Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra
:: Magdalena Medio, Colombia ::
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A los solidarios con la ACVC:
¡Gracias por ayudarnos a resistir!
Palabras del ex prisionero político de la ACVC Andrés Gil durante el acto de reconocimiento a las organizaciones y personas que mantuvieron la campaña de solidaridad con la organización campesina injustamente perseguida.
Andrés Gil Gutiérrez / Sábado 17 de octubre de 2009
 

“Vamos juntos”

Con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero
compañero te desvela
la misma suerte que a mí
prometiste y prometí
encender esta candela
con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero
la muerte mata y escucha
la vida viene después
la unidad que sirve es
la que nos une en la lucha
con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero
la historia tañe sonora
su lección como campana
para gozar el mañana
hay que pelear el ahora
con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero
ya no somos inocentes
ni en la mala ni en la buena
cada cual en su faena
porque en esto no hay suplentes
con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero
algunos cantan victoria
porque el pueblo paga vidas
pero esas muertes queridas
van escribiendo la historia
con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero.

Mario Benedetti

Me ha correspondido la que para mí es una de las más altas dignidades que se me halla encargado, y es la de expresarles hoy, en nombre de los compañeros y compañeras de la directiva de la ACVC, como también en el de los que sufrimos y padecimos en carne propia la persecución judicial en contra de nuestra organización, nuestro profundo y arraigado sentimiento de agradecimiento a ustedes, compañeras y compañeros, que con su acompañamiento e iniciativas permanentes de apoyo a la resistencia campesina que lidera la ACVC, plantaron un alto referente de solidaridad, ante los muros de silencio que trata de imponernos el régimen oscuro y fascista que hoy rige los destinos de nuestra Colombia.

Ajustadas estaban las masas del engranaje, preparados los mecanismos, perfeccionados los dispositivos, lista la estructura política, militar y judicial del estado comunitario de Uribe enfilada para triturar y engullirse a los molestos campesinos organizados en la ACVC, que, con su empecinada persistencia, se niegan a vivir sin dignidad y a abandonar su territorio a las fauces depredadores sin limites del capital transnacional.

Pero en sus arrogantes planes no figuran los de a pie, los que para los poderosos de este régimen son menos que nadie, pero esos nadies jamás hemos estado dispuestos a dejarnos arrollar y atropellar fácilmente, y mientras los señores generales, senadores y demás corruptela celebraban a manteles la iniciación de los procesos judiciales en nuestra contra, como también el asesinato aleve de campesinos a manos del ejército oficial y toda la sistemática y terrorífica persecución en contra de la ACVC; los de a pie, los nadies, levantamos con más fuerza nuestras voces de reivindicación y protesta, y decidimos echar a andar la rueda de nuestra propia historia.

Estamos hablando, compañeros, de esta historia, la que está forjándose por ustedes, los que sin pensarlo dos veces y dejando su parcela emprendieron la marcha ladera abajo con valentía, la necesaria para agitar y denunciar en las calles y ante el mundo lo cruel de la realidad que nos oprime, que se gesta y coordina desde las entrañas del poder dominante de este país.

Es la historia construida por ustedes, el campesinado, los estudiantes, los obreros, las organizaciones sociales y de derechos humanos del Magdalena Medio y del país, los que aún a pesar de sufrir las mismas o peores situaciones de persecución marcharon a nuestro lado, gestan iniciativas de acompañamiento, nos ofrecen su espacio para abrigarnos y guarecernos, los que codo a codo en la calle nos ayudan a sostener nuestras pancartas, pendones y banderas, los y las que nos ofrecieron su hombro y nos tendieron su mano para sostenernos, las que nos acompañaron a enterrar a nuestros muertos y no permitieron que en su lecho mortuorio, el dolor y la aflicción también sepultaran las esperanzas, los que nos alentaron y fortalecieron en todo momento, alimentando nuestra moral, para que los oscuros calabozos del régimen no lograran someter nuestras convicciones.

Son ustedes, compañeros y compañeras, los que con cada acto de apoyo hicieron posible la campaña “La ACVC defiende el territorio y los derechos del campesinado, defendamos a la ACVC” con mítines, marchas, denuncias, conversatorios, la generación de importantes espacios de denuncia en foros nacionales e internacionales, y la utilización de los espacios y medios alternativos como herramienta para romper el cerco mediático que imponen al mundo los grandes conglomerados de los medios de comunicación privada.

Son ustedes y sus esfuerzos los que obligaron a la maquinaria fascista a aflojar la gran tenaza con la que se nos oprime. Son ustedes, compañeras y compañeros, los que en estas jornadas reafirmaron con fuerza la consigna “La solidaridad es la ternura de los pueblos”, dejando como histórico referente al movimiento social lo esencial de esta consigna como herramienta para la construcción de la unidad, para la resistencia y la acción popular y social.

Queremos finalmente expresar hoy aquí ante ustedes y poniendo como testigo a la historia que estamos forjando, nuestra convicción de que solamente nos verán de rodillas una vez, tan sólo una vez nuestro cuerpo se hincará, y será para jurarle a nuestros muertos que su sangre no se derramó en vano, que su ejemplo sigue alimentándonos, que, aunque los mensajeros del oprobio se enseñoreen, el futuro es nuestro, y que cumpliremos construyendo un mejor mañana para las generaciones futuras.