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A propósito del 5 de mayo, día de la prensa obrera
El periódico bolchevique "Pravda"
El capitalismo ha hecho todo lo posible para destruir la obra de Lenin. Pero Lenin sigue más vivo que nunca, y su obra es motivo de estudio y reflexión para los constructores del socialismo en Latinoamérica y el mundo. Vale la pena recordar en esta fecha su imperecedero aporte al periodismo revolucionario. ¡Lenin, despierta!
Bruno Matapay / Sábado 5 de mayo de 2007
 

"Lenin se definía antes, durante y después de la Revolución Rusa como un periodista. Dedica al tema gran parte de su obra. El "¿Qué hacer’’, publicado en 1902, plantea cuáles son las tareas de la prensa; de hecho, el libro es, entre otras cosas, una reflexión acerca de la importancia de la prensa como instrumento para la construcción de un partido. Pero las reflexiones no se reducen a las publicaciones sino a su propia intervención como fundador de periódicos, como periodista. escritor o publicista. En este sentido Lenin desarrolla reflexiones muy puntuales. Planteaba, por ejemplo, la necesidad de que un periódico debía contar con un comité de cinco periodistas profesionalizados y una red de mil, cinco mil, diez mil corresponsales activistas que comunicaran los hechos del modo menos elaborado posible para poder recuperar lo más vivo de los conflictos. Esa vitalidad podía manifestarse en las correspondencias enviadas por los obreros directamente desde su lugar de trabajo. Se preocupaba, además, por cómo elegir el título más sorprendente o por cuál tiene que ser el ángulo del ataque en una nota, etcétera. Es decir, por un conjunto de cuestiones que hacían a su tarea como periodista. Desde la postura de Lenin el periodismo es una suerte de bisagra entre la teoría y la acción políticas". Santiago Gándara

Un arma poderosa con que contaba el partido bolchevique para fortalecer sus organizaciones y conquistar influencia entre las masas fue el diario bolchevique "Pravda" ("La Verdad"), que se editaba en Petersburgo. Este periódico había sido fundado, según las indicaciones de Lenin, por iniciativa de Stalin, Olminski y Poletaiev. Era un periódico obrero de masas, que nació con el nuevo auge del movimiento revolucionario. Su primer número vio la luz el 22 de abril (5 de mayo del nuevo calendario) de 1912. Fue un acontecimiento verdaderamente memorable para los proletarios. En homenaje a la aparición del primer número de la "Pravda", se acordó declarar la fecha del 5 de mayo jornada de fiesta de la prensa obrera.

Antes de aparecer la "Pravda", publicábase un semanario bolchevique con el título de "Sviesdá" (La Estrella), destinado a los obreros más conscientes. "Sviesdá" desempeñó un importante papel durante las jornadas del Lena. En sus columnas vio la luz una serie de artículos políticos combativos de Lenin y Stalin, que movilizaron a la clase obrera para la lucha. Pero en las condiciones que creaba la marcha ascendente de la revolución, al partido bolchevique no le bastaba ya con un periódico semanal. Necesitaba un diario político, destinado a las grandes masas obreras. Y esto es lo que era la "Pravda".

Durante este periodo, la "Pravda" desempeñó un papel extraordinariamente importante. La "Pravda" atrajo al bolchevismo a las grandes masas de la clase obrera. En una situación como aquella, de incesantes persecuciones policíacas, de multas y de secuestros del periódico por la publicación de artículos y correspondencias que no agradaban a la censura, la "Pravda" sólo podía existir gracias al apoyo activo de decenas de miles de obreros avanzados. Únicamente las grandes colectas hechas entre los obreros le permitían hacer frente a las enormes multas que se le imponía. No pocas veces, una parte considerable de la tirada de los números que se había ordenado secuestrar llegaba, a pesar de todo, a sus lectores, gracias a que los obreros más conscientes se presentaban por la noche en la imprenta y sacaban los paquetes del periódico.

En dos años y medio, el gobierno zarista suspendió por ocho veces la publicación de la "Pravda", pero ésta, con el apoyo de los obreros, reaparecía siempre con un nuevo título, semejante al prohibido, por ejemplo: "Por la Pravda", "El Camino de la Pravda", "La Pravda del Trabajador".

Mientras que la "Pravda" vendía, por término medio, 40 mil ejemplares diarios, la tirada del diario menshevique "Luch" ("El Rayo") no pasaba de 15 a 16 mil.

Los obreros consideraban la "Pravda" como algo propio, tenían gran fe en ella y escuchaban atentamente su voz. Cada ejemplar de la "Pravda", pasando de mano en mano, servía para decenas de lectores, formaba su conciencia de clase, los educaba, los organizaba, los llamaba a la lucha.

¿De qué hablaba la "Pravda"?

En cada uno de sus números se publicaban decenas de correspondencias de obreros, en las que se describía la vida de los proletarios, la brutal explotación y los múltiples abusos y vejaciones de que les hacían objeto los capitalistas y sus gerentes y capataces. Eran condenaciones tajantes y precisas del régimen capitalista. En las noticias de la "Pravda" aparecían frecuentemente casos de suicidios de obreros parados, muertos de hambre y desesperados ya por no encontrar trabajo.

La "Pravda" hablaba de las necesidades y las reivindicaciones de los obreros de las distintas fábricas y ramas industriales, y describía cómo luchaban los obreros por sus reivindicaciones. Casi en todos los números se informaba acerca de las huelgas planteadas en las diferentes empresas. Cuando se desarrollaban huelgas importantes y largas, el periódico organizaba a los obreros de otras empresas y ramas industriales para que ayudasen con colectas a los huelguistas. A veces, en estas colectas para el fondo de ayuda a los huelguistas se reunían decenas de miles de rublos, sumas enormes para aquellos tiempos, en que la mayoría de los obreros ganaba de 70 a 80 céntimos de rublo al día. Esto educaba a los obreros en el espíritu de la solidaridad proletaria y de la conciencia de unidad de intereses entre todos los obreros.

No había acontecimiento político, no había triunfo o derrota, ante el cual los obreros no reaccionasen enviando a la "Pravda" cartas, saludos, protestas, etc. En sus artículos, la "Pravda" esclarecía las tareas del movimiento obrero desde un punto de vista consecuentemente bolchevique. Su carácter de periódico legal no le permitía preconizar directamente el derrocamiento del zarismo. Tenía que expresarse por medio de alusiones, que los obreros conscientes comprendían perfectamente y se encargaban de explicar a las masas. Así, por ejemplo, cuando la "Pravda" hablaba de "las reivindicaciones íntegras y completas del año 1905", los obreros sabían que se trataba de las consignas revolucionarias de los bolsheviques: derrocamiento del zarismo, república democrática, confiscación de las tierras de los terratenientes y jornada de ocho horas.

La "Pravda" organizó a los obreros avanzados en vísperas de las elecciones a la cuarta Duma. Desenmascarando la posición traidora de los partidarios de un acuerdo con la burguesía liberal, de los defensores del "partido obrero stolypiniano" -de los mencheviques- llamaba a los obreros a votar por los partidarios de "las reivindicaciones íntegras del año 1905", es decir, por los bolcheviques. Las elecciones eran de tercer grado. Primero, los obreros elegían en asambleas a sus delegados, quienes luego designaban a los compromisarios que eran los encargados de votar a los diputados obreros de la Duma. El día de las elecciones, la "Pravda" publicó las listas de los compromisarios bolcheviques cuya candidatura recomendaba a los obreros. Ni fue posible publicar esta lista antes, para no exponer a los candidatos recomendados al peligro de ser detenidos.

La "Pravda" ayudaba a organizar las acciones del proletariado. Con motivo de un gran lockout planteado en Petersburgo en la primavera de 1914, en condiciones en que no era conveniente declarar una huelga de masas, la "Pravda" aconsejó a los obreros que recurrieran a otras formas de lucha, a mítines de masas en las fábricas y a manifestaciones en las calles. El periódico no podía hacer abiertamente semejante indicación. Pero el llamamiento de la "Pravda" fue comprendido por los obreros conscientes que leyeron en sus columnas el artículo de Lenin, publicado bajo el modesto título de "Sobre las formas del movimiento obrero", en el que se decía que, en aquel momento, era necesario sustituir la huelga por otra forma más elevada del movimiento obrero, lo que equivalía a preconizar la organización de mítines y manifestaciones.

Así era como los bolcheviques combinaban la actuación revolucionaria clandestina con la agitación y la organización legal de las masas obreras a través de la "Pravda".

Pero la "Pravda" no se ocupaba solamente de la vida de los obreros, de las huelgas y las manifestaciones obreras. En sus columnas se trataba sistemáticamente de la vida campesina, del hambre que pasaban los campesinos, de la explotación de los campesinos por los terratenientes feudales, del robo de las mejores tierras de los campesinos para engrosar las caserías de los kulaks, por obra de la "reforma" stolypiniana. La "Pravda" hacía ver a los obreros conscientes la gran cantidad de material inflamable que se iba acumulando en el campo. Ponía de relieve ante el proletariado que las tareas de la revolución de 1905 no habían sido resueltas y que surgiría una nueva revolución. Y enseñaba que, en esta segunda revolución, el proletariado tendría que actuar como el verdadero jefe, como el verdadero dirigente del pueblo, y que en esta revolución contaría con un aliado tan fuerte como los campesinos revolucinarios.

Los mencheviques pugnaban por quitar de la cabeza al proletariado la idea de la revolución. Predicaban a los obreros que debían dejar de preocuparse del pueblo, de los campesinos hambrientos y del imperio de los terratenientes feudales de las centurias negras, para luchar solamente por la "libertad de asociación", dirigiendo, para ello, "peticiones" al gobierno del zar. Los bolcheviques hacían ver a los obreros que estas prédicas mencheviques, en que se les invitaba a renunciar a la revolución y a la alianza con los campesinos, servían a los intereses de la burguesía, que los obreros vencerían con toda seguridad al zarismo, si sabían atraerse a su lado a los campesinos, como aliados suyos, y que debían volver la espalda a los malos predicadores, enemigos de la revolución, del tipo de los mencheviques.

¿De qué trataba la "Pravda", en la sección titulada "La vida del campesino"?

Pondremos como ejemplo algunas de las correspondencias publicadas en el año 1913.

En una información enviada por un corresponsal de Samara y que apareció bajo el epígrafe de "Un pleito agrario", se comunicaba que de los 45 campesinos de la aldea de Novojasbulat, en el distrito de Bugulmá, acusados de haber hecho resistencia al funcionario encargado de practicar el deslinde de las parcelas de los que se separaban de la comunidad, gran parte habían sido condenados a largas penas de cárcel.

En una breve noticia enviada por un corresponsal de la provincia de Pskov, se decía: "Los campesinos de la aldea de Psitsa (en las inmediaciones de la estación de Savale) se alzaron en armas contra los guardias rurales. Hay varios heridos. Las causas del choque han sido conflictos agrarios. En Psitsa fueron concentrados guardias rurales; han salido para este pueblo el vicegobernador y el fiscal".

Un corresponsal de la provincia de Ufá informaba acerca de la venta de los lotes de tierras de los campesinos y exponía que el hambre y la ley sobre la separación de la comunidad rural habían venido a reforzar el proceso de privación de tierras de los campesinos. Véase, por ejemplo, lo ocurrido en el caserío de Borisovka. En él había 27 casas que poseían 543 hectáreas de tierras de labor. En la época de hambre, cinco labradores vendieron a perpetuidad 31 hectáreas, a razón de 25 a 33 rublos cada una; es decir, tres o cuatro veces menos de lo que valía la tierra. Siete labradores hipotecaron 177 hectáreas, obteniendo a cambio 18 a 20 rublos por hectárea, pagaderos en seis años y al 12% de interés anual. Teniendo en cuenta el empobrecimiento de la población campesina y el tipo brutal de intereses, podía afirmarse con seguridad que de las 177 hectáreas la mitad pasaría a manos del usurero, pues era muy poco probable que en un plazo de seis años pudiesen pagar una suma tan enorme ni la mitad de los deudores.

En un artículo titulado "La gran propiedad de los terratenientes y la pequeña propiedad campesina en Rusia", publicado en la "Pravda", Lenin hacía ver de un modo tangible a los obreros y a los campesinos cuán fabulosa era la riqueza de tierras detentada por los parásitos terratenientes. Entre 30 mil terratenientes de los más fuertes acaparaban cerca de 70 millones de hectáreas de tierra. Mientras tanto, los campesinos tenían que contentarse con una extensión equivalente, repartida entre 10 millones de familias. Cada uno de aquellos grandes terratenientes detentaba, por término medio, 2.300 hectáreas de tierra; en cambio, a cada familia campesina, incluyendo los kulaks, le correspondían, por término medio, 7 hectáreas; pero, además, había cinco millones de familias campesinas pobres; es decir, la mitad de la población campesina, que no poseía, por toda hacienda, más que una o dos hectáreas. Estos hechos demostraban de un modo tangible la raíz de la miseria y del hambre de los campesinos estaba en el régimen de los grandes terratenientes, en las supervivencias del feudalismo, de las que los campesinos sólo podían liberarse mediante la revolución, dirigida por la clase obrera.

A través de los obreros relacionados con el campo, la "Pravda" penetraba en la aldea, despertando a la lucha revolucionaria a los campesinos más conscientes.

En el periodo en que se fundó la "Pravda", las organizaciones socieldemócratas clandestinas estaban enteramente en manos de los bolcheviques. En cambio, las formas legales de organización -lo fracción de la Duma, la prensa, las mutualidades obreras, los sindicatos- no habían sido aún rescatadas por entero de manos de los mencheviques. Los bolcheviques tuvieron que librar una lucha enérgica para desalojar a los liquidadores de las organizaciones legales de la clase obrera. Esta lucha fue coronada por el éxito, gracias a la "Pravda".

La "Pravda" ocupaba un lugar central en la lucha en pro de la causa del Partido, en pro de la reconstitución de un Partido obrero revolucionario de masas. Sus campañas hacían que las organizaciones legales se agrupasen estrechamente en torno a los centros clandestinos del partido bolchevique y encaminaban el movimiento obrero hacia una meta definida: la preparación de la revolución.

La "Pravda" contaba con una cantidad enorme de corresponsales obreros. Más de 11 mil correspondencias obreras fueron publicadas en sus columnas en un solo año. Pero no eran las cartas y la colaboración de sus corresponsales el único medio por el que mantenía contacto con las masas obreras. Su redacción era visitada diariamente por numerosos obreros de las fábricas. En ella, se concentraba una parte considerable del trabajo de organización del partido. Celebrábanse allí reuniones con los representantes de las células de base del partido, allí llegaban los informes sobre la labor del partido en las fábricas y empresas industriales y desde allí se transmitían las instrucciones del comité de Petersburgo y del comité central del partido.

Como fruto de dos años y medio de lucha tenaz contra los liquidadores por la reconstitución de un partido obrero revolucionario de masas, los bolcheviques consiguieron que, hacia el verano de 1914, el partido bolchevique, la táctica "pravdista", contasen con las cuatro quintas partes de los obreros activos de Rusia. Así lo atestigua, por ejemplo, el hecho de que 5.600 grupos obreros, de los 7.000 que en 1914 organizaron colectas para la prensa obrera, recogiesen dinero para los periódicos bolcheviques, y sólo 1.400, para los mensheviques. En cambio, éstos disponían de muchos "amigos ricos" entre la burguesía liberal y los intelectuales burgueses, que les aportaban más de la mitad del dinero necesario para sostener su periódico.

A los bolcheviques se les solía conocer por esta época con el nombre de "pravdistas". Con la "Pravda" se desarrolló toda una generación del proletariado revolucionario que más tarde había de ponerse al frente de la revolución socialista de Octubre. Detrás de la "Pravda" marchaban decenas y centenares de miles de obreros. Durante los años del auge revolucionario (1912 a 1914) se echaron los sólidos cimientos de un partido bolchevique de masas, contra el cual habían de estrellarse todas las persecuciones del zarismo en el periodo de la guerra imperialista.

"Sobre la "Pravda" del año 1912 se cimentó el triunfo del bolchevismo en 1917" (Stalin).