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Carta abierta del profesor Fredy Julián Cortés desde la cárcel La Picota
La mejor arma del opresor es la mente del oprimido
Fredy Julián Cortés Urquijo / Viernes 9 de octubre de 2009
 

Fredy Julián Cortés Urquijo es Ingeniero Mecánico de la Universidad Nacional, profesor auxiliar en la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Bogotá y estudiante de maestría en Ingeniería de la UN. Pofesional con una destacada formación ética, técnica y humana donde se resaltan sus trabajos e investigaciones para la agroindustria a través de proyectos financiados por Colciencias en convenio con Corpoica (Corporación Colombiana de Investigacion Agropopecuaria), la Universidad Nacional y la Universidad Industrial de Santander, durante los últimos años prestó sus servicios como profesor auxiliar de posgrado en los cursos Taller Agrícola 1 y 3 del Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola de la Universidad Nacional. Se vinculó a la UN como docente auxiliar de la Facultad de Ingeniería para dar los cursos Taller Agrícola II en el mismo departamento. Para el segundo semestre de 2009, tramitó la vinculación como profesor auxiliar para dictar el curso Elementos de máquinas agrícolas, así mismo se destaca profesionalmente en asesorías a diversas empresas del sector privado.

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A la comunidad académica de la Universidad Nacional de Colombia, a mis compañeros de estudio, a los estudiantes, a mis amigos y compañeros de lucha, a los movimientos estudiantiles y campesinos, a los organizadores y participantes del plantón del 1 de octubre:

Hace poco más de un mes fui capturado en la ciudad de Bogotá, sindicado de rebelión y concierto para delinquir. Al día siguiente, los medios de comunicación con información proveniente de la fiscalía mencionaban que pretendía atentar contra la vida del Presidente y tres de sus ministros. En un acto conocido como falso positivo judicial se pretende mostrarme como un terrorista en el momento preciso cuando el Presidente defendía su política de bases militares norteamericanas en Colombia en Unasur, y justo antes de la aprobación del referendo reeleccionista.

Este tipo de montajes judiciales son propios del gobierno de Álvaro Uribe y debido a esta política ya somos varios los académicos, los estudiantes y luchadores sociales que nos encontramos metidos en esta cacería de brujas que lo único que pretende es sacarnos del escenario académico, cultural y político y con esto evitar que a través de estos espacios podamos desenmascarar las políticas del régimen y concientizar a quienes nos escuchan.

Por esta misma razón es que no sólo los sociólogos, politólogos, historiadores y demás profesionales de las ciencias humanas son perseguidos, sino que también se quiere silenciar a quienes desde el conocimiento científico, técnico, desde la experiencia en ingeniería, a través del ejercicio de nuestra profesión, ponemos nuestros conocimientos al servicio de las necesidades productivas de las comunidades más necesitadas; quienes decidimos no aceptar un puesto laboral en multinacionales que benefician a un puñado de poderosos de siempre; quienes decidimos ponerle el pecho a la realidad del país y ser ingenieros sociales, quienes decidimos recorrer el país estudiando su realidad y su conflicto social por nuestros propios ojos y no a través de la pantalla del televisor.

Antes que conocimientos científicos y técnicos, antes que numerosas ecuaciones, antes que fórmulas físicas, tengo una formación profundamente humanista, la cual me exige estar al lado del pueblo, de quienes no pueden acceder a los privilegios que sólo pocos tienen.

Las necesidades de carácter técnico y tecnológico a lo largo y ancho del país son incontables, el campo de acción que tenemos los ingenieros para aplicar los conocimientos en el país es supremamente grande, sólo este campo de acción no está dentro de las “líneas estratégicas” que impulsan y publicitan los poderosos y por tanto no son pagadas, ni ofertadas en el mundo laboral, ni se ofrecen convocatorias de Colciencias. Nuevamente los intereses de los poderosos contradicen los intereses de las mayorías explotadas y oprimidas.

Es así como a través de los espacios académicos y algunas veces desde la acción directa con la comunidad y participación en investigación o en movimientos sociales, un grupo de profesionales hemos criticado el modelo económico y productivo de carácter neoliberal que ha destruido en buena parte la industria nacional, y desde esta crítica nos hemos acercado a propuestas revolucionarias en torno al manejo de los recursos naturales y el desarrollo de una industria nacional fuerte, por esta razón somos objeto de persecución y encarcelamiento por parte del régimen en Colombia.

Quienes pensamos así y manifestamos sin temor nuestras críticas y propuestas para un nuevo país no somos terroristas. Creemos que los recursos naturales de nuestro país como el petróleo, el carbón, el oro, los diamantes, la tierra y demás recursos y riquezas de nuestra Colombia no deben ser explotadas por un puñado de oligarcas nacionales y extranjeros, quienes para apropiarse de estos recursos colmaron de sangre nuestras tierras.

Estos recursos son del país y deben beneficiar al mayor número de colombianos a través de la educación, salud, alimentación, servicios públicos, entre otros. Nosotros, quienes planteamos esto, no podemos ser apresados o silenciados bajo amenazas.

Agradezco las manifestaciones de solidaridad para quienes somos presos políticos, así como a las organizaciones que defienden la libertad de expresión. Me uno al fuerte grito de rebeldía de todos los luchadores en Colombia y por la defensa del pensamiento crítico. Saludo también a los colegas Miguel Ángel Beltrán, William Javier Díaz y demás presos políticos de Colombia.

¡No más presos por pensar!