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Salvemos a Santa Marta de la contaminación con carbón
Hernán Pérez Zapata / Martes 20 de noviembre de 2007
 

Un ambiente catastrófico rodea el corredor turístico de Santa Marta e importantes áreas comerciales y agropecuarias de la Costa Atlántica, como consecuencia de la creciente e irracional exportación del carbón. La Comisión V del Senado analizó el tema en sesión especial del 15 de noviembre en el Centro de Convenciones del Estelar Santamar Hotel en Pozos Colorados. Se plantearon importantes interrogantes. Se sugirieron salidas al problema tanto por parte del Gobierno, como de los afectados por el desorden existente.

Se presentan notables diferencias entre la Declaración encabezada por el Gobernador Francisco Infante Vergara y la realidad de los hechos que amenazan el turismo, la producción agropecuaria, el comercio y sobre todo la vida de pobladores y visitantes del ambiente mas bello y playas mas acogedoras de América.

La Declaración, estuvo acompañada por la caracterización del turismo como mas deteriorador del ambiente que el polvillo mortífero del carbón que saquean las transnacionales con el apoyo del Gobierno de Uribe Vélez. El Ministro de Vías y Transporte Andrés Uriel Gallego, se comprometió a desarrollar un corredor vial y férreo alterno para trasladar a las afuera del sector turístico, el paso de la carga exportable y causante del deterioro ambiental. Así, se engolosina a incautos para mantener el binomio carbón-turismo y el desorden existente.

Mientras tanto se enrarece cada vez mas el ambiente y se provocan crecientes desastres en la salud de las mayorías de la población, desde las minas en el Cesar y la Guajira, hasta las amenazadas aguas del Caribe. Se afectan tierras, pueblos, trabajadores directos e indirectos del mineral, pequeños y medianos negocios, transportadores y conductores, campesinos y empresarios del sector agropecuario, pescadores y amplios sectores de inversionistas y de trabajadores nacionales vinculados a la industria turística.

Las hermosas cabañas y bellos paisajes en las Rocas de Piedra Hincada, Los Alcatraces, el Hotel Decamerón (Puerto Galeón), el Conjunto Palma del Caribe de 37 lujosos hermosos apartamentos, con un solo ocupante y mas de un millar de unidades y residencias vacacionales hasta Pozos Colorados, con mas de 3.200 habitantes permanentes, se parecen cada vez mas a los pueblos fantasmas del viejo oeste de California, como consecuencia del lío armado con la improvisación de las exportaciones de carbón.

Estan ubicados en un área con nubes de polvo y el polvillo del carbón, en el sector mas altamente contaminado del país, donde se acelera el saqueo con 1200 tractocamiones (mulas) de 70 toneladas de carga-diaria en promedio, cada una de las cuales, mueven los mayores tonelajes posibles del mineral, en el menor tiempo posible, por los Puertos de la Drummond (de E.U.) y Prodeco (de Glencore, Suiza), el tradicional muelle de Santa Marta y otros dos embarcaderos del mineral por las costas vecinas de Ciénaga. Esta labor se complementa con el super tren de mas de 100 vagones que con mas de 70 toneladas por vagón de carbón trae el mineral desde las minas a Santa Marta.

Simultáneamente, mas de un millón de habitantes de Santa Marta y Ciénaga carecen de los mas elementales servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento básico.

Y como si fuera poco las gubernamentales políticas uribistas promueven en la Perla de América, 17 obras públicas por el nefasto sistema de valorización. Sacarán mas de $137.000 millones de los bolsillos de los residentes, cuando deberian ser financiados con los impuestos y las regalías insuficientes que entregan las carboneras (9%) de US$2.900 millones obtenidos por las transnacionales el año pasado.

Solo el pueblo salva al pueblo. Solo los samarios, magdalenenses y colombianos, afectados por el saqueo de las compañías extranjeras y los bufones del Gobierno, podran salvar con un gran movimiento cívico y popular, a Santa Marta y a la Costa Atlántica, de convertirse en un pueblo fantasma en medio del mas bello ambiente natural de la patria.