarnos. Pero por otro lado, alegría por lo que narra las distintas formas de lucha que ha asumido la resistencia popular.

- ¿Cuándo decidió escribir este libro? ¿Hubo algo especial que lo impactó, qué le llamó la atención?

- El encuentro con la gente que ha sido desplazada por las fuerzas paramilitares y militares del régimen me produjo un profundo impacto.

- ¿Qué aspecto considera el más dramático de su libro?

- El libro se abre con un capítulo titulado “Memoria y Muerte” que, entre otros temas, trata de los desesperados esfuerzos de los parientes de las víctimas de las masacres de los paramilitares de dar una digna sepultura a sus seres queridos que muchas veces fueron arrojados a los ríos o echados a fosas comunes.

- ¿Cuándo cree que se debe terminar esta absurda guerra en Colombia?

- La guerra obedece a razones determinadas de las partes enfrentadas. La necesidad lógica de la rebelión se inscribe dentro de un análisis histórico que saca a la luz la guerra como rasgo permanente de las relaciones de dominación, como trama y secreto de la institución del Estado. El terror practicado por las clases dominantes ha obligado a los resistentes a empuñar las armas o apoyar su uso. Conciben la rebelión no como la ruptura de un sistema pacífico de leyes, sino simplemente como el reverso de la guerra que los ricos y el gobierno mantienen permanentemente.

- ¿Este es un libro para hacer un llamado de atención a los militares? ¿Al presidente? ¿A los colombianos?

- Al presidente le debería preocupar como le va a juzgar la historia y la Corte Penal Internacional. El ex magistrado de la Corte Constitucional Jaime Araújo Rentería ha manifestado que ningún ciudadano está en la obligación de obedecer un régimen ilegal. Tal como dice en su histórico salvamento de voto cuando, en Junio del 2008, se opuso a la decisión de la Corte Constitucional de negar la revisión de la legalidad del acto legislativo que le dio vida a la figura de la reelección: “Ya los ciudadanos no están obligados a pagar impuestos a un Gobierno ilegitimo, ni los militares a acatar sus órdenes”.

- ¿Es también un libro para reflexionar?

- A partir de nuevas reflexiones teóricas de varios otros autores como, por ejemplo, los filósofos franceses Jacques Derrida y Jacques Rancière busco mostrar la validez, en casos concretos como el colombiano, de la vieja verdad marxista que el Estado es el enemigo principal que tiene que ser derrotado, derrocado y finalmente disuelto. El libro es fundamentalmente un llamado de atención a los que se hacen pasar por izquierda pero esgrimen la tesis que hay que fortalecer y dar legitimidad al Estado, a los que no han sabido apoyar las luchas que a lo ancho del territorio colombiano desarrollan los sectores populares y en el paso dando lugar a nuevas formas de autogobierno.

- ¿Este libro suyo es para todo tipo de lectores o para lectores especializados?

- Es un libro que, como ha señalado con sus preguntas, tiene partes tanto dramáticas como de reflexión teórica sobre el conflicto social y armado. En fin, es un libro para todos aquellos a los que el país les duele y les alegra, es un libro para todos los que de verdad aman a Colombia.