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"No creo que Gabo me haya engañado"
El británico Gerald Martin indaga en la intimidad de Gabriel García Márquez en la primera gran biografía del escritor
Guillaume Fourmont / Sábado 17 de octubre de 2009
 

Un crimen de sangre une a Gabriel García Márquez y a Gerald Martin. El premio Nobel de Literatura aún no había nacido cuando su abuelo, Nicolás, un coronel "herido en su honor", mató a sangre fría a un joven de 17 años. Martin, un británico de buena familia londinense, tenía 9 años cuando asistió en 1953 a la ejecución de un joven retrasado mental acusado de asesinato. "Fue entonces cuando comprendí que la sociedad era injusta y las cuestiones de clase eran preponderantes", dice Martin.

La frase podría ser de García Márquez, quien, marcado por "el duelo" de su abuelo, es tan famoso por sus obras como por su compromiso político. Ambas, obra y compromiso, son recogidas, explicadas, traducidas e interpretadas por Martin, catedrático de Lenguas Modernas y antiguo profesor de Estudios Caribeños en Londres, en Gabriel García Márquez. Una vida (Debate), la primera gran biografía 762 páginas del escritor colombiano.

Desde la primera hasta la última línea, el libro narra en paralelo la vida privada, literaria y política de García Márquez: desde su infancia con el abuelo Nicolás, pasando por la trayectoria del escritor como periodista hasta la celebridad de un hombre que "nunca renunció a su lucha política, que siempre fue coherente".

"Se puede criticar sus opiniones, pero él no es un oportunista"

Desde que recibió el Nobel de Literatura en 1982 por "sus novelas e historias cortas en las que lo fantástico y lo real son combinados en un mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de América Latina", según la Academia Sueca, a Gabo se le asocia la imagen de vedette con amigos como Bill Clinton o Felipe González.

Resultado de 17 años de investigación, más de 300 entrevistas con el interesado, sus familiares, sus amigos más cercanos y personalidades políticas, el libro de Martin denuncia "esta visión de sus enemigos". "García Márquez es un hombre mucho más normal y sencillo de lo que se imagina", asegura el biógrafo en un castellano que mezcla los acentos inglés y caribeño.

Lealtad a Fidel Castro

La obra y la vida son una sola: desde su infancia hasta su discurso procubano, García Márquez siempre ha estado fascinado por el poder, el poder de su abuelo, de los gobernantes, de los hombres de cultura, quienes como él, podían cambiar las cosas. "Es verdad que está obsesionado con la política", pero no fue víctima de esta obsesión, sino que usó su fama para conseguir sus objetivos", confirma Martin. El biógrafo destaca en su obra la lealtad de García Márquez a Castro: "Me dijo que no iba a hablar mal de Cuba porque, aunque tenía muchas críticas, cualquier cosa que dijera se iba a magnificar y malinterpretar".

Casi dos décadas es mucho tiempo investigando y leyendo sobre una persona sea o no García Márquez y Martin nunca dudó de su compromiso. "Se puede estar en contra de sus opiniones y pensar que Castro es un monstruo, pero decir que García Márquez es un oportunista es ridículo", afirma. "Nunca he conocido a un hombre como él, capaz de dejar la escritura para dedicarse al periodismo de denuncia de las dictaduras, de invertir su dinero en fundaciones para que intentar de cambiar las cosas", continúa.

"García Márquez es el Quijote de su época y Cien años..., la Odisea"

"Todos tenemos tres vidas, una vida pública, una vida privada y una vida secreta", advirtió el premio Nobel a su biógrafo. Tras descubrir su vida privada su raíces en la Colombia de principios de siglo XX y la pública, queda la "vida secreta". Martin sólo desentraña una relación en París con una española. Nada de otro mundo, aunque este amor fue una fuente de inspiración para escribir El coronel no tiene quien le escriba, según el profesor.

La biografía del autor británico es en realidad otra lectura de Cien años de soledad, "el libro sin el que García Márquez no existiría, la obra que le convirtió en un icono del siglo XX, capaz de representar a todo el pueblo latinoamericano", asegura Martin. Varios autores contemporáneos de la región critican ahora el realismo mágico algo que ya había hecho en su tiempo Borges y que no aborda Martin, una versión demasiado folklórica de la zona. Martin reconoce que García Márquez "pertenece al pasado, a su época". Aunque insiste en que el Premio Nobel es "un Quijote de su época y Cien años de soledad es la Odisea".

Desde que concedió en 2006 la última entrevista a un diario La Vanguardia, poco se sabe de García Márquez. El escritor sufrió un cáncer en 1999; se habla ahora que padece el mal de Alzheimer. Tiene 82 años. A Martin le gusta pensar que es su amigo, aunque también se pregunta si un biógrafo puede ser el amigo de su protagonista. "Hicimos como si lo fuéramos, pero no creo que me haya engañado", confiesa Gerald Martin. La última vez que se vieron fue hace seis meses en La Habana: "La verdad es que él se encontraba muy bien, con buen humor".