Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Carta del profesor Fredy Cortés desde la cárcel Picota de Bogotá
¿Cuándo llegará el día en que no exista el delito de conciencia, el delito de opinión, donde pueda plantear a los estudiantes mis críticas y propuestas de una nueva sociedad sin ser tildado de guerrillero?
Fredy Julián Cortés Urquijo / Martes 22 de septiembre de 2009
 

Fredy Julián Cortés Urquijo es Ingeniero Mecánico de la Universidad Nacional, profesor auxiliar en la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Bogotá y estudiante de maestría en Ingeniería de la UN. Pofesional con una destacada formación ética, técnica y humana donde se resaltan sus trabajos e investigaciones para la agroindustria a través de proyectos financiados por Colciencias en convenio con Corpoica (Corporación Colombiana de Investigacion Agropopecuaria), la Universidad Nacional y la Universidad Industrial de Santander, durante los últimos años prestó sus servicios como profesor auxiliar de posgrado en los cursos Taller Agrícola 1 y 3 del Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola de la Universidad Nacional. Se vinculó a la UN como docente auxiliar de la Facultad de Ingeniería para dar los cursos Taller Agrícola II en el mismo departamento. Para el segundo semestre de 2009, tramitó la vinculación como profesor auxiliar para dictar el curso Elementos de máquinas agrícolas, así mismo se destaca profesionalmente en asesorías a diversas empresas del sector privado.

El profesor Fredy Cortés, prisionero político.

A mis estudiantes, a los profesores amigos, a mis amigos, a la comunidad universitaria en general, a la opinión pública, a las organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales:

Como una víctima más de la política de seguridad democrática, y como un nuevo falso positivo fui capturado el pasado miércoles, sindicado de rebelión y concierto para delinquir. La fiscalía frente a la juez de control de garantías y ante los medios me indilgan falsamente de preparar atentados contra el presidente Uribe y dos de sus ministros. Me acusan también de sembrar minas antipersona en el Municipio de Cabrera (Cundinamarca) , entre otras acusaciones.

Manifiesto ante todos ustedes que todas estas acusaciones son falsas, es un montaje apropiado para crear un ambiente a favor del presidente justo antes de una reunión de UNASUR, justo antes de su posible reelección. Yo soy estudiante de maestría en la Universidad Nacional de Colombia y durante los dos últimos años como pueden demostrarlo mis colegas docentes, he participado como auxiliar docente en la Universidad , así como en el área de investigación. En mi labor profesional he realizado asesorías a diversas empresas donde he realizado mi trabajo con calidad y cumplimiento.

Tengo una posición política opuesta al gobierno colombiano, he manifestado sin temor mis apreciaciones políticas ante mis estudiantes como ellos pueden corroborarlo. También he sido militante de colectivos estudiantiles de carácter democrático y fui representante estudiantil cuando hice mi pregrado en la Universidad. Este perfil fue el apropiado para buscar un chivo expiatorio en la coyuntura política al momento de mi captura.

No he sido de las FARC, ni soy miembro del grupo subversivo, no conozco el Municipio de Cabrera y no tengo la mínima idea donde queda el aeropuerto de CATAM. En los medios de comunicación se dijo un día después de mi captura, que en mi computador se hallaron fotografías del avión presidencial, cuando en dicho momento no se había revisado el contenido de mi computador, siendo esta información totalmente falsa.

No se puede seguir eliminando mediante la captura a todos quienes desde nuestro trabajo creemos que se puede conquistar una Colombia en paz, con equidad social. No se puede seguir diciendo que quienes disentimos de las políticas oficiales somos terroristas. No se puede seguir tachando a la comunidad académica y a los intelectuales de izquierda, como guerrilleros.

¿A qué punto hemos llegado en Colombia en donde pensar distinto al gobierno, nos hace blanco de la fiscalía, nos hace sujeto de seguimientos y capturas?

¿Cuándo llegará el día en que no exista el delito de conciencia, el delito de opinión, donde pueda plantear a los estudiantes mis críticas y propuestas de una nueva sociedad sin ser tildado de guerrillero?

Invito a las organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales a denunciar la persecución política en la que nos encontramos académicos, intelectuales, sindicalistas, estudiantes y líderes sociales.

Agradezco a la comunidad universitaria sus manifestaciones de apoyo y la invito a no dejarse callar, ni amedrentar de las políticas represivas de este régimen político.

Cuando el tirano nos obliga a callar, la realidad nos invita a gritar,
Aún con dignidad desde la picota.

FREDY CORTÉS

Bogotá. Agosto 29 de 2009